Un jaguar olmeca tallado en una roca aparece casualmente en México

El felino sostiene a un hombre cuyo rostro fue mutilado en época prehispánica como una forma de desacralizar el monumento

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Foto: Héctor Montaño, INAH

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Felino de estilo olmeca

Felino de estilo olmeca, de más de 2.500 años de antigüedad, tallado en una roca de andesita al pie del cerro Chalcatzingo, al sur de Ciudad de México.

Foto: Héctor Montaño, INAH

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Hallazgo casual

El hallazgo fue casual: un trabajador del yacimiento arqueológico de Chalcatzingo resbaló sobre esta roca y después detectó unas líneas en la superficie.

Foto: Héctor Montaño, INAH

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Relieve mutilado

El felino olmeca sostiene a un hombre cuyo rostro fue mutilado en época prehispánica como una forma de desacralizar el monumento.

Foto: Héctor Montaño, INAH

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Marquesina de protección

Marquesina que protege el bajorrelieve de la lluvia y otras inclemencias.

Durante la pasada Semana Santa, un trabajador del yacimiento arqueológico de Chalcatzingo, en el estado mexicano de Morelos, resbaló sobre una roca irregular, una andesita de unos cuatro metros de largo y dos de ancho. Miró la roca y detectó unas líneas en la superficie.

El hombre avisó a los especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México, el INAH, que examinaron la roca y descubrieron una escena insólita tallada siglos atrás: un felino con una máscara bucal en forma de pico de ave y que sostiene a un hombre. Este bajorrelieve y otros de la zona podrían representar un linaje sagrado porque, según el arqueólogo Mario Córdova, los hombres y los animales de las escenas parecen estar copulando. "Podría ser una alianza entre un hombre y un ser divino, en este caso el jaguar, que es un animal temido", dice Córdova.

Hombres y animales parecen estar copulando en estos relieves

El bajorrelieve, en conexión con otros del cerro Chalcatzingo, es de estilo olmeca y tiene más de 2.500 años de antigüedad. El felino olmeca sostiene a un hombre cuyo rostro fue mutilado en época prehispánica como una forma de desacralizar el monumento, revela el INAH en un comunicado del pasado 16 de mayo.

Con esta ya son ocho las imágenes de félidos olmecas, probablemente jaguares, grabadas en cinco monumentos de las laderas del cerro Chalcatzingo, según han podido comprobar Mario Córdova y Carolina Meza, directores del yacimiento arqueológico de Chalcatzingo. El lugar ha sido bautizado como el Sendero de los Felinos. Todas las imágenes parecen formar un discurso continuo, expuesto antiguamente en la cara norte del macizo rocoso, considerado un santuario junto con el cerro Delgado, su gemelo. Ambas montañas evocan una imagen sagrada.

Los bajorrelieves siguen una orientación oriente-occidente, es decir, en relación con el nacimiento y ocaso del sol. Los felinos están asociados comúnmente a la oscuridad y a los montes donde nace el agua, los altépetl o montañas de agua, y el cerro Chalcatzingo es un claro ejemplo de ello.