TRANSCRIPCIÓN DEL PODCAST
Continuamos en Kurdistán, tratando de conocer el trabajo de un equipo de arqueólogos que analiza la evolución del Neolítico en el Próximo Oriente. El equipo busca saber cómo fue la transición de las sociedades cazadoras y recolectoras hacia las agrícolas y ganaderas.
Esta vez nos vamos a las proximidades de la ciudad de Erbil. Para conocer el yacimiento de Gird Lashkir, situado al norte de Iraq. Aquí, un equipo español dirige los trabajos de excavación desde 2014, en una zona que hacía años que estaba cerrada a la investigación arqueológica.
Si en el anterior episodio, el del yacimiento de Banahilk, nos fijamos en un asentamiento pequeño situado en la montaña, en este bajamos al llano para intentar desvelar cómo se organizaban estas primeras comunidades agrícolas.
A ellos les debemos también la formación de las ciudades, de los estados o, entre otros, la jerarquización de la población. Conceptos que nos son bien familiares y que como ya vemos, vienen de miles y miles de años atrás.
Bienvenidos a un nuevo capítulo de “Desenterrando el pasado”.
Seguimos en el Próximo Oriente, recordad, allí dónde nuestros investigadores, Miquel y Anna, se sienten como en casa…
“Solo cambiar la maleta, el trayecto en avión y ya llegas a casa, con otra familia”.
Estamos escuchando de nuevo a Anna Bach, licenciada en Historia por la Universidad Autónoma de Barcelona y doctora en arqueología prehistórica e Historia del Arte. Y a Miquel Molist, catedrático de prehistoria de la UAB.
Miquel, os acordaréis, es quién en el pasado podcast nos habló de todo lo que debemos a los hombres neolíticos… con respecto a la dieta por ejemplo.
“La población actual tiene que pensar, qué come cada día, qué hemos desayunado esta mañana, cereales, que hemos comido al mediodía, un bistec buey, que vamos a cenar lentejas molidas. Lentejas, cereales, bueyes, oveja, cerdo. ¿Cuál es la base en que la población por primera vez controla el poder reproductivo de estos productos que comemos ahora?"
Efectivamente es en el neolítico cuando las sociedades pasan de ser cazadoras recolectoras a agrícolas y ganaderas. Justo este momento, este periodo de la historia humana, es en el cual se centrarán estos dos investigadores.
Ambos son miembros del equipo del grupo de investigaciones arqueológicas del Mediterráneo y el Próximo Oriente, el GRAMPO. Venga, vamos a conocer un poco más este extenso territorio de Oriente, hoy nos situamos en un yacimiento cerca de la ciudad de Erbil.
Una transición esencial
El proyecto dirigido por Miquel busca conocer los orígenes y consolidación de las primeras sociedades campesinas en el norte de la antigua Mesopotamia, en el actual Kurdistán iraquí. Aquí es dónde se ubica el origen de la civilización agrícola y urbana, 8.500 años antes de nuestra era, y que miles de años más tarde llegaría a Europa.
¿Dónde nos situamos exactamente? Pues, al norte de Iraq, dentro del área de influencia de la capital del Kurdistán, Erbil. Ciudad que se encuentra a unos 90 kilómetros de Mosul, otra importante urbe del norte del país.
Gird Lashkir, así es como se conoce el yacimiento, se trata de un “tell arqueológico” es decir, es una montaña artificial de unos 14 metros de altitud y de unas 5 hectáreas de extensión. Tiene una particularidad, cuenta con una secuencia única de 15 metros de yacimientos de niveles arqueológicos que se suceden. El equipo español, capitaneado por Miquel Molist, llegó al lugar en 2014.
“En 2013, el vicerectorado de la Autónoma nos llama diciendo, oye vosotros que hacéis cosas muy raras en oriente, acaba de venir el rector de la universidad de Erbil pidiendo colaboración, ¿os interesa? Y dijimos, si si que nos interesa, por supuesto!”
Hay de destacar que la zona del Kurdistán iraquí llevaba muchos años cerrada a la investigación arqueológica. Pero en 2013 se estableció un convenio de colaboración entre la UAB y la Universidad de Salahddin en Erbil. Esto supone una oportunidad de oro para actualizar la documentación, la investigación en torno a los orígenes de la agricultura en la zona.
Un proyecto, por cierto, financiado, entre otros, por la Fundación Palarq.
En el Kurdistán iraquí es dónde se ubica el origen de la civilización agrícola y urbana, 8.500 años antes de nuestra era,
Desde la Universidad de Salahaddin de la ciudad de Erbil habían dedicado muchos esfuerzos a estudiar la zona durante el periodo islamista, pero no la prehistoria. Así que la institución recibió al equipo de Molist con los brazos abiertos..
Según los investigadores dentro de la arqueología en Oriente, el estudio de la prehistoria no es el que más destaca, ya que el territorio presenta una riqueza de Patrimonio más amplia en periodos más recientes.
