No cabe ninguna duda de que los antiguos chinos destacaron en muchas y variadas disciplinas. Y entre ellas, como no podía ser de otra forma, se encuentra una tan importante para el devenir de la humanidad como es la medicina. Así, uno de los médicos mejor considerados de esta milenaria civilización fue Hua Tuo, del cual, desafortunadamente, no existen muchos registros biográficos, y los que hay son bastante inciertos. Hay investigadores que sitúan la vida de este singular personaje en una franja cronológica muy amplia, e imprecisa: entre los años 110 y 265 d.C., es decir, que Hua Tuo habría vivido en el período histórico comprendido entre finales de la dinastía Han del Este y principios del conocido como período de los Tres Reinos. Por otra parte, algunos de sus biógrafos han señalado su nacimiento en torno al año 145 d.C. y su muerte alrededor de 208 d.C. De ser así, Hua Tuo hubiera sido contemporáneo de otro médico y farmacólogo famoso llamado Zhang Zhongjing, un pionero en el tratamiento de las llamadas "enfermedades frías", como el catarro o los resfriados.
Y ¿por qué es famoso y reconocido Hua Tuo? Los textos históricos contenidos en los Registros de los Tres Reinos (un texto histórico chino que abarca la historia de finales de la dinastía Han del Este) y el Libro de los últimos Han (también conocido como la Historia de Han Posterior) lo reconocen como el primer médico chino que usó anestesia durante una cirugía. Al parecer, Hua Tuo practicó tres intervenciones quirúrgicas y dos ginecológicas sin causar dolor a sus pacientes. Según se cuenta, utilizó un anestésico que combinaba vino con una pócima de hierbas llamada mafeisan (una fórmula secreta que al parecer llevaba polvo de cannabis hervido). Pero Hua Tuo también destacó por otras habilidades, como la práctica de la acupuntura y la herboristería, y se le atribuye la creación de diferentes ejercicios que combinan el cuerpo y la mente, como el daoyin y el Qì Gōng.
El misterioso origen de Hua Tuo
Dónde nació Hua Tuo también es una incógnita, aunque según los mismos relatos históricos era originario del condado de Qiao, en el actual Bozhou, en la provincia china de Anhui, y estudió los clásicos chinos en la provincia de Xu, las actuales Jiangshu y Shandong. La vocación de Hua Tuo por la medicina se remontaría a su juventud. Por ese motivo, el joven Hua rechazó las lucrativas ofertas de trabajo público como funcionario de alto rango que le llegaban de la administración. Otro de los misterios que envuelven su figura es el origen de su nombre ya que en realidad es conocido por su apodo: Hua, que significa "magnífico" y Tuo, que significa "jorobado" o literalmente "colina empinada", tal vez en clara alusión a su brillantez y, quizás también, a su apariencia física.
La vocación de Hua Tuo por la medicina se remontaría a su juventud. Por ese motivo, el joven Hua rechazó lucrativas ofertas de trabajo público como funcionario.

Retrato del médico Hua Tuo de una edición de El romance de los tres reinos de la dinastía Qing.
Foto: PD
Pero también hay historiadores que relacionan el nombre de Hua Tuo con el término sánscrito agada, que significa "medicina", y cuya pronunciación en chino antiguo es ghwa-thā, lo que sugiere que Tuo tal vez estudió las técnicas médicas del Ayurveda (una práctica originaria de la India) con los primeros monjes budistas que llegaron a China para predicar su religión. Sin embargo, los Registros de los Tres Reinos relacionan a Hua Tuo con la práctica del taoísmo, una doctrina creada por Lao Tsé en el siglo VI a.C., y que en el siglo II d.C. se fusionaría con las doctrinas clásicas chinas, que incluían la medicina tradicional, la adivinación, la magia y la alquimia, disciplinas que se combinaban y aplicaban para curar enfermedades.
Técnicas revolucionarias
Así pues la fama y la reputación de Hua Tuo fueron en aumento ya que lograba curar a sus pacientes gracias a la farmacología, la acupuntura y el wuqinxi (conocido como el Juego de los Cinco Animales), unos ejercicios ideados por él mismo y que imitaban los movimientos de los animales, e incluso se dice que recurrió a la psicología. Tuo era un gran observador y sabía aplicar distintos remedios para síntomas parecidos, como fue el caso del general Chen Deng, un militar y gobernador de Guangling, que sufría de fuertes dolores pectorales e irritación de la piel. Hua Tuo le diagnosticó parásitos estomacales por la ingesta de pescado crudo y elaboró un vomitivo gracias al cual Chen Deng pudo expulsarlos, lo que mejoró considerablemente su estado de salud. Aquello convirtió a Hua Tuo en toda una celebridad. Pero tanta fama también acabaría siendo su perdición. Chen Deng estaba tan feliz que contó su "milagrosa" cura a un señor de la guerra llamado Cao Cao para el cual el gobernador trabajaba como espía.
La fama y la reputación de Hua Tuo fueron en aumento ya que lograba curar a sus pacientes gracias a la farmacología, la acupuntura y el wuqinxi.

