De raza noble

Pompeya: el esqueleto de un tercer caballo con sus ricas guarniciones militares

El caballo, de la raza más noble de la época, conservaba el bocado en hierro y los probables elementos de una montura de cuatro cuernos, utilizada en el ámbito militar romano a partir del siglo I d.C.

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Foto: Parco Archeologico di Pompei

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Esqueleto del tercer caballo

Foto: Parco Archeologico di Pompei

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Los tres caballos descubiertos en un antiguo establo

Foto: Parco Archeologico di Pompei

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Cráneo equino

Foto: Parco Archeologico di Pompei

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Yace sobre el costado izquierdo

Foto: Parco Archeologico di Pompei

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Patas del caballo

Foto: Cesare Abbate, Ansa

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Técnica de los calcos

Massimo Osanna, el director general del Parque Arqueológico de Pompeya, junto al calco íntegro de un caballo.

Foto: Parco Archeologico di Pompei

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Calco íntegro de un caballo

Foto: Parco Archeologico di Pompei

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Objeto de bronce

Uno de los objetos de las guarniciones del tercer caballo: pieza de bronce formada por tres ganchos con remaches conectados a un disco.

Foto: Parco Archeologico di Pompei

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Madera y bronce

Piezas de madera de conífera revestidas con lámina de bronce.

Foto: Parco Archeologico di Pompei

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Placas de bronce

Imagen: Parco Archeologico di Pompei

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Montura romana

Montura de cuatro cuernos, dos anteriores y dos posteriores, recubierta de placas de bronce que "servían para dar estabilidad al caballero, en un periodo en el que no se habían inventado los estribos".

Imagen: Parco Archeologico di Pompei

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Ricas guarniciones militares

Sillas de montar como esta fueron utilizadas en el mundo romano a partir del siglo I d.C.

El esqueleto de un tercer caballo, con los restos de sus ricas guarniciones militares, ha sido excavado en un antiguo establo que formaba parte de una gran villa suburbana situada en la zona norte fuera de los muros de Pompeya, según anunció el domingo el Parque Arqueológico de Pompeya. Las excavaciones en Civita Giuliana, realizadas con el propósito de impedir las actividades ilegales de los saqueadores, sacaron previamente a la luz los esqueletos de dos caballos que murieron como consecuencia de la erupción volcánica y, por primera vez, se pudo obtener el calco íntegro de uno de ellos. Durante la primera fase de las excavaciones se realizaron los siguientes hallazgos arqueológicos: un comedero de madera, todo el contorno de un caballo y las patas de un segundo animal. Las actuales intervenciones arqueológicas han permitido excavar todo el establo, la parte restante del segundo caballo y el tercer caballo de raza noble con sus ricas guarniciones militares.

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Este caballo no pudo escapar

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El esqueleto del segundo caballo yace sobre el costado derecho "presumiblemente atado al comedero, del cual no consiguió liberarse", según el comunicado. El tercer caballo, del cual no se ha podido obtener el calco, yace sobre el costado izquierdo y bajo la mandíbula conservaba el bocado (la parte de la brida que se introduce en la boca) en hierro. También se han podido recuperar cinco objetos en bronce: cuatro de madera de conífera revestidos con una lámina de bronce y uno de bronce formado por tres ganchos con remaches conectados a un disco. La forma de estos elementos sugiere que pertenecieron a una montura de cuatro cuernos, dos anteriores y dos posteriores, recubierta de placas de bronce que "servían para dar estabilidad al caballero, en un periodo en el que no se habían inventado los estribos". Sillas de montar como esta fueron utilizadas en el mundo romano a partir del siglo I d.C., particularmente en el ámbito militar. "Los tres caballos, como quizás el primero descubierto y analizado, debieron de formar parte de la raza más noble, animales representativos, por sus imponentes dimensiones, probablemente el fruto de selecciones cuidadosas, y por sus guarniciones valiosas, en hierro y en bronce", ha comentado Massimo Osanna, el director general del Parque Arqueológico de Pompeya.