Aquel 14 de marzo de 1980, cuando estaba a punto de subirse a la avioneta en Unalakleet (Alaska) para rodar la carrera de trineos con perros más famosa del mundo para la serie El hombre y la Tierra, Félix Rodríguez de la Fuente les dijo a sus compañeros de rodaje que"aquel era un lugar hermoso para morir". Casualmente era el día de su cumpleaños, y a los pocos minutos de levantar el vuelo, y por causas que aún se desconocen, la avioneta se estrelló llevándose la vida de Félix Rodriguez de la Fuente, magistral divulgador del mundo natural y un héroe para muchos niños a los que había transmitido su amor por la naturaleza y su compromiso con el medioambiente.
Comunicador polifacético
Félix Rodríguez de la Fuente fue mucho más que un gran comunicador que convirtió su afición por la naturaleza en una forma de entender la vida. Su capacidad para cambiar la visión que la sociedad española de la década de 1970 tenía de los animales y la naturaleza lo convirtió en un fenómeno mediático. Con su talento, Rodríguez de la Fuente consiguió poner a la fauna ibérica en el foco de atención. Zoólogo, biólogo autodidacta, expedicionario, guía, realizador de documentales y de programas radiofónicos, y escritor, Rodríguez de la Fuente fue posiblemente el primer ecologista español en convencer con su oratoria a cientos de miles de personas.
Zoologo, biólogo autodidacta, expedicionario, guía, realizador de documentales y de programas radiofónicos, y escritor, fue posiblemente el primer ecologista en convencer con su oratoria a cientos de miles de personas.
Rodríguez de la Fuente era una persona cercana que transmitía una gran pasión y seguridad. Su característico timbre de voz, su tono y la forma de acentuar las palabras, sus explicaciones didácticas, sus reflexiones y sus documentales pioneros no han pasado de moda a pesar de los años transcurridos. Pero ni siquiera un personaje legendario como él se ha librado de las críticas. Algunos le acusaron de rodar escenas con animales "troquelados", es decir, acostumbrados a la presencia humana.

Félix Rodríguez de la Fuente con un lobezno durante la grabación de 'El hombre y la Tierra'.
Foto: RTVE
Pasión por la cetrería
Licenciado en Medicina por la Universidad de Valladolid, Félix Roriguez de la Fuente se graduó en Estomatología en Madrid con el Premio Extraordinario Landete Aragó. A pesar de obtener tal alta graduación, Félix apenas trabajó dos años en una consulta y a la muerte de su padre lo dejó todo para dedicarse a sus grandes pasiones: la cetrería y la divulgación científica.
Sus conocimientos de cetrería le valieron ejercer como asesor, en 1961, en la película El Cid, rodada en España, con Charlton Heston y Sofía Loren como protagonistas. En 1962, el Gobierno español le encargó capturar dos halcones peregrinos para ofrecérselos como regalo al rey Saud de Arabia Saudí, país al que viajó para entregárselos personalmente. El monarca saudí, a su vez, como agradecimiento le financiaría años más tarde el rodaje de su primer documental, titulado Señores del espacio, dedicado a la cetrería. En 1964, Rodríguez de la Fuente participó en el Congreso Internacional para la Protección de las Aves de Presa celebrado en Caen, Francia, donde presentó un estudio sobre la situación del halcón peregrino en España y también publicó su primer libro, El arte de la cetrería.
Sus conocimientos de cetrería le valieron ejercer como asesor, en 1961, en la película El Cid, rodada en España, con Charlton Heston y Sofía Loren como protagonistas.

'El hombre y la Tierra' se rodó en cine 35mm.
Foto: RTVE
El gran amigo del lobo
Su carrera mediática empezó en 1962 en un programa de Televisión Española al que había acudido como invitado. En 1968, directivos de la televisión pública le pusieron al frente del programa Fauna, que más tarde se convertiría en una enciclopedia del mismo nombre. En ese mismo año, sus conocimientos de cetrería lo convirtieron en el encargado de desarrollar un plan inédito en España y que también resultó un éxito: utilizar aves rapaces para controlar a las aves potencialmente peligrosas para los motores de los aviones en los aeropuertos. Entre 1970 y 1972 inició su trayectoria como productor televisivo con el programa Planeta Azul, una serie que le daría reconocimiento y fama mundial. Un año después, en 1973, su inquietud sin límites lo llevó a hacer una incursión en la radio con el programa La aventura de la vida y otros espacios, como Planeta agua y Objetivo: salvar la naturaleza.
