Un misterio sin resolver

La Esfera de Apolo, el enigmático tesoro del Museo de la Acrópolis de Atenas

Entre los muchos tesoros del Museo de la Acrópolis de Atenas, hay uno que lleva más de un siglo desafiando la comprensión de los arqueólogos. Se trata de la llamada Esfera de Apolo, una bola de mármol cuyo propósito real aún no ha sido demostrado con certeza.

Esfera de Apolo

Esfera de Apolo

Foto: Museo de la Acrópolis

Cuando el coleccionista de arte Athanasios Rhousopoulos encontró, en 1866, una extraña bola de mármol entre las ruinas del Teatro de Dionisio en Atenas, seguramente no imaginaba que aquel objeto se convertiría en uno de los tesoros más enigmáticos de la antigua polis griega. Este objeto, que ahora se expone en el Museo de la Acrópolis de Atenas, lleva más de un siglo desafiando a los expertos que han querido descubrir qué es y para qué servía exactamente.

La Esfera de Apolo, como así se conoce, tiene un diámetro de 29 cm. y está grabada con numerosos símbolos, algunos reconocibles y otros que siguen siendo un misterio absoluto. Según el catálogo oficial del museo, fue fabricada en el siglo II o III d.C., cuando Grecia ya era una provincia romana conocida como Acaya. La que se considera la cara principal de la esfera está decorada con un grabado del dios Helios – también conocido como Apolo, de ahí el nombre del objeto – sentado en un trono y flanqueado por dos perros, que representarían las estrellas Sirius y Prokyon, astros principales de las constelaciones del Can Mayor y el Can Menor respectivamente.

El resto de la esfera es un conjunto de enigmas. Está decorada con representaciones de animales, símbolos geométricos y letras en griego antiguo: de estas inscripciones se ha podido identificar una con la palabra “éter” junto a otras cuatro, por lo que se cree que esta inscripción alude a los cinco elementos que según los griegos componían el universo (la tierra, el fuego, el agua, el aire y el éter). Puesto que Helios-Apolo está representado en una imagen que se conoce como Kosmokrator – el gobernante del Universo –, se cree que el objeto simboliza de algún modo las fuerzas cósmicas.

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¿Un talismán, un objeto mágico o simple decoración?

Siempre según la descripción del museo, la esfera está considerada como un objeto mágico relacionado con el culto de Helios-Apolo, el dios solar, y se apunta que “puesto que fue encontrada en el Teatro de Dionisio, puede estar conectada con algún tipo de rito mágico para asegurar la victoria de su propietario en una competición atlética o teatral”.

Según esta teoría, propuesta en 1913 por el helenista Armand L. Delatte, la esfera sería una especie de talismán para invocar el favor del dios a través de su control de las fuerzas cósmicas y las inscripciones en griego serían precisamente invocaciones al dios. Si esta teoría fuese correcta, el propietario de la esfera podría haber sido un atleta o incluso un gladiador, ya que en la época romana el teatro se usaba como arena de combate.

Según la teoría oficial, la esfera de Apolo era un talismán para ganar competiciones atléticas o teatrales.

Sin embargo, el periodista especializado en historia Nick Farrell propuso en 2017 una nueva teoría. Según él, la esfera no era un talismán vinculado al ámbito del deporte o de la lucha, ya que “no hay indicaciones de armas, luchas o incluso nombres de gladiadores” y “Helios o Apolo no son una elección obvia para ganar un combate de gladiadores u otra competición, como lo sería Ares para el rendimiento deportivo, Hermes para la suerte o incluso Zeus o Atenea, especialmente en Atenas”. También descarta que el propietario de la esfera fuese un gladiador, puesto que “aunque existían talismanes para gladiadores, no eran de este tamaño ni peso”, y “los talismanes de los gladiadores normalmente eran de plomo, no de mármol, y contenían algún tipo de dedicatoria”.

Descartada esa teoría, Farrell propone dos explicaciones alternativas. La primera es que se tratase simplemente de un objeto decorativo. “Esta esfera fue encargada por alguien que sabía cómo trabajar el mármol y que habría pagado una gran cantidad por ella. Los grabados, aunque no son de primer nivel, también habrían requerido cierta habilidad. Aunque no es lo bastante buena como para ser mostrada en público, habría sido suficiente para la casa de una persona adinerada”. No obstante, esta no es la explicación más probable que baraja Farrell.

El periodista Nick Farrell propone que la esfera de Apolo es un receptáculo para contener a un daimon.

La segunda teoría, a la que da más peso, es que se tratase efectivamente de un objeto mágico, aunque no exactamente un talismán. Según él sería un receptáculo, es decir, una piedra o joya a la que se atribuían poderes mágicos y que se creía que podía albergar un daimon. Los daimon eran espíritus de la mitología griega, una especie de seres sobrenaturales que no llegaban a la categoría de divinidades, pero a los cuales se podía invocar para pedirles ayuda o solicitar su protección: salvando las diferencias temporales o culturales, serían seres parecidos a los genios o djinn de la cultura islámica.

Lo cierto es que hasta ahora nadie ha podido dar una explicación definitiva sobre qué era y para que servía la esfera de Apolo. Mientras tanto, sigue desafiando con sus enigmas a los arqueólogos y a los visitantes del Museo de la Acrópolis.

 

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