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En el siglo XVIII, el auge de la industria algodonera aceleró la llegada masiva de trabajadores a la ciudad de Yvelot, localizada en la alta Normandia, donde se levantó, entre los años 1740 y 1746, la iglesia de Saint-Pierre y su cementerio, que fue descubierto en 2019 por arqueólogos del Instituto Nacional de Investigaciones Arqueológicas Preventivas (INRAP). El cementerio llegó a a saturarse de tal manera que su uso fue breve, apenas cincuenta años, puesto que los registros indican que se cerró en el año 1783, fecha del último enterramiento.
A pesar de lo enmarañado de su construcción y de la gran densidad de tumbas que contiene el cementerio, los trabajos arqueológicos han permitido a los arqueólogos identificar tres grandes fases de construcción. Las dos primeras, y más significativas en cuanto a número de enterramientos (322 en la fase I y 91 en la fase II), preceden a una tercera y última. La orientación de las sepulturas en las dos primeras fases, prácticamente similar, y la excavación de fosas sugiere que estas dos etapas tuvieron continuidad.

Imagen del cementerio tal como fue descubierto en 2019.
Imagen del cementerio tal como fue descubierto en 2019.
Raphaëlle Lefebvre (INRAP)
Un cementerio enmarañado
Una vez completada la segunda fase de enterramientos, los constructores se vieron obligados a reorganizar el cementerio. Para evitar problemas de higiene y salubridad, se tuvieron que cubrir las dos fases anteriores para, posteriormente, excavar las 95 fosas nuevas que conforman la fase III. A partir de entonces, el cementerio se irá abandonando poco a poco y será sustituido por el cementerio comunitario de Saint-François, que se inauguró en 1775.
Una vez completada la segunda fase, los constructores se vieron obligados a reorganizar el cementerio.

El cementerio tenía una gran concentración de enterramientos debido al elevado número de habitantes de la ciudad.
El cementerio tenía una gran concentración de enterramientos debido al elevado número de habitantes de la ciudad.
Raphaëlle Lefebvre (INRAP)

Uno de los ataúdes exhumados, correspondiente al enterramiento de una persona adulta.
Uno de los ataúdes exhumados, correspondiente al enterramiento de una persona adulta.
Marine Drieu (INRAP)
Las excavaciones han revelado también una práctica funeraria clásica: los difuntos eran enterrados boca arriba, con las extremidades inferiores extendidas, en ataúdes de madera, en su mayoría de forma trapezoidal para los adultos y rectangulares para los niños. El estudio xilológico (ciencia que estudia los árboles y arbustos) realizado por la doctora Nima Saedlou indica, además, que los ataúdes fueron fabricados con especies autóctonas, principalmente haya y más raramente fresno, roble y olmo.
Los trabajos de investigación han revelado asimismo que los ataúdes estaban superpuestos entre sí y separados por una capa de veinte centímetros de tierra, lo que hace suponer a los arqueólogos que en algunos casos podría tratarse de enterramientos familiares.
joyas y Objetos religiosos
Durante sus trabajos en este vasto cementerio, los arqueólogos también han localizado una docena de enterramientos con ricos ajuares funerarios, principalmente joyas y objetos religiosos, algunos de los cuales están elaborados con materiales preciosos como el oro o la plata.
Todos estos objetos se han hallado tanto en enterramientos de adultos como infantiles, aunque ciertas joyas, como un bello colgante de vidrio en forma de paloma, podría ser, en opinión de los arqueólogos, un símbolo juvenil.
Los arqueólogos también han encontrado una docena de enterramientos con ricos ajuares funerarios, principalmente joyas y objetos religiosos.

Colgante de vidrio con forma de paloma que, según los arqueólogos, podría simbolizar la juventud.
Colgante de vidrio con forma de paloma que, según los arqueólogos, podría simbolizar la juventud.
Serge Le Maho (INRAP)

Pendientes de oro, muy bien conservados, hallados en uno de los enterramientos.
Pendientes de oro, muy bien conservados, hallados en uno de los enterramientos.
Serge Le Maho (INRAP)
En uno de los enterramientos apareció un colgante-relicario de plata sobre el abdomen del difunto (una persona anciana), que se cree que podría haber estado guardado en el bolsillo derecho de una prenda de ropa ahora desaparecida. El contenido de este relicario fue analizado por la arqueóloga Fabienne Médard, quien encontró en su interior restos de pelo, piel, huesos humanos y fragmentos de tejidos.

Imagen del relicario de plata encontrado en uno de los enterramientos.
Imagen del relicario de plata encontrado en uno de los enterramientos.
Serge Le Maho (INRAP)
En cuanto a los tejidos hallados en el relicario, estos son delicadamente elegantes, como demuestra un fondo de seda realzado con hilo de oro, que da testimonio de un cierto lujo teniendo en cuenta las técnicas y los materiales usados para su confección. Los investigadores especulan con que este trozo de seda podría haber formado parte de un sombrero. Estos importantes datos arqueológicos, unidos al estudio histórico del lugar, sin duda permitirán a los investigadores reconstruir la historia de este antiguo cementerio y conocer mejor la vida de los habitantes de Yvelot en el siglo XVIII.