En 1965, Rodríguez de la Fuente había conseguido salvar a dos lobeznos de morir apaleados en un pueblo a los que crío y estudió y llamó Rómulo y Remo.
El amor de Rodríguez de la Fuente por la naturaleza y los animales fue tal, que muy pronto su imagen se asoció con la del lobo ibérico, un animal tan temido como repudiado en las zonas rurales y que con sus programas ayudó a preservar de la extinción. En 1965, Rodríguez de la Fuente había conseguido salvar a dos lobeznos de morir apaleados en un pueblo. El divulgador crío y estudió a los animales, a los que bautizó con los nombres de Rómulo y Remo.
En Fauna, Rodríguez de la Fuente dijo los siguiente de la relación entre lobos y humanos: "Todo parece indicar que hasta la aparición de la agricultura y el pastoreo el hombre y el lobo compartieron el hemisferio Norte sin hacerse una verdadera guerra. El lobo se convirtió en un proscrito, en un animal fuera de la ley, cuando el hombre se hizo agricultor y pastor".
El hombre y la Tierra
Entre 1973 y 1980, Rodríguez de la Fuente realizó su serie más famosa y por la que siempre será reconocido y recordado: El hombre y la Tierra. Una serie que pasará también a la historia de la televisión gracias a su sintonía de tambores compuesta por Antón García Abril, sus imágenes de un sol incandescente que surge por el horizonte y la interacción entre humanos y animales.
La serie, de 124 capítulos, estuvo dividida en tres partes: ibérica, sudamericana y norteamericana. La serie ibérica constó de tres partes y de una cuarta que quedó inacabada. La dedicada a la fauna de Sudamérica se filmó en 1973 en Venezuela, concretamente en Los Llanos, el Orinoco y el Amazonas, y, aunque en principio solo se iban a rodar ocho capítulos, finalmente se rodaron 18.
Fue precisamente en el capitulo 3 de la etapa venezolana, titulado Operación anaconda, cuando Félix Rodríguez de la Fuente casi perdió la vida en el transcurso del rodaje, cuando él y su equipo trasladaban una gigantesca anaconda entre el barro para salvarla, cuando la enorme serpiente se volvió hacia él y a punto estuvo de propinarle un mordisco que hubiera sido letal. Por último, de la serie norteamericana sólo se pudo filmar la parte canadiense y dos capítulos en Alaska. La serie fue todo un reto cinematográfico debido al peso de los equipos y a la dificultad para transportarlos al filmarse todos ellos en 35 milímetros.
En el capitulo 3, titulado Operación anaconda, Félix Rodríguez de la Fuente casi perdió la vida en el transcurso del rodaje, cuando una gigantesca serpiente estuvo a punto de morderle.
Comprometido con la Naturaleza
A pesar de todas las dificultades, El hombre y la Tierra se convirtió en un referente mundial, y no sólo por su temática y su pedagogía, sino también porque logró captar imágenes de animales que nunca había sido posible conseguir hasta entonces, lo que le valió numerosos premios, tanto en España como en el extranjero. Félix Rodríguez de la Fuente nos acercó como nadie al mundo animal. Filmaba imágenes impactantes de la vida cotidiana del azor, de la hiena, el buitre leonado o el cocodrilo que en esos momentos parecían imposibles.
La popularidad de Félix Rodriguez de la Fuente le permitió comprometerse con todo tipo de causas como la protección y el salvamento de distintas especies animales en peligro de extinción, como el ya mencionado lobo ibérico, que probablemente le debe su supervivencia, pero también se comprometió con el salvamento del oso ibérico, el lince, el águila real, el águila imperial y el muflón. La fauna de nuestro país siempre estará en deuda con él.