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Ciertos datos y eventos históricos no son exactamente como la gente piensa que fueron y ocurrieron. Siempre se ha dicho que Napoléon era más bien pequeño, sin embargo su altura era absolutamente normal para la época, casi 1,70 cm de estatura. Lo mismo ocurre con el descubrimiento y apertura de la tumba de Tutankamón.
Tras casi un mes de retirada de escombros (la escalinata que llevaría hasta la tumba del faraón se halló el 4 de noviembre de 1922), Howard Carter se topó con un muro que daría acceso a la tumba propiamente dicha. Esto ocurrió el día 26 de noviembre de 1922 y tras romper parte del muro, introducir un candil prendido en su interior y asomar la cabeza, la sabiduría popular cuenta que formuló la siguiente frase al ser preguntado por Lord Carnarvon que si veía algo: "Sí, veo cosas maravillosas". En realidad, según escribiría más tarde en su diario, la frase no fue exactamente esa.
La frase exacta que pronunció Howard Carter
Nadie grabó en vídeo dicho momento histórico por motivos obvios, de modo que la fuente más fiable es el propio diario del explorador londinense. Según apuntó Carter: "Lord Carnarvon me dijo '¿Puedes ver algo?'. Le respondí que sí, es maravilloso" ("Can you see anything?" "Yes, it is wonderful").
Desde ese momento comenzó una ardua tarea de documentación, inventariado y apertura de la tumba en sí misma que les llevaría años y que aún continúa en la actualidad con algunas preguntas que, poco a poco, la ciencia va desvelando.
¿Realmente existió una maldición? ¿Cómo murió Tutankamón? ¿Quiénes eran sus padres? ¿Los niños enterrados con él eran sus hijos? Los arqueólogos cada vez están más cerca de desentrañar estos y otros misterios.