Arquelogía forense

Reconstruyen el rostro de una joven que vivió en Inglaterra en el siglo VII

En 2012, cerca de Cambridge, fue localizado el enterramiento de una adolescente que fue inhumada con un rico ajuar funerario en el que destacaba una hermosa cruz de oro y granates. Ahora, gracias a las modernas técnicas de estudio de ADN se ha podido conocer su procedencia e incluso se ha llevado a cabo una realista reconstrucción de su rostro.

Reconstrucción facial de los restos óseos de una joven encontrados en el entierro de Trumpington Cross, realizada por el artista forense Hew Morrison.

Reconstrucción facial de los restos óseos de una joven encontrados en el entierro de Trumpington Cross, realizada por el artista forense Hew Morrison.

Reconstrucción facial de los restos óseos de una joven encontrados en el entierro de Trumpington Cross, realizada por el artista forense Hew Morrison.

Hew Morrison / University of Cambridge

El rostro de una adolescente de 16 años enterrada cerca de Cambridge (Reino Unido) en el siglo VII, junto a una increíble cruz de oro y granates, conocida como la Cruz de Trumpington, ha sido finalmente reconstruido tras unos complejos análisis realizados sobre su cráneo. El resultado es la impactante imagen de la muchacha, junto con la cruz y otros objetos encontrados junto a su cuerpo, que fueron mostrados al público por primera vez el pasado 21 de junio en una exposición titulada Beneath Our Feet (Bajo nuestros pies), que organiza el Museo de Arqueología y Antropología de Cambridge.

Este misterioso enterramiento fue descubierto en 2012 por la Unidad Arqueológica de Cambridge en Trumpington Meadows, cerca de esta ciudad inglesa, famosa por su universidad. Ahora, la joven allí enterrada ha cobrado vida gracias al trabajo del artista forense Hew Morrison, quien creó la imagen de esta adolescente utilizando las medidas de su cráneo y basándose en los datos existentes sobre el tejido de las mujeres caucásicas. Asimismo, gracias a los datos proporcionados por el ADN, Morrison pudo saber el color exacto de sus ojos y cabello.

Reconstrucción facial de una adolescente que vivió en el siglo VII.

Reconstrucción facial de una adolescente que vivió en el siglo VII.

Reconstrucción facial de una adolescente que vivió en el siglo VII.

Hew Morrison / University of Cambridge

Originaria de Alemania

"Fue interesante ver cómo se desarrollaba su rostro. Su ojo izquierdo estaba ligeramente más bajo, aproximadamente medio centímetro, que su ojo derecho. Esto se habría notado bastante en vida", declaró Morrison. Aunque no es lo único que se ha podido descubrir sobre la muchacha. Un nuevo análisis isotópico realizado a los restos óseos y a los dientes de la joven, llevado a cabo por las bioarqueólogas Sam Leggett y Alice Rose, y por la arqueóloga Emma Brownlee, ha revelado que esta emigró a Inglaterra desde un lugar no muy lejos de los Alpes, posiblemente el sur de Alemania, cuando solo tenía unos siete años. 

"Fue interesante ver cómo se desarrollaba su rostro. Su ojo izquierdo estaba ligeramente más bajo, aproximadamente medio centímetro", manifestó Morrison.

La Cruz de Trumpington, un pectoral diseñado con oro y granates encontrado junto a los restos óseos de la muchacha.

La Cruz de Trumpington, un pectoral diseñado con oro y granates encontrado junto a los restos óseos de la muchacha.

La Cruz de Trumpington, un pectoral diseñado con oro y granates encontrado junto a los restos óseos de la muchacha.

Cambridge Museum of Archaeology and Anthropology

"Era una niña bastante joven cuando se mudó, probablemente desde una parte del sur de Alemania, cerca de los Alpes, a una región muy plana de Inglaterra. Probablemente no se encontraba bien y realizó un largo camino a un lugar completamente desconocido; incluso la comida debía de ser diferente. Tuvo que haber sido aterrador", afirmó por su parte Samantha Legget. A pesar de que unos análisis previos confirmaron que la adolescente había padecido una enfermedad, a día de hoy aún se desconoce la causa de su muerte. 

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Rodeada de misterio

Tras su fallecimiento, esta joven fue depositada en un lecho funerario de madera tallada junto con la cruz, alfileres de oro y ropa de calidad (es uno de los dieciocho entierros de este tipo que se han descubierto en el Reino Unido). La cruz, que combina oro y granates, es una de las cinco de este tipo que se conservan y se ha identificado como una de las primeras de Inglaterra.

La cruz simboliza la conversión al cristianismo de la adolescente. "Debe de haber sabido que la cruz era importante y tenía que llevarla sobre sus hombros. Además, curiosamente, los resultados de los análisis isotópicos de esta joven coinciden con los de otras dos mujeres que fueron enterradas de manera similar en lechos en este período en el condado de Cambridge", ha apuntado Legget.

La joven fue depositada en un lecho funerario de madera tallada junto con la cruz, alfileres de oro y ropa de calidad.

Pasadores engarzados en oro y granate enconrtrados junto a la cruz y los restos óseos. 

Pasadores engarzados en oro y granate enconrtrados junto a la cruz y los restos óseos. 

Pasadores engarzados en oro y granates hallados junto a la cruz y los restos óseos de la joven. 

Cambridge Museum of Archaelogy and Anthropology

La riqueza de su ajuar funerario no deja lugar a dudas para los investigadores. "Así que parece que formó parte de un grupo élite de mujeres que probablemente viajaron desde Europa continental, muy probablemente desde Alemania, en el siglo VII, aunque su identidad sigue siendo un misterio. ¿Eran novias políticas o tal vez novias de Cristo? En el caso de esta joven, el hecho de que su dieta cambió una vez llegó a Inglaterra sugiere que su estilo de vida pudo haber cambiado de manera significativa", sugiere Legget.

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Por su parte, Sam Lucy, arqueóloga especialista en enterramientos anglosajones del Newnham College de Cambridge, que publicó las excavaciones anglosajonas en Trumpington, donde fue descubierto el enterramiento de esta joven, cree que "estos son hallazgos intrigantes. Los enterramientos en lechos descubiertos en Europa realmente parecen sugerir el movimiento de un pequeño grupo de mujeres jóvenes de élite de una zona montañosa de Europa continental a la región de Cambridge en el tercer cuarto del siglo VII. El sur de Alemania es una posibilidad debido a la tradición de este tipo de entierros que se conoce allí".

"Dada la asociación cada vez más cierta entre el entierro en lecho, las joyas en forma de cruz y el cristianismo anglosajón primitivo es posible que el viaje de esta joven estuviese relacionado con las redes paneuropeas de mujeres de élite que estaban muy involucradas en la Iglesia primitiva", concluye Lucy. Es decir, que la joven muy probablemente participó activamente en la difusión del cristianismo.