El galeón de Ribadeo se va deteriorando día a día

"España es un gigante en cuanto a patrimonio cultural subacuático y un enano en cuanto a su protección y estudio", afirma su descubridor, Miguel San Claudio

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Foto: Archeonauta

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Baos

Probables baos (vigas superiores de la cuaderna).

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Cuadernas

Cuadernas enterradas en la arena.

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Cuadernas

Cuadernas y parte del forro interior, junto a piezas estructurales sueltas.

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Piezas masivas

Piezas masivas en conexión hacia la popa.

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Aspirador de agua

Un arqueólogo subacuático utiliza un aspirador de agua.

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Bolaños

Conjunto de bolaños (proyectiles esféricos de piedra).

Foto: Archeonauta

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Recámaras de alcuza

Dos recámaras de alcuza para las piezas de artillería.

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Arqueólogo subacuático

Una arqueólogo subacuático examina los restos del galeón.

Foto: Archeonauta

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Botija

Botija del galeón de Ribadeo.

Foto: Archeonauta

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Aspirador de agua

Dos arqueólogos subacuáticos con un aspirador de agua.

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Cubierta, mamparo y barril

Restos de la cubierta (arriba a la izquierda), un mamparo (en el centro) y un barril (a la derecha).

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Muestra de madera

Un arqueólogo subacuático extrae una muestra de madera con una sierra de carpintero.

Foto: Archeonauta

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Cabo

Cabo del galeón de Ribadeo.

Foto: Archeonauta

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Balaustre

Balaustre de madera.

Foto: Archeonauta

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Forro interior

Forro interior, varenga y cuaderna.

Una parte importante del patrimonio cultural subacuático español permanece desprotegida en la ría de Ribadeo, entre Galicia y Asturias, comprometida por el tráfico marítimo del puerto comercial, tanto por las sacudidas de las hélices durante las maniobras como por una varada accidental. A poco más de cuatro metros de profundidad se encuentran los restos medio enterrados de un galeón del siglo XVI, el barco más avanzado de la época, con una eslora similar a la del Mary Rose, el buque de guerra de Enrique VIII de Inglaterra. Durante las inmersiones de reconocimiento se han podido detectar todo tipo de objetos: zapatos, botijas, barriles, piezas de artillería, bolaños (proyectiles esféricos de piedra)... Seguramente no hay oro y plata a raudales como en el San José o en la Mercedes, pero eso no importa.

Su verdadero valor radica en la técnica constructiva, pues poseía todos los adelantos de la época, como por ejemplo un casco forrado de plomo en su obra viva (la parte sumergida del casco), que protegía la madera de los moluscos xilófagos y que favorecía el deslizamiento de la nave. Sin embargo, como todo artefacto expuesto a las fuerzas de la naturaleza, probablemente embarrancó en la ría y se fue a pique. Su recuerdo se perdió con el transcurso de los siglos hasta que sus restos aparecieron a finales de 2011. Quienes lo investigan coinciden en señalar que se trata del galeón mejor conservado en aguas territoriales españolas. Y cuatro años después de su hallazgo sigue sumergido como un fantasma del pasado, cubierto únicamente por una malla de protección, mientras el Mary Rose, o lo que queda de él, atrae cada año a miles de visitantes.

¿Cómo fue descubierto?

En la ría de Ribadeo se efectúan dragados periódicos para retirar los sedimentos arrastrados por el río Eo y aumentar el calado de la zona. El 28 de noviembre de 2011 se realizó un dragado en el canal de acceso al puerto lucense de Ribadeo, bajo la supervisión de Archeonauta, una empresa de arqueología subacuática. "Durante las labores de retirada de los sedimentos, el filtro del tubo de succión de la draga se obturó con varios fragmentos de piedra, de naturaleza incompatible con la geología local, con un fragmento de madera y con uno de lámina de plomo que resultó pertenecer al forro del casco de un buque", explica Miguel San Claudio, responsable de Archeonauta, a Historia National Geographic. "Hasta la fecha se han localizado una parte de la cubierta, mamparos para dividir los compartimentos y restos de armamento y del cargamento, todo ello sin que se haya realizado ni una sola excavación", añade. En dos ocasiones se han tomado muestras de madera, empleando sierras de carpintero, para realizar un análisis dendrocronológico y determinar el tipo y la edad de la madera.

¿Qué se sabe del galeón?

"El galeón de Ribadeo era un barco de guerra de gran tonelaje, de unas 600 toneladas, con 32 metros de eslora y 9,38 de manga. Por sus características coincide con el galeón Santiago, que en noviembre de 1597 se aproximó a la ría de Ribadeo junto con otro galeón y dos urcas, procedentes del apresto de la armada de Irlanda. Uno de los galeones parece que embarrancó en la ría", explica a este medio Ana Crespo, miembro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y directora del proyecto internacional ForSEAdiscovery, que entre otras cosas investiga el tráfico marítimo de los siglos XVI y XVII y la madera empleada en la construcción de los navíos. "Los análisis realizados coinciden en que se trata de un buque con una estructura construida en roble y con elementos hechos de diferentes especies, entre ellas el pino. Todo parece indicar que el roble es de origen vasco-cántabro", detalla.

Un futuro incierto

"En Galicia hay buques históricos con cargamentos valiosísimos que día a día y ola tras ola están siendo destruidos por la acción del mar, con pleno conocimiento de las diferentes administraciones", denuncia Miguel San Claudio. "España, el país con el mayor patrimonio cultural subacuático del mundo, no ha sido capaz de llevar a cabo una excavación integral de un buque que se remonta a una época en que el país abrió el planeta a la humanidad. Hasta entonces prácticamente no había comunicación entre los continentes y la humanidad desconocía la existencia del resto", afirma.

El arqueólogo es consciente del elevado coste de extracción y conservacion de estos vestigios, pero considera que el galeón de Ribadeo "merece todos los esfuerzos para su estudio, ya que se encuentra en España, en aguas protegidas y en las mejores condiciones posibles". Por último, lamenta que el país siga siendo "un gigante en cuanto a patrimonio cultural subacuático y un enano en cuanto a su protección y estudio". La asociación El galeón de Ribadeo, el mejor conservado del mundo se ha creado ante la ausencia de una política de protección patrimonial y para evitar que el galeón caiga en el olvido. "Cuando me enteré del hallazgo no logré entender cómo no se le daba la importancia que merecía, siendo prácticamente desconocido en toda la región", expresa Ainhoa López, conservadora y restauradora con casa en Ribadeo, que preside la asociación. "Creo en su potencial como objeto museable y generador de recursos económicos, además de ser un medio para narrar la historia de la navegación, en la que fuimos importantísimos", concluye.