La muerte que llegó del espacio

Un poblado prehistórico pudo haber sido destruido por los restos de un cometa

Una nueva investigación sobre los restos de materiales descubiertos en la década de 1970 en la aldea prehistórica de Abu Hureyra, en Siria, arroja nueva luz sobre las posibles causas de su abrupta destrucción.

Las personas que estaban cerca de la aldea de Abu Hureyra en el momento de la explosión habrían visto un inmenso destello en el cielo, el equivalente a una explosión nuclear.

Las personas que estaban cerca de la aldea de Abu Hureyra en el momento de la explosión habrían visto un inmenso destello en el cielo, el equivalente a una explosión nuclear.

Foto: UCSB

Los restos de un cometa que explotó en el aire pudieron haber arrasado una antigua aldea en Siria, según una nueva investigación, publicada recientemente en la revista Nature Scientific Reports. La aldea de Abu Hureyra fue un antiguo asentamiento prehistórico situado en el norte de Siria hace unos 13.000 años. El yacimiento fue excavado con prisas entre 1972 y 1973, antes de que la construcción de la presa de Taqba en el río Éufrates inundara los restos bajo las aguas del nuevo lago Assad. Pero estas excavaciones apresuradas expusieron superficies ricas en carbono que contenían esferas de vidrio formadas por la fundición del suelo. Asimismo también se hallaron muestras ricas en hierro y azufre y nanodiamantes. Estos materiales son indicadores de temperaturas extremadamente altas, como las que se producen cuando un fragmento de roca explota en el aire.

Las excavaciones de Abu Hureyra en la década de 1970 expusieron superficies ricas en carbono con esferas de vidrio, muestras ricas en hierro y azufre y nanodiamantes.

Un equipo de investigadores dirigido por Andrew Moore, arqueólogo del Instituto de Tecnología de Rochester en Nueva York (el mismo que dirigió las excavaciones de emergencia del yacimiento en la década de 1970), y en el que ha participado James Kennett, profesor emérito de la Universidad de California en Santa Barbara, recientemente reexaminó con mayor detalle algunos de los materiales procedentes del yacimiento. Los científicos desarrollaron asimismo métodos experimentales para replicar estos materiales descubiertos en la aldea, que "proporcionaron nuevos conocimientos sobre cómo se formó el vidrio fundido y cómo las plantas y otros materiales se incorporaron en él", ha explicado Moore.

La fusión de los minerales que se encuentran en el suelo requiere temperaturas de más de 3.600ºC "lo suficientemente calientes como para que hiervan los granos de cuarzo", continúa explicando Moore. "Es imposible explicar estos minerales derretidos en el vidrio fundido por cualquier proceso natural que no sea un evento de impacto cósmico", concluye el arqueólogo.

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Los primeros pobladores de Abu Hureyra fueron cazadores-recolectores. Una terrible sequía hizo que sus habitantes empezaran a cultivar algunos granos que habían recolectado en estado salvaje, lo que, según los investigadores, los convirtió en los primeros agricultores conocidos. Hace unos 13.000 años sucedió un hecho catastrófico, que dejó una gruesa capa de carbono en el suelo. Pero durante gran parte de la última década, los científicos que han estudiado los restos excavados en Abu Hureyra han debatido sobre lo que debió de suceder allí, sin llegar a un acuerdo. Hasta ahora no han podido determinar si el carbono se formó durante una explosión en el aire o a causa de incendios que se desataron en la aldea por causas naturales y que destruyeron las chozas de paja.

Hace unos 13.000 años debió de suceder en Abu Hureyra un hecho catastrófico, que dejó una gruesa capa de carbono en el suelo.

El equipo decidió reexaminar el vidrio con más detalle, y su análisis de la composición coincidió con un hallazgo de 2012 que afirmaba que una ráfaga de aire había destruido Abu Hureyra,lo que sugiere que el tranquilo modo de vida de los aldeanos terminó abruptamente cuando uno o más fragmentos de un cometa que pasaba cerca de la Tierra explotaron en el aire, justo sobre la aldea. "Las personas que estaban en o cerca de la aldea de Abu Hureyra en el momento de la explosión habrían visto un inmenso destello en el cielo, el equivalente a una explosión nuclear. Unos segundos después, habrían resultado incinerados por el calor extremo que produjo la misma. La ola de calor destruyó la aldea y todo lo que había en ella, dejando una capa de material quemado en la superficie", explica Moore. Los observadores que se hallaban a varias decenas de kilómetros del lugar habrían visto el destello, escuchado la explosión y sentido la ola de calor, pero probablemente lograron sobrevivir a la detonación.

Moore y sus colegas llevaron a cabo un experimento: calentaron fragmentos de vidrio en un horno en el laboratorio hasta que se derritieron por completo, lo que ocurrió a unos 1.300ºC, estableciendo un límite inferior para la temperatura a la que los esferoides habían estado expuestos originalmente. Pero se necesitaron temperaturas más altas para que el cuarzo y otras partículas se derritieran.

Cataclismos en todo el planeta

Los investigadores también compararon el material de Abu Hureyra con el vidrio derretido en otros lugares de impacto prehistórico en la Tierra y encontraron muchas similitudes. La riqueza del vidrio fundido que data de aproximadamente el mismo período de tiempo sugiere que miles de pedazos de escombros, posiblemente arrojados por un cometa, se estrellaron contra la atmósfera de la Tierra hace 12.800 años, impactando en más de 40 lugares diferentes en América del Norte y Europa.

El impacto habría contribuido a la extinción de la mayoría de la megafauna, incluidos los mamuts, los caballos y los camellos de América del Norte. También habría sido la causa de la desaparición de la cultura de Clovis y habría dado inicio al abrupto enfriamiento del planeta conocido como Joven Dryas, hace entre 12.700 y 11.500 años. Esta hipótesis también ha ido ganando fuerza recientemente a raíz del descubrimiento de un cráter debajo del glaciar Hiawatha, en Groenlandia. También en América del Sur se han descubierto pruebas similares: en un yacimiento arqueológico en Pilauco, en el sur de Chile, han aparecido restos de vidrio fundido a altas temperaturas y otras pruebas como las aparecidas en Abu Hureyra.

En Pilauco, en el sur de Chile, también han aparecido restos de vidrio fundido a altas temperaturas y otras pruebas como las aparecidas en Abu Hureyra.

Así, los nuevos hallazgos del equipo de Moore y Kennett coinciden con una hipótesis planteada en 2007. Según esta teoría, la Tierra experimentó varias ráfagas de aire multicontinentales. Dado que la caída de un cometa o un asteroide lo suficientemente grande como para causar una destrucción tan generalizada es poco probable, los investigadores sospechan que estos impactos dispares casi con total seguridad fueron causados ​​por los restos de un cometa que pasó cerca de la Tierra y que se desintegró en parte o totalmente, y sus restos cayeron en diversos lugares del planeta.

"Nuestra teoría es que los grupos de desechos cometarios más grandes sí son capaces de causar miles de ráfagas en un lapso de minutos en todo un hemisferio de la Tierra. Un encuentro con un cúmulo de escombros de un millón de kilómetros de este tipo sería miles de veces más probable que una colisión con un cometa de 100 kilómetros de ancho o un asteroide de 10 kilómetros de ancho", concluyen los investigadores.

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