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Las obras de Fra Angelico destacan por su luminosidad casi celestial. En ellas, la majestuosidad del dorado y del azul confieren cierta aura de divinidad a las pinturas del gran artista del Quattrocento italiano. La obra de este pintor del siglo XIV es uno de los mejores ejemplos de cómo el arte gótico va dejando paso a la profundidad tridimensional del Renacimiento.
Es precisamente esa luminosidad lo que ha tratado de recuperar el equipo de restauradores del Museo Thyssen con la restauración de una de las obras de este gran artista que atesora la institución, La Virgen de la humildad, que se expone en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC). Esta es una de las tres obras que se conservan en España de Fra Angelico, y tras un año de exhaustivo trabajo para poder recuperar la luz y el color de esta hermosa pintura, el museo ha decidido dedicar un espacio especial para su exposición.
Un icono del Renacimiento
"La sala invita al recogimiento, igual que la obra", explica Susana Pérez, responsable de Restauración del Museo Thyssen-Bornemisza. Además, la sala 11, donde se expone la pintura del pintor italiano, se ha ambientado con música de la época, y se ha dispuesto asimismo un laúd y un órgano a cada lado de la estancia. La idea de los restauradores es que el espectador observe la pintura experimentando la sensación de escuchar a a la vez los sonidos de la Florencia de principios del siglo XV.
La sala 11 del museo donde se expone la obra del pintor italiano, se ha ambientado con música de la época.

Una restauradora trabaja sobre la pintura de Fra Angelico en el Museo Thyssen.
Una restauradora trabaja sobre la pintura de Fra Angelico en el Museo Thyssen.
Foto: Museo Nacional Thyssen-Bornemisza
"Es un cuadro lleno de tensiones empezando por el motivo, ya que la Virgen de la humildad es un tema iconográfico que surge a finales del siglo XIII, en contraposición con la Virgen Entronizada. Las primeras imágenes que exploran este motivo muestran a la Virgen sentada en el campo, amamantando al niño como si fuese una campesina, para humanizar y acercar la imagen de la madre de Cristo a las clases más bajas", explica Guillermo Solana, director artístico del Museo Thyssen.
Seis siglos de oscuridad
A la hora de trabajar sobre el cuadro, la responsable de Restauración del museo reconoce que el rostro de la Virgen ha sido lo más complicado de tratar, ya que ha sufrido numerosos desperfectos durante sus casi seis siglos de vida. Mientras que la parte que más ha sorprendido al equipo ha sido la del manto de la Virgen, debido a la riqueza cromática que posee.
Y es que la técnica pictórica de Fra Angelico no deja de admirar a los expertos. "Su técnica de aplicación del temple es compleja, ya que, para aportar luminosidad, pinta rayas muy finas, en tonos más claros como blancos, amarillos y verdes, con las que modular la luz, como se puede apreciar en las mejillas sonrosadas de la Virgen y en las túnicas de los ángeles", explica Susana Pérez.
La parte que más ha sorprendido al equipo ha sido la del manto de la Virgen, por la riqueza cromática que posee.

Detalle del rostro de la Virgen de la humildad, de Fra Angelico.
Detalle del rostro de la Virgen de la humildad, de Fra Angelico.
Foto: Museo Nacional Thyssen-Bornemisza
Este proyecto se enmarca en el programa Art Conservation Project de Bank of America, un proyecto que ha contribuido a la restauración de 19 obras de otros museos de arte como el Museo de Brooklyn, así como en los trabajos en la reconstrucción de Notre Dame, en el Museo Nacional de Kyoto, el Museo Británico de Londres o el Tamayo de México. Tras su presentación en Madrid, el cuadro regresará al Museo Nacional de Arte de Cataluña, donde se expone como parte del depósito de la colección Thyssen-Bornemisza.