La fallida invasión de Holanda

Operación Market Garden: el peor fracaso aliado del frente occidental

En septiembre de 1944 los aliados lanzaron una atrevida invasión de Holanda por tierra y aire que terminó en un fracaso estrepitoso con un balance de 16.000 bajas.

1280px Market Garden   Nijmegen and the bridge

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La ciudad de Nimega totalmente arrasada, con el puente sobre el río Waal al fondo. Los alemanes bombardearon sistemáticamente todas las ciudades liberadas por los aliados en un intento de frenar su avance.

Wikimedia Commons

Tras el éxito del desembarco de Normandía y la liberación de Francia y Bélgica,  los aliados idearon un atrevido plan para acelerar el fin de la guerra. Mediante un ataque quirúrgico a través de Holanda pretendían sortear las defensas de la Línea Sigfrido e invadir Alemania.

Ideada por el comandante en jefe británico, el mariscal Montgomery, la operación Market Garden pretendía hacerse con el control de la estratégica carretera que llevaba de Bruselas hasta Arnhem, abriendo un corredor a través de la defensas alemanas que les llevaría al otro lado del Rin. Para ello 41.000 paracaidistas capturarían los puentes que jalonaban la ruta (nombre en código Market), coordinados con el avance por la carretera de las divisiones acorazadas británicas (Garden).

Sobre Holanda

La operación empezó la mañana del día 17 de septiembre con el despegue de cientos de  aviones desde Inglaterra, una flota aérea que incluía planeadores cargados con jeeps y munición, además de cañones antitanque ligeros con los que hacer frente a los panzers alemanes en la zona de desembarco. El objetivo principal de la invasión era el puente sobre el Rin en Arnhem, que fue confiado a las divisiones aerotransportadas británicas y polacas, mientras que los cruces más al sur, en Eindhoven y Nimega serían atacados por los americanos.

Pese al riesgo de saltar en pleno día, la luz del sol permitió a los paracaidistas agruparse rápidamente en los puntos de salto, empezando de inmediato el ataque sobre los puentes. En el sur la cosa empezó bien: la división 82 de James M. Gavin se apoderó rápidamente de los cruces alrededor de Nimega, al tiempo que la 101 ocupaba Eindhoven. En esa última población sin embargo, no se logró capturar los puentes sobre el canal Wilhelmina, que fueron volados por los alemanes.

Waves of paratroops land in Holland

Waves of paratroops land in Holland

El primer día de la operación Market Garden, un total de 34.600 paracaidistas se lanzaron sobre Holanda, en la ofensiva aerotransportada más grande de toda la guerra.

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Por desgracia en Arnhem polacos y británicos se toparon con una inusitada resistencia, fortalecida por la 2ª división panzer SS, que aunque identificada por la resistencia había sido ignorada por la inteligencia aliada. Debido a ello solo el 2º batallón del coronel John Frost logró llegar hasta el extremo norte del puente, donde al punto fue rodeado por los alemanes. Los británicos además estaban aislados del resto de fuerzas aliadas por el fallo de sus radios, de modo que debieron recurrir a palomas mensajeras para comunicarse.

Su situación era todavía más crítica debido a la falta de aviones, lo que obligó a dos tercios de sus efectivos a quedarse en Inglaterra la mañana del salto, a la espera de ser desplegados en una segunda oleada, y cuando al fin saltaron, los británicos fueron diezmados por el fuego enemigo. Formando una tercera oleada, los polacos quedaron en tierra debido a la niebla, de modo que no serían desplegados hasta al cabo de tres días, con los alemanes ya sobre aviso gracias a que habían capturado un maletín con los mapas de la operación.

La carretera del infierno

Mientras los aliados quedaban cercados en Arnhem, mucho más al sur empezaba el asalto blindado, con una barrera de artillería que arrasó las posiciones alemanas de la frontera belga. Encabezados por los regimientos de guardias reales, los tanques iniciaron su avance la tarde del 17, pero al llegar a Eindhoven se encontraron con que sin puentes no se podía cruzar. 

cp nimega

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Un escuadrón de carros sherman americanos cruza el puente de Nimega el 19 de septiembre de 1944.

Cordon Press

Esto obligó al cuerpo de ingenieros a traer desde retaguardia un pontón Bradley, provocando un retraso de dos días que permitió a los alemanes reaccionar; iniciándose un contraataque general sobre las zonas de salto aliadas y el corredor abierto a lo largo de la llamada “carretera del infierno”.

Pese a ello el avance prosiguió tan buen punto el pontón estuvo terminado el 19. Con el apoyo de los carros Sherman y Cromwell los paracaidistas de la 101 llegaron hasta Nimega, enlazando con sus camaradas y llegando a 400 metros del puente de Arnhem. Allí la ofensiva fue detenida por el fuego de los alemanes, quienes iniciaron un duro contraataque que les empujó de vuelta a la ciudad, dejando a británicos y polacos abandonados a su suerte.

Un puente demasiado lejano

En Arnhem los paracaidistas aún resistían valientemente pese a contar solo con poca munición, gracias a la pérdida de las zonas de salto donde se suponía que debían aterrizar los planeadores con los suministros. El cerco se estrechaba más y más, sin proyectiles antitanque poco podían hacer contra los panzers, y cuando Frost fue herido por un morterazo, sus hombres se rindieron el día 20.

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Soldados británicos atrapados en Arnheim lanzan sus últimos proyectiles contra los alemanes. En la ciudad fueron capturados 6.854 paracaidistas.

Cordon Press

La bolsa formada por el resto de paracaidista británicos se vio reforzada por el salto sobre sus posiciones de los tardíos refuerzos polacos, pero aunque mantuvieron su posición durante algunos días, el 25 los tigers rompieron sus líneas y les hicieron prisioneros. Solo 2.000 paracaidistas lograron salvarse cruzando el Rin.

cp prisonbrit

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Un grupo de soldados británicos marcha hacia la retaguardia para su internamiento en un campo de prisioneros.

Cordon Press

Con la extinción de este último reducto terminó la operación Market Garden, un duro revés para los aliados en el que sufrieron 16.000 bajas, incluyendo a los 6.000 paracaidistas que se habían rendido en Arnhem. Por su parte se calcula que los alemanes perdieron sobre 9.000 hombres entre muertos y heridos.