Luis XIV de Francia, conocido como el Rey Sol y paradigma de la monarquía absoluta, murió aquejado de gangrena en septiembre de 1715, tras 72 años de reinado. El Museo Británico conmemoró la efeméride de su muerte con la exposición Triunfo y desastre: medallas del Rey Sol, que se pudo ver del 4 de junio al 15 de noviembre de 2015. La muestra exploró la historia metálica de su reinado, es decir, un proyecto ambicioso que reunió a historiadores, artistas y medallistas de aquel tiempo para que plasmaran la gloria del rey en una colección de medallas para la posteridad. Intervinieron autores como Charles Perrault, célebre por sus cuentos infantiles, o el dramaturgo Jean Racine, uno de los más grandes del siglo XVII, con el propósito de crear una imagen ideal de Luis XIV: un Rey Sol victorioso cuyos benevolentes rayos transmitían calor e iluminaban el mundo entero.
Medallas satíricas
Las magníficas medallas que se exhibieron, en perfecto estado de conservación, procedían de las colecciones del Museo Británico. Y entre los préstamos se incluyó un retrato de Luis XIV esmaltado y en miniatura procedente del Museo Victoria & Albert. Sin embargo, la vida del rey no fue un camino de rosas. La decadencia del régimen y de la corte se acentuó en los últimos años y la hegemonía francesa en el continente comenzó a declinar. Por toda Europa, especialmente en los Países Bajos, se acuñaron medallas con burlas y sátiras hacia las medallas francesas oficiales. Estas medallas identifican al Rey Sol con Faetón, precipitándose en un carro desde el cielo tras ser expulsado por Júpiter. En otra medalla aparecía representado como un anciano completamente derrotado por la reina Ana de Gran Bretaña.