PERTENENCIA CULTURAL

Hallan nuevas evidencias de modificación craneal en la cultura japonesa

La transformación de las características naturales del cuerpo, lejos de desaparecer, ha evolucionado a lo largo de la historia. Ahora, un nuevo estudio analiza la modificación craneal en el pueblo Hirota, en Japón.

Modificación craneal

Modificación craneal

Las evidencias de modificación craneal halladas en Japón son solo un ejemplo de una práctica histórica habitual.

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La modificación corporal es una práctica muy antigua: civilizaciones antiguas de todos los rincones del mundo la han practicado e incorporado a sus respectivas culturas de forma deliberada con motivos religiosos o estéticos. 

Los tipos de alteraciones llevadas a cabo son sumamente diversas: perforaciones, implantes, escarificaciones, amputaciones, tatuajes y mucho más. Algunas de las técnicas han evolucionado a lo largo de la historia y todavía se practican a día de hoy, bien de forma tradicional o una versión modernizada de estas. 

Las curiosas formas en las que cada cultura ha tratado la alteración de distintas partes de su cuerpo a lo largo de la historia ha intrigado siempre a los expertos, que todavía a día de hoy siguen descubriendo evidencias de estas prácticas, algunas de ellas sorprendentemente extremas. 

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UN POBLADO JAPONÉS CON Rasgos distintivos

Actualmente, un equipo compuesto por arqueólogos y antropólogos de las universidades de Kyushu (Japón) y Montana (Estados Unidos) ha realizado un nuevo estudio que analiza la modificación craneal en el pueblo Hirota originario de Tanegashima, en el sur de Japón, durante los siglos III a VII d.C. 

El objetivo de este análisis es progresar en la comprensión de un procedimiento intencionado que, además de Japón, también han practicado otras civilizaciones en lugares tan alejados entre sí como Europa, África y América. 

¿Por qué fue una práctica tan extendida? ¿Qué motivos concretos llevan a poblados tan distintos a cambiar la forma de sus cabezas? ¿Cómo se llevan a cabo estas modificaciones?

Este estudio ha conseguido demostrar que las diferencias en la anatomía craneal de estos individuos no son causados por factores genéticos, sino que se trata de una técnica humana ancestral. 

Los sujetos, cuyos restos fueron extraídos de la exorbitante necrópolis de Tanegashima décadas atrás, presentan una deformación característica en la zona occipital y parietal del cráneo, resultando en una cabeza corta y aplanada por la parte posterior. Al compararlo con otras modificaciones llevadas a cabo en Japón, se observan diferencias significativas. 

Los nuevos hallazgos apuntan a que no había diferenciación de género en las modificaciones realizadas, por lo cual los expertos sugieren que el motivo detrás de esta práctica, en el caso de Hirota, sería incluir un signo de identificación grupal a sus individuos para fomentar la pertenencia cultural. 

LA MODIFICACIÓN CRANEAL EN LA HISTORIA

El cráneo es una estructura ósea compuesta por varias placas que encierran y recubren el cerebro. Dado que su función principal es la protección de este órgano se trata de una estructura consistente y dura, pero no siempre es así.

En etapas tempranas de la vida del ser humano los huesos que componen el cráneo todavía no están completamente unidos. Eso hace que la cabeza de los bebés sea susceptible a sufrir deformaciones de forma relativamente fácil. Por eso, la modificación craneal deliberada que algunas culturas practican se remonta a la infancia. 

Algunas de las técnicas que consiguen alterar la estructura craneal utilizan vendajes compresivos, tablas u otras estructuras compactas que se presionan contra la cabeza del infante por un periodo de tiempo prolongado para crear una modificación permanente. 

Hirota no es el único pueblo en usar esta forma de alteración corporal a lo largo de la historia. De hecho, existen decenas de civilizaciones, tribus y poblados que han realizado esta práctica para conseguir alargar sus cabezas o, por el contrario, aplanarlas por alguno de sus lados. Algunos de los ejemplos más estudiados se enumeran a continuación: 

  • Los Hunos, pueblo nómada con origen en Asia Central. 

  • Los Ostrogodos, pueblo germánico de la zona norte del Mar Negro.

  • Los Mayas, civilización mesoamericana.

  • Los Chinook, tribus indígena de Norteamérica. 

  • Los aborígenes australianos, descendientes de los primeros habitantes de Australia.

  • Los Paracas, tribu habitante en el sur de la costa peruana. 

Cabe destacar que algunas tribus en Vanuatu y la República del Congo todavía realizan modificaciones craneales en la actualidad. 

OTRAS ALTERACIONES CORPORALES DESTACADAS 

La historia de la humanidad está plagada de ritos y prácticas culturales y religiosas que se traspasan de generación en generación, y las modificaciones corporales son una muestra de ello. 

Los cuellos alargados de las mujeres jirafa en África, los tatuajes extensivos de los miembros de la Yakuza en Japón, los pies de loto de las mujeres chinas, los platos labiales en Tanzania y Etiopía, el afilado de dientes en Indonesia, o el uso del corsé en la Europa del siglo XVII son algunos de los ejemplos destacados que han asombrado a la humanidad. 

Estas prácticas, a menudo controvertidas, son asociadas con la desfiguración de la anatomía humana y actualmente se consideran una forma de tortura, a pesar de que historicamente se haya tratado de una práctica extendida y muy común.