Copenhague

La policromía de la escultura clásica

Una muestra en Copenhague explora la riqueza cromática que presentaban las obras escultóricas de la Antigüedad clásica, que no eran blancas como el mármol

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© FOTO: STEPHAN ECKARDT, OLE HAUPT / NY CARLSBERG GLYPTOTEK

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«Transformaciones. Escultura clásica en color»

Escultura de un león hallada en Loutraki, en Grecia (c.570-560 a.C.).

© FOTO: STEPHAN ECKARDT, OLE HAUPT / ULRIKE BRINKMANN AND GLYPTOTHEK MÜNCHEN / NY CARLSBERG GLYPTOTEK

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«Transformaciones. Escultura clásica en color»

Reconstrucción de la escultura del león de Loutraki. 

© FOTO: STEPHAN ECKARDT, OLE HAUPT / STIFTUNG ARCHÄEOLOGIE, MUNICH / NY CARLSBERG GLYPTOTEK

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«Transformaciones. Escultura clásica en color»

Reconstrucción de un torso con coraza, de la Acrópolis de Atenas (460 a.C.).

© FOTO: STEPHAN ECKARDT, OLE HAUPT / STIFTUNG ARCHÄEOLOGIE, MUNICH / NY CARLSBERG GLYPTOTEK

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«Transformaciones. Escultura clásica en color»

Reconstrucción de la Koré del Peplo, de Atenas (540 a.C.).

Durante siglos se ha mantenido la falsa creencia de que las obras escultóricas de la Antigüedad clásica eran tan blancas como el mármol. Sin embargo, la riqueza cromática que presentaban las esculturas antiguas no pasó desapercibida entre los especialistas. A mediados del siglo XVIII, por ejemplo, los colores eran claramente visibles en las esculturas que salieron a la luz durante las excavaciones arqueológicas en Pompeya, y lo mismo ocurrió en la Acrópolis de Atenas. A partir del Renacimiento, los artistas, historiadores del arte y filósofos concebían la blanca pureza de la escultura y de la arquitectura como un ideal y una guía para el pensamiento de aquella época. El mármol blanco representaba la nobleza y la espiritualidad, una expresión de la superioridad estética, ética y política. Por tanto, el valor cromático fue ingorado, rechazado y en algunos casos brutalmente suprimido de las esculturas griegas y romanas.

Unas 120 piezas originales y reconstrucciones

La exposición Transformaciones. Escultura clásica en color, del 13 de septiembre al 7 de diciembre de 2014 en la Ny Carlsberg Glypotek de Copenhague, explora el uso del color en las obras escultóricas de la Antigüedad clásica. Reúne unas 120 piezas originales y reconstrucciones, entre ellas importantes préstamos procedentes de museos daneses y extranjeros, que son un ejemplo del fascinante desarrollo que experimentó el color en la escultura griega y romana. La muestra retrocede a su vez al Antiguo Egipto, cuya policromía artística resulta mucho más conocida. Las reconstrucciones presentes no son fruto del azar, sino el resultado de un estudio pionero acometido por numerosos especialistas internacionales, entre ellos los de la Glipoteca de Copenhague. Se trata de una investigación multidisciplinar que ha examinado los restos de colores hallados en las esculturas originales a través de métodos científicos avanzados como el láser, los rayos X, la reflectografía infrarroja y la microscopía electrónica. Esta exposición permite comprobar que nuestro entendimiento de los motivos clásicos puede cambiar radicalmente cuando las esculturas aparecen en color.