Una inscripción jeroglífica de los luvitas describe el final de la Edad del Bronce

La inscripción, del siglo XII a.C., fue encargada por Kupanta-Kurunta, conocido como el Gran Rey de Mira, un reino de Anatolia occidental a finales de la Edad del Bronce

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Foto: Luwian Studies

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Inscripción jeroglífica

La inscripción jeroglífica de los luvitas que fue copiada en 1878 por el arqueólogo francés Georges Perrot en Beyköy, en la actual Turquía. La inscripción fue realizada alrededor del 1190-1180 a.C. por encargo de Kupanta-Kurunta, conocido como el Gran Rey de Mira. Estas piedras hoy forman parte de los fundamentos de la mezquita de Beyköy. En los años ochenta, Bahadır Alkım determinó el orden correcto de las piedras, que es el que aparece en la imagen.

Foto: Luwian Studies

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Fred Woudhuizen

El lingüista neerlandés Fred Woudhuizen, un experto en el idioma luvita y en su escritura, ha sido uno de los artífices de la traducción de la escritura jeroglífica de la Edad de Bronce

Foto: Rainer Spitzenberger / Luwian Studies

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Eberhard Zangger

El profesor John (Chris) Kraft de la Universidad de Delaware y, a la derecha, el geoarqueólogo suizo Eberhard Zangger, presidente de la fundación Luwian Studies.

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Una inscripción jeroglífica de los luvitas, cuya cultura floreció en Asia Menor occidental durante la Edad del Bronce, y que fueron tan importantes como los hititias, finalmente ha sido descifrada por un equipo de investigación suizo y neerlandés, según anunció el sábado la fundación Luwian Studies, con sede en Zúrich. Esta escritura jeroglífica luvita, de 29 metros de longitud, es la inscripción jeroglífica conocida más larga de la Edad del Bronce, que describe los acontecimientos que ocurrieron a finales de la Edad del Bronce en el Mediterráneo oriental.

El relieve de piedra caliza, de 35 centímetros de alto, fue hallado en 1878 en Beyköy, unos 34 kilómetros al norte de Afyonkarahisar, en la actual Turquía. Unos campesinos locales sacaron las piedras del suelo y, por fortuna, el arqueólogo francés Georges Perrot pudo copiar cuidadosamente la inscripción antes de que los aldeanos usaran las piedras para construir una mezquita.

La inscripción jeroglífica finalmente ha sido traducida, tras varios intentos fallidos, por el geoarqueólogo suizo Eberhard Zangger, el presidente de la fundación Luwian Studies, y por el lingüista neerlandés Fred Woudhuizen, un experto en el idioma luvita y en su escritura. La publicación académica de la inscripción aparecerá en diciembre de 2017 en TALANTA–Proceedings of the Dutch Archaeological and Historical Society.

Los luvitas contribuyeron decisivamente en las invasiones de los Pueblos del Mar

La inscripción fue encargada por Kupanta-Kurunta, conocido como el Gran Rey de Mira, un reino de Anatolia occidental a finales de la Edad del Bronce. Cuando Kupanta-Kurunta reforzó su reino, justo antes del 1190 a.C., ordenó a sus ejércitos que avanzaran hacia el este para enfrentarse a los estados vasallos de los hititas. Tras unas exitosas conquistas por tierra, las fuerzas unidas de Asia Menor occidental también formaron una flota e invadieron varias ciudades costeras (cuyos nombres aparecen en la inscripción) en el sur y en el sureste de Asia Menor, pero también en Siria y en Palestina. Cuatro grandes príncipes comandaron las fuerzas navales, entre ellos Muskus de la Tróade, la región de la antigua Troya. Los luvitas de Asia Menor occidental avanzaron hasta las fronteras de Egipto e incluso construyeron una fortaleza en Ascalón, en el sur de Palestina. Los luvitas contribuyeron decisivamente en las invasiones de los Pueblos del Mar y, por tanto, en el fin de la Edad del Bronce en el Mediterráneo oriental.