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La Sima de las Palomas, situada en la montaña Cabezo Gordo, en la Región de Murcia, concentra todos los elementos de nuestro pasado más remoto: fuego, animales, herramientas y restos neandertales. "Dichos restos incluyen tres esqueletos articulados además de otros que demuestran la presencia de al menos siete individuos de todos los rangos de edad, conformando así el conjunto de restos de la especie Homo neanderthalensis más importante de todo el arco mediterráneo español", afirma en un documento la Asociación Murciana para el Estudio de la Paleoantropología y el Cuaternario. "El hallazgo de un esqueleto del Hombre de Neandertal en estado de conexión anatómica siempre es un descubrimiento científico insólito que tiene gran repercusión internacional. La última vez que fue excavado un esqueleto articulado de un neandertal adulto fue hace cuarenta años en Francia. ¡Y en la Sima de las Palomas del Cabezo Gordo hay tres!", exclaman los investigadores.
Del 21 de julio al 11 de agosto se ha desarrollado la vigésimo quinta campaña de excavaciones en la Sima de las Palomas, con unos resultados excelentes. Un nuevo individuo neandertal, representado de momento por dos piezas dentarias, ha sido excavado en un nivel situado a dos metros por debajo de los esqueletos articulados. También se han descubierto numerosos útiles de caliza, sílex y cuarzo, entre ellos puntas y raederas musterienses, y abundantes restos animales, como la tortuga, el conejo, el caballo y el ciervo, entre los que hay "miles de fragmentos carbonizados, en su mayoría pequeños y triturados, que indican la importancia del lugar para el asado de carne". Mariano López, quien dirige las excavaciones junto con Michael Walker y María Haber, revela a este medio un hallazgo insólito: "Hemos encontrado una falange que parece de Panthera leo [un león] o de un carnívoro grande, pero se trata de una identificación preliminar y todavía no lo podemos confirmar".
Miles de fragmentos carbonizados indican la importancia del lugar para el asado de carne
Los tres esqueletos neandertales, excavados a partir de 2005, corresponden a un adulto que descansaba sobre los restos de un joven o un niño, ambos con sus cráneos y mandíbulas, y un poco más abajo paquetes de huesos en conexión anatómica de un segundo individuo adulto, cuyos restos estarían relacionados con otros hallados en 1991. "Los esqueletos fueron sepultados por un proceso que tal vez no fuese completamente natural, y no se descarta la posiblidad de que fuesen cubiertos intencionadamente con piedras y lajas", señalan los investigadores. El esqueleto superior, denominado Paloma y de sexo femenino, es "el esqueleto más completo de todo el litoral mediterráneo europeo y tiene la pelvis femenina neandertal más completa del mundo", añaden. La antigüedad de estos tres esqueletos es de unos 50.000 años, según han determinado las diferentes metodologías, mientras que las nuevas muestras están proporcionando indicios de una antigüedad superior a los 90.000 años.
Por último se ha podido comprobar que el lugar fue utilizado de forma prolongada y sin interrupción por los neandertales, pues los indicios de asado de carne, entre ellos restos quemados de caballo silvestre, abundan por toda el área de investigación. También se han detectado restos de cérvidos y de cabra hispánica y, en 2016, dientes de carnívoros mayores como la hiena y quizás el oso, además de fragmentos dentarios de un herbívoro mayor que parece ser un rinoceronte. "Las capas profundas en vías de excavación podrían corresponder al vertedero de un campamento neandertal situado alrededor de la boca de la sima", sostienen los arqueólogos. Por otro lado resulta evidente que los neandertales se alimentaron también de materias vegetales. "La presencia de fitolitos en el sarro de los dientes demuestra que comían plantas, con toda probablidad semillas de gramíneas", concluyen.