Éxito, trabajo y sacrificio en la exposición Mujeres Nobel

Una muestra en el Museo Nacional de Ciencias Naturales da a conocer algunas de las mujeres que han contribuido al progreso de la Humanidad y que han sido reconocidas por ello con un Premio Nobel

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Marie Curie, Premio Nobel de Física y de Química

Es uno de los nombres más célebres de la exposición y la primera mujer de la historia en conseguir el reconocimiento de los Premios Nobel. Licenciada en Ciencias Físicas y Matemáticas, Maria Slodowska Curie descubrió dos nuevos elementos químicos, el polonio y el radio, trabajando junto a su marido, Pierre Curie, lo que les valió el Premio Nobel de Física en el año 1903. Años más tarde lograría el Premio Nobel de Química, convirtiéndose en la primera persona en recibir el galardón en dos ocasiones.

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Irène Joliot-Curie, Premio Nobel de Física

Parecía que Irène Joliot-Curie estaba destinada a seguir los pasos de su madre (a la izquierda en la imagen). Se licenció en Ciencias Físicas y Matemáticas y, 32 años más tarde que Marie Curie lo consiguiera por primera vez, también ella fue galardonada con el Premio Nobel de Física. En este caso por descubrir la radiactividad artificial. Irène fue una mujer comprometida políticamente, luchó por sus convicciones formando parte de movimientos pacifistas y contribuyendo a concienciar a la sociedad de los peligros del uso de la energía atómica con finalidades destructivas.

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Selma Lagerlöf, Premio Nobel de Literatura

Profesora, escritora y feminista, Selma Lagerlöf nació en Suecia en 1858 y fue la primera mujer de la historia en ganar el Premio Nobel de Literatura, en 1909. A pesar de proceder de una familia humilde, gracias a su talento se benefició del mecenazgo de nobles suecos, algo que le permitió desarrollar su carrera literaria compuesta por obras como El maravilloso viaje de Nils Holgersson a través de Suecia, con la geografía y la cultura sueca como temas protagonistas, o La saga de Gösta Berling.

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Elizabeth Blackburn y Carol Greider, Premio Nobel de Medicina

Carol tuvo que luchar contra las dificultades que le suponía la dislexia, algo que a su vez fue una motivación para superarse y convertirse en bióloga. En 1984 comenzó su doctorado bajo la tutela de Elisabeth Blackburn, una brillante bioquímica junto a quien le sería concedido el Premio Nobel de Medicina en 2009. Juntas descubrieron la enzima responsable del alargamiento de los telómeros a la que llamaron telomerasa, una parte del cromosoma humano relacionada con el envejecimiento de las células.

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Bertha Von Suttner, Premio Nobel de la Paz

Bertha Von Suttner se convirtió en 1905 en la segunda mujer de la historia que recibió un Premio Nobel. Nacida en Praga en 1843 e hija de una familia aristocrática, se despertó en ella una vocación activista tras leer el libro del que sería el primer ganador del Premio Nobel de la Paz, Henri Durant. Trabajó durante un breve periodo de tiempo para Alfred Nobel, momento desde el cual ambos crearon y mantuvieron, mediante cartas, una gran amistad. En uno de estos intercambios epistolares, Nobel le confesó que contemplaba la posibilidad de crear un premio para el reconocimiento de grandes contribuciones a la paz, un premio que la propia Bertha terminaría ganando.

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Ada Yonath, Premio Nobel de Química

Marie Curie también fue fuente de inspiración para esta química bióloga, quien sufragó sus estudios iniciales de secundaria a cambio de dar clases en el propio instituto. Se doctoró en cristalografía de rayos X en Israel, donde estableció el primer laboratorio de cristalografía biológica del país. En 2009 le fue concedido el Premio Nobel de Química por sus investigaciones sobre la estructura de los ribosomas, cuyos resultados han sido reveladores en cuanto a los mecanismos según los cuales los antibióticos atacan a las bacterias para impedir que se desarrollen.

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Irena Sendler, candidata Premio Nobel de la Paz

Conocida como el Ángel del Gueto de Varsovia, esta enfermera polaca de religión católica fue la responsable de la salvación de 2.500 niños del campo de concentración situado en la capital de Polonia. Arriesgó su vida para trabajar en el campo y rescatar a los niños bajo la coartada de supuestas enfermedades contagiosas, algo que los nazis temían que pudiera afectarles. Cerca de la liberación de los campos, en 1943 Irena fue descubierta y torturada por la Gestapo, pero no confesó y logró sobrevivir. A pesar de que no lo consiguió, fue candidata al Nobel de la Paz en el año 2007. 

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Wangari Maathai, Premio Nobel de la Paz

“El futuro del planeta nos concierne a todos y debemos hacer lo que podamos para protegerlo.” Nacida en Kenia en 1940, se doctoró en Ciencias Naturales y dedicó su vida profesional al estudio y a la lucha por preservar el medio ambiente. Apodada como la mujer-árbol, fue fundadora del Movimiento Cinturón Verde. Su activismo también estuvo dirigido a la defensa de los derechos humanos, así como de los derechos de las mujeres africanas y por ello, en 2004, Wangari se convirtió en la primera mujer de África en recibir el Premio Nobel de la Paz.