“Siempre digamos el poder cultural de un país puede orientar la investigación hacia unos periodos concretos y en este caso la prehistoria levanta poca pasión entre la población de los gobernantes. La prehistoria tiene una falta de carisma en la población que lo intentamos suplir de la manera que podamos, y con podcasts de este tipo, pero no es evidente”.
En el anterior capítulo, Miquel nos hablaba de la transición de las sociedades cazadoras recolectoras a agrícolas y ganaderas como una revolución.
Con la llegada de estas sociedades agrícolas, se crearon las ciudades, el crecimiento de la población, la formación de los estados, la división de poderes o la jerarquía. Elementos que ahora a todos nos suenan porque nos regimos por ellos. El equipo del proyecto se fija sobre todo en los pequeños asentamientos.
“Nos interesa precisamente el rol de los pequeños asentamientos dentro de una estructura de macroestado. Nosotros no vamos a poder aportar un templo, el palacio real de la ciudad, pero sí que vamos aportar datos históricos de cómo funciona la complementariedad territorial de estos asentamientos, no?
El equipo multidisciplinar, esta documentando cómo se organizaban las comunidades que luego formaron las primeras ciudades estado mesopotámicas.
“Como estos pequeños grupos se organizan, se vuelven más complejos, se expanden, gestiona todo esto producto transformado, pero no solo en el campo alimentario, sino en estos productos complementarios, secundarios, vinculados al mundo de la ornamentación”.
No podemos aportar un templo pero sí datos históricos de cómo funciona la complementariedad territorial de estos asentamientos
Un enfoque más local
De hecho, si comparamos el yacimiento del que hablamos en el último capítulo, Banahilk con el que nos ocupa hoy, Gird Lashkir, vemos una diferencia con relación al enfoque del estudio.
“De alguna manera sí estábamos buscando la consolidación de la propiedad privada, en nacimiento de la familia en Banahilk en el caso siguiente estamos buscando unos centros de poder, ciudades estadios, donde puede haber ya unos caudillajes potentes, masculinos o femeninos y que por tanto están vinculados…
En Gird Lashkir les interesa saber las relaciones de poder dentro de las ciudades y, también, con otras cercanas del territorio.
De momento se han excavado más de 150m2 que han permitido descubrir restos de arquitectura que se encuentran muy bien conservados. Se trata de casas de hábitat pero también de edificios especializados.
“Por una parte hay unos edificios digamos de tipo amplio, extenso, ya no son las casas pequeñas, unifamiliar, de tipo neolítico sino que estamos hablando del edificio que pueden llegar a tener 120, 130m2, con muros anchos, con adobe, no era la casita doméstica básica, y que en nuestro caso nos hacían pensar que realmente eran centro especializados en algún tipo de mercancías, etc”.
Los expertos hablan por ejemplo de almacenes y, la hipótesis que barajan es que los pobladores del sur de Mesopotamia pudieron crear colonias en el norte, donde las tierras eran más fértiles, y crearon ciudades satélite que abastecían de materias primas al sur.
Debajo de este gran edificio que se relaciona con un almacén, se han encontrado un conjunto de sepulturas. Estas corresponden a personas jóvenes, algunas de ellas enterradas con ajuares, lo que hace pensar que tendrían un digno estatus. Miquel destaca una de estas tumbas.
“Este año en mayo se ha encontrado una sepultura de una joven de unos 15 - 17 años con un collar de lapislázuli, caledonia, piedras semipreciosas, nada locales, vinculadas a unas redes de comercio y además con un sello que es el que utilizan para marcar las propiedades o cerrar los edificios de almacén, etc. Lo que se llama un sello cilindro”.
Otro de los descubrimientos del equipo es un conjunto de figuritas de arcilla cocida en forma de bóvido que podrían ser usados como juguetes por los niños, o tener algún significado religioso.
Los investigadores destacan la importancia de contextualizar bien los elementos encontrados en una excavación.
“El objeto por sí es muy importante pero el contexto donde aparece el objeto proporciona una información, casi duplica la información que te puede dar el objeto. La arqueología actual ha avanzado muchísimo. el trabajo de campo en arqueología que en la generación de archivos que se puedan consultar y que son permanentes para la humanidad”
Evidentemente, nos podemos imaginar que esto conlleva una responsabilidad.
“Nosotros como ética tenemos la obligación de dar a conocer estas sepulturas de manera muy completa, no solamente las interpretaciones sino todos los documentos para que nuestros hijos, y nuestros nietos, y los nietos de nuestros nietos, puedan revisarlo y corregir probablemente la interpretación que nosotros le vamos a hacer”.
El equipo dirigido por Miquel Molist, junto con el resto de investigadores, como Anna Bach, van a seguir excavando e investigando en el Próximo Oriente para saber más sobre el origen de la civilización agrícola y urbana. Y, cómo esta se desarrolló a lo largo de miles de años creando grandes ciudades estado.
Además, seguirán reivindicando el estudio de la prehistoria, donde, recordad, se encuentran nuestros orígenes como civilización.
Porque, como siempre decimos, a fin de cuentas, conocer nuestro pasado es conocernos mejor en el presente.