Actualizado a
· Lectura:
Tras casi un año de espera, un equipo de especialistas de arqueofísica del Politécnico de Turín tiene luz verde para efectuar unas mediciones de georradar en el interior de la tumba de Tutankamón (KV62), en el Valle de los Reyes. Desde hoy, 31 de enero, hasta el 6 de febrero de 2018, los investigadores tienen permiso "para verificar la presencia de espacios vacíos o corredores ocultos tras los muros de la cámara funeraria de Tutankamón", según informó ayer el Politécnico de Turín. Si es correcta la teoría propuesta por el egiptólogo inglés Nicholas Reeves, la tumba KV62 sería parte de una tumba más grande que alojaría la momia de la reina Nefertiti. Ante la muerte temprana e inesperada del faraón niño, "la KV62 se volvió a abrir y se habilitó para incluir una nueva cámara", sostiene Reeves.
El profesor Franco Porcelli, quien lidera el proyecto de investigación, ha explicado que se emplearán tres sistemas de radar de última generación. Con estos medios modernos no destructivos "se puede conocer la posible existencia de estructuras ocultas de relevancia arqueológica, adyacentes a la tumba de Tutankamón, con un 99% de fiabilidad", asegura el Politécnico de Turín en un comunicado. Una de las labores consistirá en cotejar las mediciones de georradar con los datos obtenidos el pasado mes de mayo, mediante una técnica no invasiva basada en el mapeo tridimensional de la resistividad eléctrica del subsuelo alrededor de la tumba de Tutankamón. Los datos obtenidos en mayo sugerían la presencia de cavidades sospechosas en la roca a unos pocos metros de distancia de la KV62. Las mediciones de georradar ayudarán a entender si estas cavidades sospechosas son reales y si están directamente conectadas con la KV62. National Geographic es uno de los patrocinadores de este proyecto desarrollado por el Politécnico de Turín.