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Del 26 de marzo al 5 de julio de 2015, el Museo Británico de Londres presenta la exposición Definiendo la belleza: el cuerpo en el arte griego antiguo, que explora la evolución del canon griego de belleza, desde la simplicidad abstracta de las figurillas prehistóricas hasta el asombroso realismo de la época de Alejandro Magno. El cuerpo ideal propuesto por los griegos se fue extinguiendo a finales del período greco-romano, pero su recuerdo permaneció durante siglos hasta que fue rescatado por el Renacimiento y asimilado por la cultura occidental. Esta magnífica muestra reúne unas 150 piezas, entre ellas algunas de las estatuas de mármol más emblemáticas de la Antigüedad y otras obras maestras en terracota, bronce o cerámica.
Tres aspectos que destacan en esta exposición: se expone por primera vez en Gran Bretaña una escultura de bronce recuperada en Croacia en 1999 que representa a un atleta desnudo; seis esculturas del Partenón se exhiben por primera vez fuera de su espacio habitual, creando un nuevo diálogo; y el Torso de Belvedere de los Museos Vaticanos, tan venerado por Miguel Ángel, se expone junto a un dibujo que realizó el pintor renacentista para la bóveda de la Capilla Sixtina.
El Apoxiomeno de Croacia, que así es como se llama la estatua excavada en el lecho marino de una isla croata, representa a un joven raspando su cuerpo con un estrigilo, para retirar el aceite y la arena de la palestra, después de hacer ejercicio y antes de bañarse. Por otro lado, se exponen varias esculturas del Partenón de Atenas en un contexto diferente, entre ellas una figura recostada que representa al dios-río Iliso, cedida recientemente al Museo del Hermitage de San Petersburgo, con lo que se crea más controversia en el enfrentamiento que mantiene el Museo Británico con Grecia, que sigue reclamando las esculturas del Partenón. La escultura del dios del río Iliso, de Fidias, se muestra junto al Discóbolo Townley, una copia romana del original perdido de Mirón, y junto a la reconstrucción del Doríforo de Policleto por parte de Georg Römer, un escultor alemán. Por último, se muestra el Torso de Belvedere al lado de un dibujo de Adán realizado por Miguel Ángel para la Capilla Sixtina.