Retrato de Cao Cao datado hacia el año 1607.
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Hua Tuo curando el brazo herido del general Guan Yu, mientras este juega al ajedrez.
Foto: PD
Así pues, Cao Cao, intrigado, mandó llamar al famoso médico para que le librase de unos fuertes y recurrentes dolores de cabeza que le producían mareos. Hua Tuo lo trató mediante la acupuntura, y logró curarlo. Tan satisfecho quedó Cao Cao que le ofreció ser su médico personal, propuesta que Hua Tuo rechazó ya que prefería brindar sus conocimientos a todo el mundo. Para librarse de tan indeseado ofrecimiento, el médico alegó que su esposa estaba enferma. En un principio Cao Cao aceptó resignado la explicación de Hua Tuo, pero finalmente descubrió el engañó, así que, furioso, ordenó que lo encarcelaran y además lo condenó a muerte, aunque algunas fuentes afirman que aquella reacción se debió a que anteriormente Hua Tao había curado a Guan Yu, un destacado general enemigo de Cao Cao, de una peligrosa herida causada por una flecha.
Una pérdida irreparable
Durante su estancia en prisión, Hua Tuo puso por escrito todo su saber en una obra titulada Qing Nang Shu (Libro de la bolsa verde), pero todo aquel trabajo fue en vano ya que Cao Cao ordenó quemar su obra. Aquello sería una perdida irreparable, porque al primer libro también se le unieron la pérdida de otros cuatro más, y junto a ellos desaparecieron todos sus conocimientos, técnicas y recetas. La historiadora de la medicina Ilza Veith ha señalado que "desafortunadamente, las obras de Hua Tuo fueron destruidas; sus prácticas quirúrgicas cayeron en desuso, con la excepción de su método de castración, que continuó practicándose. Debido al estigma religioso asociado a la práctica de la cirugía, la posición social otorgada al cirujano se hizo cada vez más baja y, por lo tanto, hizo imposible el renacimiento de la cirugía china".
Durante su estancia en prisión, Hua Tuo puso por escrito todos sus conocimientos en una obra titulada 'Qing Nang Shu' (Libro de la bolsa verde).

Dibujo atribuido a Hua Tuo en el que se muestran los órganos internos del cuerpo humano.
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Al final no solo el médico salió perjudicado. Las jaquecas de Cao Cao volvieron a reproducirse con intensidad al no seguir los consejos de Hua Tuo, que consideraba que la causa de su enfermedad se hallaba en la acumulación de fluidos y aire atrapados en el cráneo. Para aliviar el dolor, el médico aconsejó anestesiar a Cao Cao, abrirle el cráneo y extraerle los humores, cosa que este no aceptó. En la actualidad se cree que Cao Cao tenía un tumor cerebral que causó su fallecimiento en el año 220 d.C. Por su parte, la muerte de Hua Tuo continúa siendo a día de hoy un misterio ya que se desconoce dónde y cuándo ocurrió. Una de las hipótesis que se barajan es que fue envenenado por el irascible Cao Cao.
Sea como fuere, tras la muerte de Hua Tuo, algunos de sus discípulos, como Wu Pu y Fan A, trataron de continuar con su legado, que sobrevivió gracias a que ambos lograron sanar a mucha gente mediante el uso de la acupuntura, con preparados a base de qiye (árbol de laca, Toxicodendron vernicifluum) y con qingdian (Sigesbeckia), que posee grandes propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y analgésicas. Finalmente, el recuerdo de la figura histórica de Hua Tuo se mezcla con cierta aura divina atribuida al personaje, que fue considerado con el tiempo como shenyi (sagrado). Esto se manifiesta en el uso de la expresión Hua Tuo zaishi (Hua Tuo reencarnado) usada en China para referirse a los médicos de gran nivel, como el hábil Hua Tuo.