Civilización maya

Hallada la estructura ceremonial maya más antigua conocida hasta la fecha

En el sitio arqueológico de Aguada Fénix, en el estado mexicano de Tabasco, los arqueólogos han descubierto mediante tecnología LIDAR una plataforma elevada de 1.413 metros de norte a sur y 399 metros de este a oeste.

Las estructuras mayas descubiertas gracias a la tecnología LIDAR.

Las estructuras mayas descubiertas gracias a la tecnología LIDAR.

Foto: Takeshi Inomata

La tecnología LIDAR, un método de detección remota con láser que está permitiendo sacar a la luz infinidad de estructuras arquitectónicas, está revolucionando el estudio arqueológico sobre los antiguos mayas en América Central y México. Además ha incrementado la velocidad y la escala de los descubrimientos y remodelando nuestra comprensión de cómo y cuándo este antiguo pueblo empezó a alterar el paisaje circundante.

Desde hace tiempo, muchos arqueólogos se han inclinado a pensar que la civilización maya se desarrolló gradualmente gracias a la aparición y prosperidad de pequeñas aldeas que surgieron durante el período Preclásico Medio, entre los años 1.000 y 350 a.C. Sin embargo, el reciente descubrimiento de uno de los primeros centros ceremoniales de la cultura maya, una plataforma artificial en el sitio arqueológico de Ceibal, en la selva guatemalteca del Petén, que data del año 950 a.C., desafía la hipótesis que defiende esta evolución gradual.

Vista aérea de Aguada Fénix sin la tecnología LiDAR, al natural.

Foto: Takeshi Inomata

Una gran plataforma bajo tierra

Un nuevo desafío a esta teoría supone, asimismo, el descubrimiento que un grupo de arqueólogos dirigidos por Takeshi Inomata, de la Universidad de Arizona, en el marco del Proyecto Arqueológico del Usumacinta Medio, ha realizado con esta novedosa tecnología: una estructura monumental que hasta la fecha parece ser la más antigua y más grande construida por la civilización maya en la región. La datación por radiocarbono arroja una datación de entre 1000 y 800 a.C. Se localiza en el yacimiento de Aguada Fénix, en el estado mexicano de Tabasco, y el LIDAR ha permitido trazar un mapa en tres dimensiones de la estructura, que mide 1.413 metros de norte a sur y de 399 metros de este a oeste y está oculta bajo tierra. La construcción, que se alzó unos 10 o 15 metros sobre el área circundante, cuenta además con nueve calzadas que parten desde ella hacia distintas ubicaciones en los alrededores. El estudio se ha publicado en la revista Nature y sus pormenores se recogen en el artículo titulado Monumental architecture at Aguada Fénix and the rise of Maya civilization firmado por Inomata.

Pero Inomata y su equipo no buscaron al azar. Se centraron en localizar mediante el LIDAR un tipo de estructuras que entre los arqueólogos se conocen como Grupos E. Conocidos como la forma más temprana de arquitectura no residencial en las tierras bajas mayas, los Grupos E son unas estructuras desde las cuales los antiguos mayas llevaron a cabo observaciones astronómicas. Algunos de ellos, como los que contienen la plataforma hallada por Inomata y su equipo en Aguada Fénix, y la descubierta anteriormente en Ceibal, fueron construidos hace unos 3.000 años y, curiosamente, son anteriores incluso a los asentamientos humanos permanentes.

Ahora, los arqueólogos intentan dilucidar qué fue primero, si el desarrollo de la vida comunitaria en forma de asentamientos permanentes o las reuniones grupales para llevar a cabo actividades rituales como ceremonias religiosas u observaciones astronómicas. Normalmente se ha pensado que los asentamientos humanos permanentes allanaron el camino al desarrollo de este tipo de actividades, pero los últimos descubrimientos parecen indicar que fue al revés.

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Los Grupos E están formados por un montículo o pirámide en su lado oeste y por una plataforma alargada en el este. Desde la pirámide situada en el oeste, el observador podía contemplar la salida del Sol durante los solsticios de invierno y de verano, los cuales eran visibles desde las esquinas norte y sur, respectivamente, de la plataforma.

Hasta ahora, a lo largo y ancho de las tierras recorridas por el río Usumacinta, los ojos del LIDAR han revelado hasta 16 ejemplos de Grupos E construidos durante el primer milenio antes de Cristo. Todos contenían grandes plataformas rectangulares. La localizada en Aguada Fénix es, como ya se ha dicho, la más grande descubierta en la zona hasta la fecha, e Inomata cree que incluso puede tratarse de la construcción maya más grande erigida antes de la llegada de los españoles.

Según los investigadores, "los complejos ceremoniales como el de Aguada Fénix no se levantaron en honor de ningún gobernante y sugieren la importancia del trabajo comunitario".

Inomata y su equipo señalan que, a diferencia de otros sitios arqueológicos de los alrededores y del mismo período (pertenecientes a la cultura olmeca), Aguada Fénix no presenta evidencias claras de una marcada desigualdad social, como esculturas de personajes de alto estatus, por lo que, según defienden los investigadores, los complejos ceremoniales como el de Aguada Fénix no se levantaron en honor de ningún gobernante y sugieren la importancia del trabajo comunitario en el desarrollo inicial de la civilización maya.

A pesar de este fabuloso descubrimiento, todavía quedan preguntas por contestar, como por ejemplo: ¿Por qué eran tan grandes estas construcciones y fueron abandonadas sólo unos pocos cientos de años después de su edificación? y ¿Cuántas de estas construcciones puede haber aún por descubrir hacia el este y el oeste de Aguada Fénix? Seguramente las futuras exploraciones con LIDAR sacarán de dudas a los investigadores y aportarán mucha más información al respecto.

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