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El Osireion de Abydos, descubierto a comienzos del siglo XX, es un monumento funerario en honor a Osiris, el dios de la ultratumba en la mitología egipcia. A esta estructura se accedía a través de un corredor abovedado que conducía a una gran cámara central, anegada en la actualidad por la filtración de agua subterránea. El Proyecto Min, una misión arqueológica formada por una canaria y una toscana, Mila Álvarez e Irene Morfini, ha descubierto un recinto funerario que recuerda al Osireion de Abydos, según revela Álvarez a Historia National Geographic. Se trata del segundo hallazgo realizado por las arqueólogas durante la investigación de la Tumba Tebana 109 y la Kampp 327, su extensión, ubicadas en la orilla oeste de Luxor. A través de las paredes falsas que contiene esta última tumba descubrieron a finales de 2013 las tumbas de May, un alto funcionario de la dinastía XVIII, y de su esposa Neferet, aunque los despojos de ambos no han aparecido. En esta ocasión han hallado un complejo funerario dedicado a Osiris, accesible también a través de la Kampp 327, con una capilla esculpida en la pared que representa al dios de los muertos con su corona atef y sosteniendo en sus manos el cetro y el cayado. Parte de la estatua ha desaparecido, pero se conservan los elementos principales que definen a esta divinidad
, afirma Álvarez.
Demonios que sostienen cuchillos y lagartijas
Una especie de portal que se abre en la sala transversal de la tumba 327 nos introduce en esta tumba osiríaca. A la capilla principal se accede a través de unas escaleras cubiertas de escombros que descienden varios metros bajo tierra, como representando el acceso del difunto al inframundo
, explica Álvarez. Un corredor rodea el espacio central y una escalera conduce a la capilla, en cuya parte superior se sitúa el relieve de Osiris. El complejo contiene los elementos del Osireion
, sostiene la arqueóloga canaria. De momento, han hallado dos pozos funerarios, uno de los cuales se ocultaba bajo las escaleras que conducen a la divinidad, es decir, a sus pies. Los peldaños se retiraron al llevar a cabo un enterramiento y se colocaron de nuevo para ocultar el pozo, era una forma ingeniosa de disuadir a los saqueadores
, observa. Sin embargo, al inspeccionar algunas de las cámaras, las investigadoras comprobaron que habían sido saqueadas y sólo han podido hallar cientos de fragmentos dispersos de momias
. A través del corredor que rodea la capilla de Osiris se accede también a una habitación con un pozo de unos ocho metros de profundidad que lleva a cuatro cámaras funerarias. La más grande presenta una decoración en relieve que representa a demonios, unos sentados y otros de pie dentro de capillas. Unos sostienen cuchillos y otros sujetan lagartijas con ambos manos. En el Libro de los muertos el difunto debe saber los nombres y títulos de estos demonios para no ser agredido en su camino al Más Allá
, apunta Álvarez. Todo este intrincado complejo funerario resulta un enigma. Las arqueólogas todavía desconocen si fue utilizado para enterrar a los miembros de una familia y reutilizado a lo largo de los siglos por otros individuos o si por el contrario fue concebido como una necrópolis bajo el auspicio del gran Osiris, el más popular entre los dioses egipcios. El estudio de la Tumba Tebana 109, la tumba de Min, es fundamental para entender la conexión con las otras tumbas, por lo que éste será nuestro objetivo para la próxima campaña
, sentencia.