Nacido el 26 de enero de 1799, Samuel George Morton fue un médico, científico naturalista y escritor estadounidense ferviente defensor de la poligénesis, una controvertida hipótesis que defiende la existencia de diferentes linajes para las razas humanas. Basando sus estudios en la cranometría, disciplina que estudia el tamaño y volumen del cráneo, Morton llegó a afirmar que los caucásicos tenían el cerebro más grande que las personas de raza negra, y consideró a los nativos americanos como seres "cuya estructura mental parece ser diferente a la del hombre blanco". Su libro Crania Americana, publicado en 1839, está considerado el más importante y completo sobre el racismo científico, una disciplina defendida e impulsada por dos fervientes seguidores de las teorías de Morton, Josiah C. Nott y George Gliddon.
El tamaño del cráneo
Morton se estableció en Filadelfia en 1824, donde empezó a ejercer como médico y donde se interesó por la historia natural. Sus primeros trabajos científicos estuvieron relacionados con la descripción de fósiles del período Cretácico. También listó la relación de fósiles de invertebrados reunidos por los exploradores Meriwether Lewis y William Clark en 1804, en el transcurso de su famosa expedición a través de América del Norte. En 1828, Morton fue elegido miembro de la American Philosophical Society, convirtiéndose en profesor de Anatomía en el Pennsylvania College en 1839, donde fue nombrado secretario y, finalmente, cuando ya era uno de los científicos mas reputados de Estados Unidos, se convirtió en presidente de la institución.

La frenología, una pseudociencia según la cual las inclinaciones básicas de una persona, sus fortalezas y sus talentos, se podían identificar palpando su cráneo y localizando bultos, fue desarrollada por el fisiólogo Franz Joseph Gall a principios del siglo XIX y tuvo bastante éxito en Gran Bretaña y Estados Unidos.
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Los primeros trabajos científicos de Morton estuvieron relacionados con la descripción de fósiles del Cretácico. También listó la relación de fósiles de invertebrados reunidos por los exploradores Lewis y Clark durante su expedición en 1804.
Morton está considerado el creador de la etnografía de la Escuela Americana (disciplina considerada por muchos como el origen del racismo científico). Esta escuela de pensamiento, surgida en Estados Unidos antes de la guerra de Secesión, dividía el género humano en diversas "especies". Morton sostenía que cada raza había sido creada por separado y que a cada una se le habían atribuido características específicas. Asimismo afirmaba que podía determinar la capacidad intelectual de una raza por su tamaño craneal. En definitiva, un cráneo grande suponía un cerebro más grande, lo que significaba una mayor capacidad intelectual, mientras que un cráneo pequeño indicaba un cerebro pequeño y, por lo tanto, una capacidad intelectual inferior. Morton disponía de una amplia colección de cráneos; se dice que llegó a poseer hasta 900 (que hoy pueden visitarse en el Museo de Pensilvania), a los que introducía semillas y vertía plomo para medir sus volúmenes. Muchos eran de convictos o soldados caídos en combate. Cincuenta de ellos pertenecían a esclavos que fueron víctimas de una epidemia de cólera en Cuba, y otro era de un irlandés que fue enviado como prisionero a Tasmania y que acabó en la horca por asesinar y comerse a otros prisioneros durante la travesía.