Foto: Exposición "Mujeres Nobel"

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Concha Espina, candidata a Premio Nobel de Literatura

A pesar de haber recibido un gran número de prestigiosos galardones literarios, como el Premio Nacional de Literatura, el Premio Cervantes de Novela o el Premio Espinosa y Cortina, y de haber sido propuesta en nueve ocasiones para el Nobel, la escritora cántabra Concha Espina nunca fue premiada con el Nobel de Literatura. Pasó varias temporadas en Latinoamérica, primero con su marido, más tarde como embajadora extraordinaria nombrada por Alfonso XIII y como representante de la República Española. Fue pionera en denunciar las malas condiciones de vida en su novela El metal de los muertos.

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Nelly Sachs, Premio Nobel de Literatura

Nelly Sachs recibió el Premio Nobel de Literatura en el año 1966, y fue precisamente su pronta vocación literaria lo que salvó a esta poetisa alemana de la muerte. Desde muy joven sintió una profunda admiración por la escritora Selma Lagerlöf, con quien estableció una relación y cuya influencia le permitió, a ella y a su madre, escapar a Suecia antes de ser internadas en un campo de concentración nazi. Desde entonces, su vida y su obra literaria quedaron intensamente marcadas por el trágico desenlace del holocausto. Una de sus obras más conocidas es En las moradas de la muerte.

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Rita Levi-Montalcini, Premio Nobel de Medicina

Esta italiana licenciada en Medicina y doctora en Neurocirugía fue la responsable del descubrimiento del mecanismo por el cual las células embrionarias comienzan a reproducirse: los factores de crecimiento. Algo que le valió, junto a Stanley Cohen, el Premio Nobel de Medicina en 1986. Su carrera profesional tiene el mérito añadido de que muchas de sus investigaciones se desarrollaron de forma clandestina, pues coincidió con la prohibición dictada por Benito Mussolini de que cualquier judío pudiera ejercer ninguna actividad profesional. Levi-Montalcini montó un laboratorio en su propio dormitorio donde llevó a cabo varios de los experimentos que culminarían en su Nobel de Medicina.

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Teresa de Calcuta, Premio Nobel de la Paz

Nacida en la ciudad de Skopje, actualmente Macedonia, en 1910, Teresa de Calcuta descubrió su vocación misionera muy joven. No fue hasta 1929 cuando llegó a Calcuta, la ciudad a la que ha quedado asociado para siempre su nombre. Allí desarrolló sus acciones más conocidas, primero dedicándose a labores educativas en los suburbios más complicados y después creando la Congregación de las Misioneras de la Caridad. En un centro creado unos años más tarde, atendía a indigentes, ancianos, niños, enfermos y moribundos, sin importar cual fuera su credo religioso. Fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 1979.

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May-Britt Mose, Premio Nobel de Medicina

El campo de la neurociencia tiene a una de sus representantes más brillantes en esta mujer noruega, May-Britt Moser, quien recibió el premio Nobel de Medicina en 2014 junto a su marido por sus investigaciones relacionadas con los mecanismos que usa el cerebro para representar el espacio. El preciado galardón le fue concedido por el descubrimiento de las “células de red”, que permiten crear un sistema de posicionamiento en el espacio.

Desde que en 1901 tuviera lugar la primera entrega de los Premios Nobel de la historia hasta la actualidad se han otorgado alrededor de 850 premios. Dos años más tarde de la primera ceremonia, en 1903, Marie Curie fue galardonada con el Premio Nobel de Física –junto a Pierre Curie y Henry Becquerel–, siendo la primera mujer en ganarlo. Además, en 1911 se convirtió en la primera persona en lograr dos veces el reconocimiento de la academia sueca cuando le fue otorgado el Nobel de Química.

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Desde entonces, 48 brillantes mujeres han seguido el camino iniciado por esta célebre científica, entre ellas su propia hija, Irène Joliot-Curie. Por ello, ahora el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) les rinde homenaje con Mujeres Nobel, una exposición en la que se pone de relevancia el esfuerzo de todas ellas. El principal objetivo de la muestra es dar a conocer sus nombres, así como el trabajo y el sacrificio que las condujo hasta la consecución de uno de los premios más prestigiosos del mundo. Esta exposición, fruto del trabajo de las comisarias Belén Yuste y Sonnia L. Rivas-Caballero, se puede ver en el museo desde el 20 de septiembre de 2017 hasta el 20 de marzo de 2018.

Las escogidas son doce mujeres que fueron reconocidas por sus excepcionales logros en las diversas disciplinas que Alfred Nobel estableció en su testamento. Doce representantes femeninas que han sido reconocidas mundialmente como referentes de primer nivel en su ámbito de conocimiento. Además, también se incluyen dos mujeres que estuvieron a punto de lograrlo. Sus ejemplos constituyen a su vez un espejo en el que cualquier mujer del mundo pueda verse reflejada.

Además, en el marco de la exposición se organizan una gran variedad de actividades relacionadas, como un homenaje gastronómico a Alfred Nobel, conferencias sobre las protagonistas y talleres y actividades para niños.