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La antigua Tracia agrupó a varios pueblos aguerridos y poderosos entre el mar Negro y el mar Egeo, en Europa oriental. La exposición La saga de los reyes tracios. Descubrimientos arqueológicos en Bulgaria, del 16 de abril al 20 de julio en el Museo del Louvre, explora el reino odrisio, que surgió de la unión de varias tribus tracias en el siglo V a.C. y que se disolvió alrededor del siglo IV a.C. Las magníficas tumbas de los reyes y aristócratas tracios están saliendo a la luz en las últimas décadas, especialmente a través de las excavaciones arqueológicas en Bulgaria. La muestra reúne piezas únicas de los museos búlgaros, por ejemplo los tesoros de la tumba real de Seutes III, contemporáneo de Alejandro Magno. Su rostro barbado en bronce, del siglo III a.C., es una de las piezas principales de esta exposición.
Orfeo, el célebre cantor de origen tracio
Numerosos personajes legendarios están asociados con la antigua Tracia: Orfeo, el célebre cantor que embelesaba a todos con su lira; los reyes tracios que formaban parte de los poemas homéricos, como Reso, Tereo, Diomedes, Fineo y Licurgo; e incluso Espartaco en época romana. La figura inmortal de Orfeo abre la exposición, junto con obras que evocan a los reyes tracios y manuscritos medievales que corroboran la transmisión y transformación de estos mitos antiguos. En contraste a estas figuras mitológicas aparecen representados personajes tracios anónimos: hombres ataviados como guerreros mercenarios, más conocidos como los peltastas; y mujeres reconocibles por sus tatuajes. Por primera vez se pueden contemplar algunas de las tumbas tracias más importantes con su ajuar funerario completo, en las que resultan patentes las influencias de otras civilizaciones cercanas.