El esplendor de al-Andalus

Los secretos de la mezquita de Córdoba

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La mezquita de Córdoba es el monumento más antiguo conservado de al-Andalus y el símbolo de un estado que llegó a ser durante un tiempo el más poderoso de Europa occidental. Su origen se encuentra en la mezquita que Abderramán I ordenó levantar en la capital del emirato que acababa de fundar. Con el paso de los años, el templo creció a la vez que aumentaba la autoridad del reino, y los diferentes emires ampliaron el recinto respetando la imagen característica del edificio: las crujías o pasillos de columnas soportando arcos de medio punto bicolores, blancos y rojos. Casi dos siglos más tarde, con el califato en el apogeo de su poder, Al Hakam II acometió una ambiciosa ampliación que dotaría al recinto del lustre que merecía el principal edificio religioso de al-Andalus.

Pero la historia de la mezquita no acabaría con el fin de la era islámica en la península ibérica. Tras la caída de la ciudad en manos cristianas, el templo fue reconvertido en la catedral de la ciudad pero siempre preservando el conjunto musulmán. Esta inédita decisión ha dado lugar, con el paso de los siglos, a una construcción que combina elementos de muy diferentes épocas, síntesis de los estilos de arte musulmán y de Occidente.

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Una mezquita para la nueva capital

Hacia 785, el primer emir de Córdoba, Abderramán I, mandó construir la mezquita principal de la capital del su reino, inspirada en las de Damasco y al-Aqsa de Jerusalén. El templo puso las bases estéticas que la han hecho reconocible en todo el mundo: un interior diáfano dividido por filas de columnas que sostienen arcos bicolores, con piezas blancas, de piedra, y dovelas de ladrillo rojo.

Un templo para la nueva Córdoba Musulmana

Foto: Cabildo Catedral de Córdoba

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Vestigios de la Córdoba visigoda

El templo islámico de Abderramán I fue construido sobre una basílica visigoda anterior, cuyos restos pueden verse debajo de la mezquita. En ese espacio paleocristiano destacan los mosaicos del pavimento, decorados, entre otros motivos, con una paloma y una corona de espinas, en referencia al Espíritu Santo y al martirio de Cristo.

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La ampliación de Abderramán II

El desarrollo económico y demográfico del emirato cordobés y de su capital obligaron a hacer más grande la mezquita para dar cabida aun grupo cada vez mayor de fieles. Abderramán II, amplió el recinto hacia el sur (hacia el río Guadalquivir) siguiendo el mismo patrón estilístico que su bisabuelo. El cambio se hace evidente en las columnas, ya que en las de la ampliación el fuste descansa directamente sobre el suelo, mientras que las de la mezquita original cuentan con una base.

La mezquita del nuevo califato

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La mezquita del nuevo califato

A partir del siglo X, con la proclamación del califato, la mezquita de Córdoba conoció diferentes ampliaciones que la convertirían en la segunda mezquita más grande del mundo musulmán. En lugar de acometer una reforma interior, el primer califa de al-Andalus, Abderramán III, amplió del patio y construyó un nuevo alminar que sustituyera al más antiguo. La nueva torre, que más adelante se convertiría en el campanario de la catedral cristiana, fue la más alta de la época en el Occidente islámico y en el primer símbolo visual del califato de Córdoba.

Época de esplendor esplendor

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Época de esplendor

El nuevo califato cordobés quería mirar de igual a igual a su homónimo de Bagdad y en ese sentido, la ampliación llevada a cabo por Al-Hakam II refleja el esplendor político, económico y cultural de su reino. Desde el respeto al estilo original, el hijo y sucesor de Abderramán III prolongó la sala de oración todavía más al sur con un estilo caracterizado por la innovación y la suntuosidad que cuenta con una magnífica decoración de mármoles, mosaicos y arcos polilobulados.

Un espacio para el califa

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Un espacio para el Califa

En esta nueva extensión se situó el espacio reservado al califa, la macsura, un recinto amplio situado frente al mihrab. Allí se hacía la ceremonia de juramento de los príncipes herederos y se mostraba el califa ante su pueblo cada semana, durante la oración. El imponente espacio está coronado por una cúpula de piedra compuesta por ocho finos arcos entrecruzados y decorada con teselas de pasta vítrea, doradas y en colores brillantes. La luz entra por pequeñas ventanas cerradas con celosías de mármol.

Un nuevo mihrab

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Un nuevo mihrab

El mihrab es el espacio más sagrado del cualquier mezquita. Debe estar orientado al este para guiar la oración de los fieles a La Meca. No era el caso del mihrab cordobés, orientado al sur desde que fue construido en época de Abderramán II. Al-Hakam trasladó esta sala a un nuevo emplazamiento manteniendo las dos columnas que flanqueaban el arco de Abderramán II y también su orientación errónea. Mostraba así respeto a su antepasado.

A la gloria del Califa

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A la gloria del Califa

La entrada del mihrab es un lugar espectacular decorado decorado con mosaicos con una ornamentación geométrica y vegetal de tradición bizantina. Los textos árabes reflejan suras del Corán que exaltan el poder divino del califa.

Foto: Cabildo Catedral de Córdoba

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El califato en declive

Con el califato en declive, Almanzor acometió la última gran ampliación de la mezquita, esta vez hacia el este. estilísticamente no aporta ninguna novedad. Cabe destacar que los arcos bicolores son de una pieza y que están pintados de rojo para armonizarlos con los de sus predecesores.

De mezquita a catedral

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De mezquita a iglesia

Con la conquista cristiana, el templo no perdió su uso religioso, tan solo cambió de doctrina. Los artistas y arquitectos cristianos tomaron la inusual decisión de no demoler el edificio y consagrar en su interior un templo de estilo gótico. Entre las capillas que se abrieron en el interior de las arquerías islámicas destaca la de Villaviciosa, la primera gran nave gótica, levantada a finales del siglo XV, con una una bóveda compuesta por arcos entrecruzados que se eleva por encima de la construcción de Al-Hakam y bajo la que se encuentran los restos del mihrab de Abderramán II.

La catedral

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La catedral

La transformación más visible fue la que se llevó a cabo en el sigloXVI, cuando se decidió instalar una catedral de estilo renacentista en medio de la estructura de la mezquita, orientada en el eje este-oeste. El proyecto suponía el traslado de la Capilla Mayor (la de Villavicisa) al centro donde, según afirmaba el obispo, "estaría mejor que no donde ahora estaba". El resultado es muy evidente visto desde el exterior.

Templo manierista

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Templo manierista

En el interior, el contraste es, si cabe, mayor. La nueva capilla mayor, sobre estas líneas, se concluye en estilo manierista y en época barroca se plantea el grandioso retablo que preside el altar. El resultado no gustó a todo el mundo. Según cuenta la leyenda, nada más ver la grandiosa catedral emergida de las entrañas de la mezquita, en el siglo XVI, el propio Carlos V se mostró disgustado con el resultado: "Habéis destruido lo que era único en el mundo y habéis puesto en su lugar lo que se puede ver en todas partes", son las palabras que se ponen en su boca.

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14 al-Hakam mezquita cordoba. Foto. Henryk Sadura. Getty Images

La mezquita de Córdoba, el esplendor de Al-andalus

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