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Nuevos hallazgos en Gebel el Silsila, al norte de Asuán, por parte de la misión arqueológica sueca dirigida por Maria Nilsson y John Ward. Los arqueólogos han descubierto doce tumbas excavadas en la roca de los reinados de Tutmosis III, uno de los faraones más gloriosos de Egipto, y de su hijo Amenofis II, ambos de la dinastía XVIII, que se desarrolló hace más de 3.000 años. También han descubierto tres criptas talladas en la roca, dos huecos a modo de hornacinas, posiblemente para depositar ofrendas, una tumba con múltiples entierros de animales y tres tumbas individuales de niños acompañadas de ofrendas, según reveló ayer el Ministerio de Antigüedades de Egipto.
Las tumbas individuales excavadas durante la última campaña arqueológica contienen numerosos entierros en la misma cripta o cámara funeraria, posiblemente familias completas, con individuos de diferentes sexos y edades, según Nasr Salama, el director general de Antigüedades de Asuán. Las tumbas infantiles son un indicio de la vida familiar que prevaleció en Gebel el Silsila, un asentamiento conocido por sus canteras de arenisca. Dos de las tres tumbas infantiles se ocultaron en los voladizos de los acantilados de arenisca y el cadáver de uno de los tres niños fue envuelto con tejidos y depositado en un ataúd de madera. Los restos de animales, algunos junto a sarcófagos de arenisca, incluyen ovejas, cabras, un par de percas del Nilo e incluso un cocodrilo casi completo. Los numerosos restos humanos hallados en la necrópolis indican que los individuos generalmente gozaban de una buena salud, asegura Nilsson.