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Los orígenes del Carnaval son inmemoriales. El vocablo proviene del término carnevale, propio de las lenguas romances o neolatinas y que en italiano no ha sido modificado. El italianismo carnaval
ha desplazado las formas tradicionales españolas carnal
, antruejo
y carnestolendas
.
Un período de permisividad y crítica social
Cervantes relata el siguiente suceso en El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha: ... y allí, puesto Sancho en mitad de la manta, comenzaron a levantarle en alto y a holgarse con él como con perro por carnestolendas
. Es decir, por carnaval
, cuando era costumbre mantear a perros o a peleles.
Los términos carnaval
o carnevale derivan de la expresión latina carnem levare, esto es, quitar la carne
, la prohibición de comer carne durante los cuarenta días de la Cuaresma. El martedì grasso, el último día de Carnaval, se celebraba un banquete desenfrenado -y la carne precisamente era un símbolo de estos excesos- previo al período de ayunos y abstinencias de la Cuaresma, un tiempo de purificación y penitencia que culmina en la Pascua.
Representación del paganismo
Para el cristiano de la época medieval, el Carnaval era la representación del paganismo: el pueblo se ocultaba bajo máscaras y disfraces, se celebraban desfiles, bailes y comilonas, ardían las hogueras y se sacrificaban animales para atraerla fortuna.
Era un período de permisividad, de crítica social, en el que se ridiculizaban a los gobernantes, a los nobles, al clero e incluso la moral religiosa. Esta festividad pagana probablemente hunde sus raíces en las antiguas Saturnales romanas y en las celebraciones orgiásticas en honor a Baco, tan relacionadas a su vez con la finalización de la siembra de invierno, la entrada del equinoccio de primavera y la fertilidad de un nuevo ciclo.