Dos armas casi intactas

Halladas una espada y un hacha de la Edad del Bronce en la República Checa

Un vecino de Jeseník (República Checa) salió a buscar setas y encontró un tesoro: dos raras armas ceremoniales de bronce, una espada y un hacha, fabricadas hace unos 3.300 años.

Espada de bronce Jeseník 1

Espada de bronce Jeseník 1

Imagen: Silesian Ethnographic Museum

“Había llovido y salí a buscar setas. Mientras caminaba, vi una pieza de metal que sobresalía de unas rocas. Di un puntapié [a las rocas] y descubrí que era una hoja, parte de una espada. Entonces escarbé un poco más y encontré un hacha de metal”. Así fue como Roman Novák, un vecino de Jeseník (noreste de la República Checa) relata el hallazgo de dos raras armas ceremoniales fabricadas hace unos 3.300 años, en la Edad del Bronce Tardío.

Novák llevó las armas al Museo Etnográfico de Silesia, cuyos expertos las dataron y examinaron con instrumentos de rayos X

. Esto les permitió descubrir que el metal presenta burbujas de aire en su interior, lo que según el arqueólogo Jirí Juchelka sugiere que “la calidad del forjado era bastante baja” y que se realizó fundiendo el bronce y dejándolo enfriar en un molde. Por ello, añade, las armas “no fueron usadas en combate, sino que tenían un valor simbólico”.

Espada de bronce Jeseník 2

Espada de bronce Jeseník 2

Detalle de la empuñadura de la espada.

Imagen: Silesian Ethnographic Museum

Un hallazgo excepcional

Las dos piezas se encuentran en un estado casi intacto, salvo por algunas irregularidades en la hoja, y se asemejan a armas parecidas encontradas en lo que hoy es Alemania. Pero el hallazgo resulta excepcional en esta zona porque, de acuerdo con las informaciones actuales, estaba poco poblada hace 3.300 años y en ella solo se había encontrado una espada de este tipo antes. Por ese motivo, en un primer momento los arqueólogos pensaron que podría tratarse de armas fabricadas en otro lugar, pero los análisis posteriores confirmaron que habían sido elaboradas con materiales locales.

El hallazgo resulta excepcional en esta zona porque estaba poco poblada hace 3.300 años y en ella solo se había encontrado una espada de este tipo antes.

Tras terminar las pruebas, la espada será exhibida en el Museo Etnográfico de Silesia en Jeseník. También se ha puesto en marcha un proyecto para seguir examinando el lugar donde las armas fueron encontradas. Milan Rychly, investigador del Museo, equipara la búsqueda a un puzzle: “por ahora sólo tenemos cuatro pequeños fragmentos de una historia, por lo que hemos de empezar a encajarlas”. Ojalá en el futuro se acabe de completar el rompecabezas.

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