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Un equipo de arqueólogos de la Universidad de Exeter (Reino Unido) ha descubierto en Rusia una construcción circular de más 12 metros de diámetro levantada hace 25.000 años con los huesos de al menos 60 mamuts. Los análisis realizados evidencian además que en su interior se hicieron hogueras quemado madera como combustible.
El yacimiento, denominado Kostenki 11, cuenta a su alrededor con varios hoyos que contenían grandes huesos de mamut en su interior. Se encuentra en la región arqueológica de Kostenki, a orillas del río Don, 500 kilómetros al sureste de Moscú, donde ya se habían hallado en la década de 1950 otras dos estructuras de este tipo. Kostenki 11 es la primera descubierta en la zona en las últimas décadas y la más antigua de ellas.
Más que una casa
Este tipo de guaridas se habían asociado hasta ahora a sencillos refugios construidos por los pobladores del Paleolítico para resguardarse temporalmente en las épocas de más frío. Pero el gran refugio de Kostenki 11 habría necesitado de una gran inversión de tiempo para su construcción (a temperaturas que rondaban los 20 grados bajo cero) y además, los arqueólogos no han encontrado herramientas u otros restos de ocupación a largo plazo.
Alexander Pryor, arqueólogo de la Universidad de Exeter y autor de un estudio publicado esta semana en la revista Antiquity, asegura que "se dedicó mucho tiempo y esfuerzo a construir esta estructura, por lo que obviamente era importante para las personas que lo hicieron". Entonces, ¿por qué los pobladores de las estepas rusas desafiarían las bajas temperaturas del periodo glaciar para levantar una construcción tan grande?
"Se dedicó mucho tiempo y esfuerzo a construir esta estructura, por lo que obviamente era importante para las personas que lo hicieron", afirma el investigador principal.
El tamaño de la obra ha hecho especular con la posibilidad de que además tuviera una función ritual para sus ocupantes. "El hecho de que pudieran haber diseñado una estructura de este tipo como parte de sus actividades rituales y de sustento es muy razonable ", apunta Pryor, aunque concluye que "es realmente difícil decir en qué pudo haber consistido".
Ocupación humana pese al frío
La investigación constata una ocupación humana de la región en un período de frío intenso (el último máximo glacial) en el que latitudes similares en Europa se habían abandonado. El análisis del yacimiento de Kostenki se añadiría a las evidencias de las últimas décadas que indican la supervivencia de las coníferas en la llanura central rusa durante el último ciclo glacial, que habrían sido una fuente de madera que atrajo a los cazadores-recolectores de la zona.
Los arquitectos prehistóricos usaron huesos de mamuts de manera deliberada, no porque hubiera escasez de madera.
Así, la hipótesis de que los grupos de cazadores-recolectores de la época levantaban sus construcciones con huesos de mamut porque carecían de madera para hacerlo, parece descartada. El uso de material animal en este caso fue una opción que se escogió de manera intencionada. Lo que todavía no se ha podido establecer es si estos huesos pertenecerían a animales cazados por los propios habitantes de la época o eran restos de animales muertos con anterioridad.
Por todo ello, sin descartar su uso como centro ritual, Alexander Pryor se decanta porque este gran albergue podría haber sido usado como refugio temporal pero también y principalmente como depósito de comida para prevenir las épocas de escasez.