La antigua ciudad romana de Durocortorum (la actual Reims), fue la capital de la tribu de los Remi (un pueblo belga que habitaba el noreste de la Galia en el siglo I a.C.) y acabó convirtiéndose en la segunda ciudad más grande de la Galia romana. En su momento de máximo esplendor, Durocortorum albergaba una población de entre 30.000 y 50.000 habitantes.
En el siglo IV d.C., la ciudad tuvo que hacer frente a la amenaza de los alamanes (una confederación de tribus germánicas). A finales del siglo IV d.C., Durocortorum, que pasó a llamarse Metropolis Civitas Remorum, no disponía de las defensas suficientes para protegerse por lo que sería saqueada por los vándalos en el año 406 d.C. y por los hunos en 451 d.C.

Arqueólogos del INRAP durante la la toma de datos altimétricos de la domus recién descubierta en Reims.
Arqueólogos del INRAP durante la la toma de datos altimétricos de la domus recién descubierta en Reims.
Foto: Jean-Jacques Bigot (INRAP)
Lujo romano
En época romana, la vida en Durocortorum discurría en torno al foro, el núcleo político y religioso de la ciudad era el foro, parcialmente visible en la actualidad en Reims en la plaza que lleva el mismo nombre. El foro delimitaba la intersección de las dos calles principales: el cardo máximo (eje norte/sur) y el decumano máximo (eje este-oeste). Durocortorum también contaba con numerosos edificios públicos como un anfiteatro, un circo, complejos de baños termales y diversos templos.
Recientemente, unas obras que se están llevando a cabo en las afueras de Reims para la construcción de una urbanización han sacado a la luz los restos de una casa romana (domus) de alto estatus, situada a un kilómetro del foro de la ciudad, as�� como un tramo de calzada. Tras el hallazgo, un grupo de arqueólogos del Institut National de Recherches Archéologiques Préventives (INRAP) se ha hecho cargo de las excavaciones.
En las afueras de Reims se han descubierto los restos de una domus romana de alto estatus.

Detalle del dibujo de una mano en unos de los fragmentos de yeso pintado descubiertos en la domus.
Detalle del dibujo de una mano en unos de los fragmentos de yeso pintado descubiertos en la domus.
Foto: Jean-Jacques Bigot (INRAP)
La domus, que data de entre los siglos II y III d.C., conserva restos de los muros cuadrangulares que una vez delimitaron las estancias interiores y dos grandes bloques que debieron de sustentar los pilares que marcarían la entrada a la vivienda. Se trataría de una entrada imponente, muy distinta de las típicas entradas a tiendas o casas cuya puerta se abría directamente a la calle.
Una fina decoración
En una de las estancias, bajo una gruesa capa de escombros, los arqueólogos han descubierto gran cantidad de fragmentos de yeso pintado que seguramente formaron parte de algún mural o fresco que en su día decoró la habitación. Algunos de estos fragmentos contienen inscripciones, lo que ha llevado a los investigadores a pensar que posiblemente formaron parte de una gran megagrafía, es decir, una representación a tamaño natural. Los arqueólogos creen que tal vez el protagonista de la escena fuese Aquiles, puesto que el nombre del héroe griego que participó en la guerra de Troya aparece en una de las inscripciones.
Los arqueólogos encontraron una gran cantidad de fragmentos de yeso pintado que posiblemente formaron parte de un gran mural.

Fragmentos de yeso pintado con la inscripción del nombre de Aquiles.
Fragmentos de yeso pintado con la inscripción del nombre de Aquiles.
Foto: Jean-Jacques Bigot (INRAP)
Aunque alejada del antiguo foro, los arqueólogos afirman que esta rica domus ofrece una nueva perspectiva de un barrio aún muy poco estudiado de la antigua Durocortorum. Pero ¿por qué la construyeron tan lejos del centro de la ciudad? En aquel entonces, el río Vesle, que pasa por Reims, era navegable y gracias a ello Durocortorum se convirtió en un importante centro de comercio. En opinión de los arqueólogos es posible que por motivos de negocio (tal vez el propietario fuera un rico comerciante) se levantase la casa en ese emplazamiento. Asimismo, los investigadores creen que las futuras excavaciones permitirán conocer mejor el estatus social y la forma de vida de sus habitantes.