El Renacimiento y el Barroco lucen con más brillo que nunca en el MNAC

El Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) acaba de presentar las nuevas obras y el cambio de disposición de su colección del Renacimiento y el Barroco para realzar la importancia de las obras de El Greco, Velázquez, Zurbarán o Ribera entre otros.

1 /7

Foto: MNAC

1 / 7

La anunciación

Doménikos Theotokópoulos, más conocido como El Greco (Càndia, Creta, 1540 o 1541 – Toledo,1614), pintó en óleo sobre tela esta preciosa obra a finales del siglo XVI ya con un estilo más que reconocible.

Foto: MNAC

2 / 7

Alegoría del Amor, Cupido y Psique

Francisco Goya (Fuendetodos, 1746 – Burdeos, 1828). Óleo sobre tela. 

Legado de Francesc Cambó, 1949; ingreso, 1954

Foto: MNAC

3 / 7

Naturaleza muerta de cacharros

Francisco de Zurbarán (Fuente de Cantos, 1598 – Madrid, 1664). Pintado entre 1635 y1664 en óleo sobre tela.

Legado de Francesc Cambó, 1949; ingreso, 1951.

Foto: MNAC

4 / 7

San Pablo

Esta obra de Diego Velázquez (Sevilla, 1599 – Madrid, 1660) está pintada en óleo sobre tela

Depósito de la colección Gil, 1922; adquirido en 1944.

Foto: MNAC

5 / 7

San Francisco de Asís según la visión del papa Nicolás V

Francisco de Zurbarán (Fuente de Cantos, 1598 – Madrid, 1664) . Cuadro pintado en 1640 en óleo sobre tela. 

Adquisición, 1905.

Foto: MNAC

6 / 7

Retrato de caballero

Jacopo Robusti, más conocido como Tintoretto (Venecia, 1519-1594), pintó este óleo sobre tela adherida sobre tabla entre 1553 y 1554. 

Depósito de la colección Gil, 1922; adquisición, 1944.

Foto: MNAC

7 / 7

Cristo con la cruz

Este cuadro pintado en óleo sobre tela por El Greco entre 1590-1595 demuestra la pericia que tenía el maestro cretense de los juegos de luces y sombras, algo típico en toda su obra.

Legado de Santiago Espona, 1958

El Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), con sede en el Palacio Nacional de Barcelona, acaba de presentar al público la nueva disposición de su colección de Renacimiento y Barroco, una remodelación que, según sus responsables, realza la importancia de los fondos de este período que posee la institución.

La colección, que hasta la fecha constaba de 130 obras, se ha incrementado notablemente con la incorporación de algunas obras inéditas, un grupo de obras recientemente restauradas y nuevos depósitos, entre pinturas, estampas, dibujos, esculturas, artes decorativas… incluso un tapiz flamenco de grandes dimensiones, hasta llegar a un total de 250 obras. La colección abarca los siglos XVI, XVII, XVIII y llega hasta inicios del siglo XX, y contiene obras de artistas tan importantes como Velázquez, el Greco, Zurbarán, Ribera, Tiépolo o Fragonard, entre otros.

El MNAC, un museo vivo

Las obras han sido revisadas en profundidad por los especialistas del museo, que incluso han descubierto nuevas atribuciones en algunas de ellas. Uno de los principales objetivos de esta importante remodelación es hacer que los fondos luzcan más y que el público sienta el museo como algo vivo. Para ello se ha eliminado el blanco en los muros y se ha apostado por el azul y el rojo, además las obras ya no están colgadas todas a la misma distancia, sino que la disposición presenta más dinamismo para favorecer el ritmo de la visita.

En cuanto a los contenidos, se ha optado por evitar el relato cronológico y canónico, y las 250 obras se agrupan ahora por criterios temáticos propios de la época, tales como paisaje, retrato, bodegón, misticismo… Excepto en tres casos, en los que sí se ha optado por una exposición cronológica debido a su potencia temática: el Renacimiento en Cataluña en el siglo XVI, el Sigo de Oro español y el Barroco catalán.

Otra novedad es que dos de los fondos procedentes de colecciones privadas –el legado Cambó y el depósito Thyssen–, que hasta el momento se mostraban por separado, se han incorporado ahora al relato expositivo. De este modo, obras como La Virgen y el Niño con santa Isabel y san Juanito, de Rubens, que antes pasaban casi desapercibidas, adquieren ahora mayor protagonismo.