Este mapa de finales del siglo XIX publicado en Europa trata de mostrar la distribución de las supuestas tres grandes razas en todo el mundo. Las teorías de Morton tuvieron una amplia aceptación e influenciaron muchas ramas de la antropología. No sería hasta la segunda mitad del siglo XX cuando sus trabajos fueron objeto de revisión.
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Razas separadas
Morton también decía que cada raza tenía un origen distinto y que se podía apreciar un orden descendente de inteligencia colocando a los caucásicos en la cima de la pirámide y a las personas de raza negra en el punto más bajo. Entre los cráneos de su colección había muchos del antiguo Egipto, y Morton llegó a la conclusión de que los antiguos egipcios no eran africanos, sino caucásicos. Los resultados de sus investigaciones se publicaron en tres volúmenes: Crania Americana, An Inquiry into the Distinctive Characteristics of the Aboriginal Race of America y Crania Aegyptiaca. Sus teorías fueron tan ampliamente aceptadas que en la primera mitad del siglo XX el antropólogo checo Aleš Hrdlička lo definió como "el padre de la antropología física estadounidense".
Morton afirmaba que se podía apreciar un orden descendente de inteligencia colocando a los caucásicos en la cima de la pirámide y a las personas de raza negra en el punto más bajo.
Por su parte, Crispin Bates, actualmente profesor de Historia Moderna y Contemporánea de la Escuela de Historia, Clásicos y Arqueología de la Universidad de Edimburgo, afirma que "la justificación sistemática" de Morton para la separación de razas, junto con el trabajo de su contemporáneo, el naturalista, especialista en anatomía comparada y paleontólogo Louis Agassiz, fue esgrimida por quienes estaban a favor de la esclavitud en Estados Unidos y por algunos periódicos de la época, como el Charleston Medical Journal, que tras la muerte de Morton publicó lo siguiente: "Nosotros, los del Sur, deberíamos considerarlo como nuestro benefactor por ayudar más materialmente a dar al negro su verdadera posición como una raza inferior". Así, los resultados de las investigaciones de Morton tuvieron cierta relevancia política en su tiempo ya que, a instancias de George Gliddon, uno de sus más acérrimos seguidores, el médico asesoró al secretario de Estado John C. Calhoun sobre las cualidades raciales de los esclavos negros para justificar su apoyo a la esclavitud.

El naturalista Louis Agassiz fue uno de los más reconocidos científicos que negó las teorías Darwinistas. Sus teorías defendían el llamado "fijismo" y, como las de Morton, también fueron usadas para justificar la superioridad de algunas supuestas razas.
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Revisionismo
En su tiempo, la teoría propugnada en Crania Americana fue respaldada por personalidades tan eminentes como Charles Darwin, el padre del evolucionismo, quien llegó a considerar a Morton una "autoridad" en el tema racial. De hecho, las publicaciones de Morton acerca de la raza y la craneología continuaron siendo de gran interés en las décadas posteriores a su muerte. En 1854, basándose en parte de la investigación craneológica de Morton, sus seguidores más fervientes, Nott y Gliddon, publicaron Types of Mankind (Tipos de Humanidad), donde abogaban por la supremacía racial. Types of Mankind incluía amplios pasajes de Elementos de etnología, un manuscrito inacabado e inédito en el que Morton estaba trabajando antes de morir. En estos textos, Morton expresaba inequívocamente su apoyo a la poligenia diciendo que después de "veinte años de observación y reflexión" la única explicación que pudo encontrar para explicar la diversidad de la raza humana fue, sin duda alguna, "una pluralidad original de razas".
En el pasado, la teoría propugnada en 'Crania Americana' fue respaldada por personalidades como Charles Darwin.
De hecho, no sería hasta la segunda mitad del siglo XX cuando el trabajo de Morton fue objeto de revisión. Después de un nuevo análisis de los datos aportados por Morton, el paleontólogo Stephen Jay Gould, en un artículo de 1978 y más tarde en el libro The Mismeasure of Man (La mala medida del hombre), publicado en el año 1981, sugería que las estadísticas aportadas por Morton reflejaban "manipulaciones inconscientes" que reforzaban las diferencias interraciales. Gould también señalaba una serie de posibles sesgos en su investigación, particularmente en las muestras africanas aportadas, que incluían una mayor proporción de cráneos pequeños y femeninos, e incluso de cráneos australianos, así como la exclusión de cráneos pequeños de origen hindú en la muestra caucásica. Hoy en día, las investigaciones de Morton están consideradas por la mayoría de científicos un galimatías sin fundamento. De hecho existe un consenso científico que confirma que las razas no existen.
El porqué del éxito de las teorías de Samuel Morton sigue despertando el interés de numerosos investigadores y científicos, como James Poskett, profesor asistente en el departamento de Historia y Filosofía de la Ciencia de la Universidad de Warwick, quien lleva a cabo un proyecto que pretende desentrañar porqué la obra de Morton tuvo tanta repercusión en su época y aún después de su muerte tanto en Estados Unidos como en Europa.