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Un estudio exhaustivo sobre la actividad humana del pasado en la isla de Mona, actualmente deshabitada y situada entre la República Dominicana y Puerto Rico, ha revelado la mayor concentración de arte rupestre indígena y precolombino en el Caribe, según informa hoy la Universidad de Leicester. Los investigadores, de esta universidad y del Museo Británico, junto con compañeros del British Geological Survey y de la Universidad de Cambridge, han explorado unos 70 sistemas de cuevas y han documentado miles de elementos decorativos en lugares recónditos de las cuevas, alejados de las entradas. El estudio ha sido publicado en Journal of Archaeological Science.
El artículo científico presenta los resultados de una investigación financiada por National Geographic Society y desarrollada por un equipo británico y puertorriqueño, que ha explorado los laberínticos sistemas de cuevas de la pequeña isla de Mona. El artículo ofrece dataciones del arte documentado (entre el 1200 y el 1492 d.C.) y, además, describe las técnicas y los materiales pictóricos de la época. La iconografía incluye humanos, animales y diseños serpenteantes, dibujados o pintados, simplemente con los dedos en las paredes blandas o mediante el acanalado por dedos, una técnica recurrente en el arte rupestre paleolítico del sur de Europa. "Para los millones de indígenas que vivieron en el Caribe antes de la llegada de los europeos, las cuevas eran portales hacia un reino espiritual y, por ello, estos nuevos hallazgos capturan la esencia de sus sistemas de creencias y los elementos básicos de su identidad cultural", expresa Jago Cooper, del Museo Británico y coautor del estudio.