Hallan calaveras de mujeres y de niños en el Gran Tzompantli de la antigua Tenochtitlán

Los nuevos hallazgos ponen en entredicho la hipótesis según la cual sólo fueron sacrificados los hombres guerreros cautivos para ofrecerlos a Huitzilopochtli

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Foto: PAU-INAH

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Torre de cráneos

Torre de cráneos humanos excavada en el Centro Histórico de la Ciudad de México y que corresponde a la sexta etapa constructiva del Templo Mayor (1486-1502), es decir, poco antes de la entrada de los españoles.

Foto: Héctor Montaño, INAH

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Estructura circular

Estructura circular formada por cráneos humanos unidos con argamasa de cal, arena y gravilla de tezontle. 

Foto: Héctor Montaño, INAH

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Cráneos de hombres, mujeres y niños

Los cráneos de hombres, mujeres y niños de diversos lugares de Mesoamérica. 

Foto: Héctor Montaño, INAH

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Excavación del sitio

Excavación del sitio por parte de las arqueólogas Sandra Ramírez y Lorena Vázquez. Los investigadores han comprobado que los cráneos pertenecieron a personas de varios lugares de Mesoamérica.

Foto: Héctor Montaño, INAH

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Deformaciones cefálicas y mutilación dental

Los cráneos encontrados en los tzompantlis (estructuras en las que se ensartaban los cráneos perforados de las víctimas de los sacrificios) presentan diferentes deformaciones cefálicas además de mutilación dental. 

Foto: Héctor Montaño, INAH

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Cráneo perforado

Cráneo que fue perforado para ser ensartado en un tzompantli. 

Foto: Héctor Montaño, INAH

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Cráneos del Gran Tzompantli

Cráneos pertenecientes al Huey Tzompantli o Gran Tzompantli de México-Tenochtitlán.

Para saber más

Gran Tzompantli de Tenochtitlán

Descubren el gran tzompantli de Tenochtitlán

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En 2015, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México anunció un hallazgo macabro: decenas de cráneos enterrados en el Centro Histórico de la Ciudad de México que probablemente pertenecieron al Huey Tzompantli o Gran Tzompantli de México-Tenochtitlán, la antigua capital del Imperio mexica (o de los aztecas, como se han denominado tradicionalmente). Los tzompantlis, mencionados en las crónicas de los conquistadores y representados en los códices, eran estructuras en las que se ensartaban los cráneos perforados de las víctimas de los sacrificios, dispuestos en hileras.

Las excavaciones arqueológicas realizadas desde 2015 han sacado a la luz los restos de dos torres formadas por cientos de cráneos, tanto de hombres como de mujeres y de niños, unidos con argamasa de cal, arena y gravilla de tezontle. Numerosos cráneos han sido examinados y los investigadores del INAH han comprobado que pertenecieron a personas de diversos lugares de Mesoamérica y que presentan diferentes deformaciones cefálicas además de mutilación dental, según informó Reuters el pasado 1 de julio.

"Lo que esperábamos eran puros hombres, seguramente jóvenes, como debieron de ser los guerreros, y en cambio se suponía que las mujeres y los niños no iban a la guerra. Aquí pasa algo que no estaba registrado; esto es muy nuevo, una primicia en el Huey Tzompantli", expresa Rodrigo Bolaños, un antropólogo físico del proyecto arqueológico. Los nuevos hallazgos ponen en entredicho la hipótesis según la cual sólo fueron sacrificados los hombres guerreros cautivos para ofrecerlos a Huitzilopochtli, la principal deidad de los mexicas, asociada con el Sol, pues el Gran Tzompantli también incluía calaveras de mujeres y de niños.