Abel G.M.
Periodista especializado en historia y paleontología
Actualizado a
· Lectura:
La cultura del tupper no es un invento moderno, al contrario, es tan antigua como las sociedades mismas. Un estudio reciente ha analizado los restos de comida encontrados en una mina de cobre en Prigglitz-Gasteil (Austria) que estuvo activa entre los años 1.100 y 900 a.C. aproximadamente y ha llegado a la conclusión de que los mineros llevaban “tuppers” a su lugar de trabajo.
En la entrada de la mina los investigadores encontraron recipientes con restos de alimentos, por lo que señalan que estaban destinados a preparar y transportar la comida al lugar de trabajo. Esta sería similar a lo que hoy llamaríamos platos preparados, con diversos tipos de alimentos como legumbres, carne -especialmente de cerdo-, cereales, fruta y frutos secos. Los investigadores creen que al menos parte de estos ingredientes se mezclaban con leche u otros líquidos para crear una masa pastosa, parecida a lo que hoy llamaríamos gachas.

Comida Edad del Bronce mina Austria
Restos de avellanas (a), pericarpio de una fruta (b), semilla de manzana o pera (c), manzana (d), ciruelas (e), nueces (f) y moras (g)
Imágenes: OeAW-OeAI/S. Wiesinger (a, c–g), T. Jakobitsch (b).
Trabajadores especialistas
El estudio señala la relación directa entre el trabajo especializado y la comida preparada: para que los trabajadores especialistas pudieran optimizar su jornada, otras personas preparaban su comida para que se la llevasen al lugar de trabajo, sin tener que emplear tiempo en prepararla ellos mismos o en volver a sus hogares a comer si vivían lejos. Los ingredientes requerían un cierto grado de preparación: limpiar los cereales, quitar la cáscara de los frutos, cocinar la carne, etc. Delegando este trabajo en otras personas y llevando la comida ya hecha al lugar de trabajo, podían reducir el tiempo dedicado a la alimentación y mejorar su rendimiento.
Los ingredientes requerían un cierto grado de preparación; delegándolo en otras personas, los trabajadores especialistas podían reducir el tiempo dedicado a la alimentación y mejorar su rendimiento
La Edad del Bronce culminó un proceso de especialización de los trabajos que había empezado con la aparición de las sociedades urbanas. La especialización permite que grupos de personas se dediquen a una única actividad de forma intensiva, pero para que sea eficiente es necesaria una sociedad organizada que permita el intercambio de productos y garantice la alimentación de las personas que se dedican a otras actividades.
Hallazgos similares ya se habían hecho en otros lugares, especialmente en Egipto y Mesopotamia, que ya en el tercer milenio antes de Cristo eran economías especializadas, o en el Mediterráneo en el segundo milenio antes de Cristo. Pero según los investigadores, esta es la primera vez que se hace un descubrimiento de este tipo en Europa central.