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El impetuoso mar del Norte que devora los acantilados arenosos de Happisburgh, una población al este de Inglaterra, al retirarse durante la bajamar puso al descubierto un extraordinario vestigio arqueológico. Ocurrió en mayo de 2013 y durante unas exiguas dos semanas, pero los investigadores estaban ahí para presenciarlo y documentarlo, sabían que en la zona se esconden restos del pasado prehistórico de Gran Bretaña, cuando el territorio estaba unido al continente europeo. El equipo de científicos -dirigido por el Museo Británico, el Museo de Historia Natural y la Universidad Queen Mary de Londres- descubrió unas huellas, pertenecientes a antiguos pobladores, que quedaron marcadas en el lodo de un estuario ya desaparecido, hace unos 800.000 años, según informa el Museo de Historia Natural en un comunicado que emitió el pasado 7 de febrero. Estas pisadas, que según parece corresponden a cinco individuos, incluyendo adultos y niños, son las más antiguas halladas fuera de África (las de Laetoli, en Tanzania, tienen unos 3,5 millones de años; y las de Ileret y Koobi Fora, en Kenia, alrededor de 1,5 millones de años) y corresponden a la evidencia de vida humana más antigua del norte de Europa. Los seres humanos que dejaron marcadas las huellas de Happisburgh bien podrían estar relacionados con los pobladores contemporáneos al hombre de Atapuerca en España, asignados a la especie del Homo antecessor. Estas personas tenían una altura similar a la nuestra y eran totalmente bípedos
, explica Chris Stringer, del Museo de Historia Natural. Los científicos registraron las huellas mediante la fotogrametría -una técnica que crea imágenes en 3D-, antes de que fueran engullidas por el mar.
Una muestra sobre el pasado remoto de Gran Bretaña
En 2010 se hallaron en Happisburgh diversas herramientas líticas que, junto a las pisadas, demuestran que hace unos 900.000 años que llegaron los primeros pobladores al territorio que hoy comprende Gran Bretaña. Estos hallazgos forman parte de la exposición Gran Bretaña: un millón de años de historia humana, que se presenta en el Museo de Historia Natural de Londres del 13 de febrero al 28 de septiembre de 2014. La muestra explora las transformaciones que ha experimentado este territorio -tanto humanas como paisajísticas- durante este vasto período de tiempo. Y es que hubo un tiempo en que los hipopótamos nadaban en el Támesis, los leones y rinocerontes poblaban la actual Trafalgar Square, los mamuts se desplazaban por Kensington y las hienas correteaban por Yorkshire. La exposición incluye, entre otras cosas, parte de un cráneo de 400.000 años de antigüedad, probablemente de una mujer neandertal, hallado en Swanscombe, en Kent; esqueletos de la cueva de Gough, en Somerset, que muestran claros indicios de canibalismo hace 14.700 años; e incluso un diente de hipopótamo de Trafalgar Square y un cráneo de un rinoceronte lanudo procedente de Peterborough. Gran Bretaña cuenta con uno de los más ricos pero subestimados testimonios sobre los orígenes del hombre en el mundo. Nuestro sólido equipo formado por cincuenta arqueólogos, palentólogos y geólogos ha necesitado más de diez años para desvelar los secretos de nuestro pasado remoto
, comenta Stringer.