Barcelona

Mesopotamia, cuna de la civilización

La Obra Social "la Caixa" inaugura la exposición "Antes del diluvio. Mesopotamia, 3500-2100 a.C."

«Antes del diluvio. Mesopotamia, 3500-2100 a.C.»

«Antes del diluvio. Mesopotamia, 3500-2100 a.C.»

Cabeza femenina procedente de Mesopotamia del Norte (ca. 2600 a.C.).

© RMN (MUSÉE DU LOUVRE) / HERVE LEWANDOSKI / OBRA SOCIAL "la Caixa"

La Obra Social "la Caixa" inauguró ayer la exposición Antes del diluvio. Mesopotamia, 3500-2100 a.C., que se podrá visitar en CaixaForum Barcelona hasta el 24 de febrero de 2013. La muestra explora la imagen del mundo que tuvieron los mesopotámicos del IV y III milenio a.C. y que en gran medida nos ha sido legada a través de la Biblia, el Corán y varios mitos y textos griegos. Las ciudades mesopotámicas ejercieron una gran influencia en el mundo griego y judeocristiano, condicionando de modo decisivo el surgimiento de la civilización europea.

La primera gran arquitectura monumental, la primera planificación territorial, la primera escritura de la historia y la primera contabilidad se originaron en Uruk hacia el año 3500 a.C. Tras la caída de esta ciudad, hacia 2900 a.C., un buen número de ciudades-estado independientes crecieron en las riberas sureñas de los ríos Tigris y Éufrates y en las marismas del delta. Quinientos años más tarde fueron unificadas en un primer imperio, el acadio, con su capital, Acad, asentada quizá en la actual Bagdad. De corta duración, fue reemplazado por un segundo imperio, llamado Ur III, gobernado desde la ciudad sureña de Ur.

La exposición reúne, por primera vez, un conjunto formado por unas 400 piezas procedentes de 32 museos y coleccionistas de todo el mundo relacionadas con distintos aspectos de la cultura que se desarrolló en las llanuras aluviales del Tigris y el Éufrates, en lo que hoy es el sur de Irak. A partir de obras de arte y de artesanía, joyas y objetos rituales, textos y símbolos, presenta las investigaciones más recientes en torno a este periodo y se interroga sobre la interpretación que han hecho del mismo los historiadores y arqueólogos de distintas épocas. La muestra, comisariada por Pedro Azara y con la participación de un comité científico internacional, se completa mediante documentación, entrevistas filmadas y reconstrucciones en 3D -que recrean la ciudad de Ur y el Templo Blanco de Uruk, entre otros-, así como obras de artistas contemporáneos, fotografías y filmaciones.

Se trata de la primera gran muestra dedicada a un periodo y un espacio cultural descubiertos a finales del siglo XIX y que en la actualidad son motivo de preocupación, a causa de las recientes guerras, invasiones y pillajes, que han devastado unos frágiles yacimientos arqueológicos.