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Los antiguos egipcios entendían la muerte como un paso hacia la resurrección: morir para renacer. Tras el fallecimiento empezaba una nueva vida en un mundo gobernado por Osiris, el dios de los muertos. Sin embargo, antes de entrar en el reino de Osiris el difunto debía enfrentarse al Juicio Final. El corazón del difunto se pesaba comparándolo con una pluma, que representaba a Maat, la diosa de la verdad y de la justicia, para valorar su inocencia. Si el corazón pesaba más que la pluma, la diosa demonio Ammit, mitad hipopótamo y mitad cocodrilo, lo devoraba, con lo que se condenaba al muerto al olvido. Si pesaba más la pluma, se consideraba que el difunto había llevado una vida recta y podía acceder al más allá. Las creencias sobre la vida después de la muerte en el antiguo Egipto siempre han fascinado a estudiosos y viajeros. En este sentido, La Obra Social "la Caixa" presenta por primera vez la exposición Momias egipcias. El secreto de la vida eterna, que se podrá visitar en CaixaForum Lleida hasta el 21 de abril de 2013.
La muestra analiza los complejos rituales relacionados con la muerte y la otra vida, profundizando en la evolución del arte de la momificación. Las momias, precisamente, se han convertido en únicos testigos de un mundo desaparecido. Éstas nos ofrecen la posibilidad de descubrir cómo se vivía y se moría en el antiguo Egipto. Aunque las inscripciones de los sarcófagos han permitido obtener numerosos datos, para conseguir más información a partir de las momias era necesario desenvolverlas, un procedimiento invasivo y destructivo. Hoy en día, las técnicas no invasivas, como las radiografías o distintos tipos de escaneados, permiten examinar las momias sin estropear su cuerpo. Las exploraciones radiológicas realizadas con tomografías computarizadas (TC), por ejemplo, han aportado nuevos datos sobre la momificación del cuerpo y su estado. Además, han mostrado los escarabeos escondidos en el envoltorio.
La exposición reúne más de 180 piezas de distintos períodos, procedentes de diversas cámaras sepulcrales. Se exhiben momias humanas y animales, así como sarcófagos, joyas, amuletos, máscaras, esculturas, estelas y objetos personales. Destacan los sarcófagos de Amenhotep y, especialmente, el conjunto de Anjhor, compuesto por la momia y los sarcófagos de este gran sacerdote de Tebas que vivió hacia el 650 a.C. La muestra ha sido organizada por el Musée de la Civilisation del Quebec (Canadá), en colaboración con el Rijksmuseum van Oudheden de Leiden (Países Bajos), cuyo Museo Nacional de Antigüedades de los Países Bajos es conocido en todo el mundo por sus colecciones de egiptología.