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El Museo de Arte Islámico de Berlín, situado en el ala sur del Museo de Pérgamo, acoge hasta el 26 de mayo de 2013 las exposiciones Samarra, centro del mundo. Ciento un años de investigación arqueológica en el Tigris y Fotografías históricas de las excavaciones en Samarra para conmemorar el centenario de las excavaciones en el sitio arqueológico de Samarra, la legendaria capital del califato abasí entre los años 836 y 892, ubicada aproximadamente a 120 kilómetros al norte de Bagdad y a orillas del río Tigris. Durante un breve periodo de tiempo, Samarra sustituyó a Bagdad como sede de uno de los mayores imperios de la historia, que rivalizaba con la Constantinopla bizantina o con la capital de la dinastía Tang, la actual Xian. Alcanzó una superficie de casi 50 kilómetros, en la que se repartían inmensos palacios, mezquitas, cotos de caza, campos para jugar al polo e hipódromos.
La suntuosa decoración de sus palacios
Entre 1911 y 1913, el arqueólogo alemán Ernst Herzfeld (1879-1948) dirigió los trabajos en Samarra, las primeras excavaciones científicas expresamente destinadas a sacar a la luz un sitio del periodo islámico. La muestra presenta una importante selección de los hallazgos que en su día se trasladaron a los museos berlineses bajo la ley de antigüedades que prevalecía por aquel entonces, según la cual los objetos hallados se repartían a partes iguales entre el país en el que se realizaban las excavaciones y el país que las dirigía y financiaba. Se exhiben pinturas murales, estuco y paneles de madera que adornaron las salas de los antiguos palacios, además de cerámica de loza dorada (un tipo de decoración esmaltada que emite reflejos dorados), porcelana china y vidrio tallado. También se expone una selección de fotografías históricas realizadas por Ernst Herzfeld, que muestran el paisaje y el día a día de las excavaciones. Desgraciadamente, las ruinas de la legendaria ciudad de Samarra han sufrido las devastadoras consecuencias de la reciente guerra de Irak.