Misterios y curiosidades del antiguo Egipto

La comida en el antiguo Egipto, un placer incluso en el más allá

Los estudiosos del antiguo Egipto están de acuerdo en afirmar que los habitantes del país del Nilo amaban tanto la vida que querían eternizar su breve paso por la tierra en el más allá. Y para vivir del mismo modo en el reino de Osiris, se hacían enterrar con sus pertenencias y, también, con un buen aporte de alimentos que hicieran su estancia en el inframundo mucho más agradable.

Ofrendas de alimentos, entre ellos peces y patos. Pintura de la tumba de Menna.

Ofrendas de alimentos, entre ellos peces y patos. Pintura de la tumba de Menna.

Ofrendas de alimentos, entre ellos peces y patos. Pintura de la tumba de Menna.

Foto: PD

Siempre se ha dicho que los egipcios amaban tanto la vida que deseaban llevársela tal cual con ellos al más allá. Y uno de los aspectos que tal vez más les gustaba de su existencia terrenal era, como posiblemente nos pasa a la mayoría de nosotros, la comida. Por eso, ya desde los tiempos más remotos, losantiguos egipcios (principalmente aquellos más pudientes) se hacían enterrar con alimentos y bebida para hacer mucho más llevadera su estancia en el inframundo.

De hecho, cuando morían, los habitantes del país del Nilo se hacían acompañar de todo lo necesario para vivir lo más cómodamente posible. Y la comida era para ellos una parte fundamental de la vida. Alimentos como carne de ánades, de buey, pescado seco, pan, higos, dátiles... se amontonaban en recipientes y cuencos, en algunos casos en estantes de cañas, en el interior de las tumbas. Los arqueólogos han hallado restos de muchos de estos manjares que indican que la dieta en el antiguo Egipto era variada, y también muy apetecible.

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En realidad, la dieta variaba considerablemente dependiendo de la clase social, ya que la élite, evidentemente, tenía la posibilidad de disfrutar de mayor cantidad y diversidad de alimentos. Pero algunos eran absolutamente comunes a todo el mundo, como el pan y la cerveza, elaborados a partir del trigo y la cebada. La mayoría de egipcios consumía también productos vegetales como cebollas, pepinos, judías, lentejas, guisantes y lechugas. Y también eran amantes de la frutas, como dátiles, granadas, uvas y sandías.

En el antiguo Egipto la dieta variaba considerablemente dependiendo de la clase social.

"Panadería de la corte de Ramsés III". Dibujo de la Enciclopedia Oxford del Antiguo Egipto.

"Panadería de la corte de Ramsés III". Dibujo de la Enciclopedia Oxford del Antiguo Egipto.

"Panadería de la corte de Ramsés III". Dibujo de la Enciclopedia Oxford del Antiguo Egipto

Foto: PD

De todos modos, es muy probable que los campesinos más pobres subsistieran solamente a base de productos vegetales, a diferencia de los egipcios de mayor poder adquisitivo que consumían a menudo carne, sobre todo de aves, como patos, gansos y pichones, y pescado. Aunque no todo tipo de pescado era apto para el consumo, puesto que había algunos considerados impuros, como el oxirrinco, un pez que según el mito se tragó el falo del dios Osiris cuando los fragmentos del dios asesinado fueron arrojados al Nilo por su malvado hermano Seth.

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Lo que sí parece claro es que los ricos a veces podían comer en exceso, como queda atestiguado en numerosas esculturas, que muestran a altos funcionarios, sacerdotes y nobles con un más que evidente sobrepeso (un signo de prosperidad y estatus en el antiguo Egipto). De hecho, para los egipcios más pudientes era difícil sustraerse a delicias tales como el vino (etiquetado con el año y el viñedo de la cosecha) y a algún tipo de carnes grasas como el buey o el cerdo.

Para los egipcios más pudientes era difícil sustraerse a delicias tales como el vino o algún tipo de carnes grasas.

"Cajas" de comida, posiblemente para contener pollos o pichones, descubiertas en la tumba del príncipe Amenemhat. MET, Nueva York.

"Cajas" de comida, posiblemente para contener pollos o pichones, descubiertas en la tumba del príncipe Amenemhat. MET, Nueva York.

"Cajas" de comida, posiblemente para contener pollos o pichones, descubiertas en la tumba del príncipe Amenemhat. MET, Nueva York.

Foto: PD

Y es que en el País del Nilo los cocineros usaban aceites, espesantes y especias en la preparación de sopas y guisos. Usaban ajo, comino, cilantro y perejil para sazonar. Dátiles, higos o el fruto del algarrobo para endulzar, al igual que la miel (un producto, sin embargo, que no estaba al alcance de todo el mundo). 

En resumen, quienes podían permitírselo no estaban dispuestos a renunciar a los placeres culinarios en el más allá, y gracias a ello los arqueólogos han podido atisbar a través de los milenios y comprobar que el placer por la comida es, ciertamente, algo intemporal.