Actualizado a
· Lectura:
Ya desde mediados del siglo XX el puente de Acción de Gracias (del último jueves de noviembre a domingo) se había convertido en el período ideal en el que realizar las compras de Navidad. Los excelentes descuentos que todavía hoy se ofrecen durante estos días son para muchos un cebo irresistible, por lo que tanto grandes superficies como tiendas particulares ven un espectacular incremento de sus beneficios respecto a las semanas anteriores.
Si bien la fiesta de Acción de Gracias era tradicionalmente una celebración en la que juntarse con familia y amigos, para algunas empresas era otra oportunidad más de enriquecerse, así que decidieron anticipar el período de descuento y, en vez de empezar el famoso Black Friday, rebajar sus precios desde el día anterior, el jueves.
Pioneros en el adelanto del Black Friday
Los primeros en aplicar esta estrategia comercial fueron los supermercados K Mart, que en 2009 abrieron sus puertas a las ocho de la tarde del Día de Acción de Gracias. Poco a poco se les unieron otras grandes superficies, pero no fue hasta el 2012 que pasó a convertirse en un evento a gran escala cuando la importante juguetería Toys R Us se unió a esta tendencia.
El impresionante auge de ventas, que superaron en un 26% las del año anterior y llegaron al billón de dólares solo en compra online, terminó de convencer a la competencia, quienes al año siguiente abrieron todo el día obligando a sus empleados a saltarse el puente bajo la amenaza de perder su trabajo.
Malestar entre los empleados
Si bien esta nueva iniciativa ampliaba en un día más el frenesí consumista, los grandes damnificados eran sin duda los dependientes, que apenas cobraban el sueldo mínimo y ahora no podían ni ver a sus familiares cuando estos se juntaban para comer el famoso pavo de Acción de Gracias.
Así cajeros y reponedores tomaron la calle, manifestándose ante los Walmart de todo el país y reuniendo más de 370.000 firmas en contra de trabajar ese jueves A esta reivindicación del sector pronto se le unieron los sectores más tradicionalistas de la sociedad, para quienes las ofertas de ese día eran poco menos que la profanación de una fiesta supuestamente dedicada a agradecer a Dios lo que les había dado.

Tras la muerte de uno de sus compañeros, los empleados de un Walmart se manifiestan para pedir mejores condiciones laborales
Foto: Wikimedia Commons
Pese a todas estas protestas el fin del Gray Thursday, como así se dio en llamar a las ofertas de Acción de Gracias, no llegó a causa de la presión social, sino por el aumento de la venta online y la ampliación de los descuentos a prácticamente la totalidad de los meses de noviembre y diciembre.
Al haberse ampliado de esta manera el período de ofertas y promociones ya no era necesario concentrar las ventas en un solo puente, por lo que desde 2020 las tiendas han vuelto a cerrar el jueves para dar paso al mercado virtual, que no ha hecho sino crecer a partir de la pandemia del Covid-19.
El Black Friday sin embargo, más arraigado en la historia, sí continúa siendo una jornada (o incluso un fin de semana), plagado de fervor consumista donde las empresas buscan atraer clientes con los mayores descuentos del año por un periodo corto de tiempo.