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Las imprecisas pinturas rupestres de color rojo, conocidas como Altxerri B, situadas en la galería superior de la cueva guipuzcoana de Altxerri, en el País Vasco, son mucho más antiguas de lo que se creía, según un estudio publicado en la revista Journal of Human Evolution. El conjunto de arte parietal de Altxerri B tendría unos 39.000 años de antigüedad y corresponde, por tanto, al período auriñaciense, al inicio del Paleolítico Superior, mientras que el resto de pinturas y grabados de la cueva de Altxerri han sido datados en el período magdaleniense, varios miles de años después. Las pinturas rupestres de Altxerri B se encuentran entre las más antiguas de Europa, junto a las de las cuevas de Chauvet (Francia), Aldène (Francia), Fumane (Italia), Arcy-sur-Cure (Francia) y Abri Castanet (Francia), entre otras. Los investigadores corroboran la hipótesis según la cual al inicio del Paleolítico Superior el arte figurativo era más variado y complejo de lo que se suponía.
En 2011, los investigadores César González y Aitor Ruiz, de la Universidad de Cantabria, emprendieron un nuevo estudio del conjunto rupestre de Altxerri, con motivo de la tesis doctoral de Ruiz, e incluyeron también el estudio de la galería superior, según explica en una nota de prensa el Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria. Desde el principio resultó evidente que se trataba de un conjunto independiente del de la galería inferior, por tanto, uno de los primeros objetivos fue establecer una cronología de Altxerri B
, afirma Ruiz. Los investigadores Diego Garate, de la Université Tolouse II-Le Mirail, y Eneko Iriarte, de la Universidad de Burgos, también han participado en el proyecto.
El conjunto rupestre de Altxerri fue descubierto en 1962, unos años después de que una voladura con dinamita, procedente de una explotación minera, hubiera abierto un boquete en una pared caliza del monte Beobategaña. Desde 1966 se tenía constancia de una galería superior con pinturas rojas -entre las que los expertos parecen reconocer un enorme bisonte-, pero nunca fue estudiada en profundidad. Un estudio geológico realizado por los investigadores ha demostrado que los yacimientos de Altxerri y Altxerri B son independientes y que el acceso a este último había sido sellado miles de años antes.
Los pigmentos de las pinturas de Altxerri B no son inorgánicos (proceden de la tierra, de minerales o metales, y no de seres vivos), por lo que no se han podido fechar directamente y se ha recurrido a la datación de huesos depositados al pie de las mismas y al análisis de otras muestras del contexto, financiado por la Sociedad de Ciencias de Aranzadi. También se ha realizado una analogía estilística con pinturas rupestres de fechas similares. Los resultados indican una antigüedad de unos 39.000 años.