Entramos en la tumba (virtual) de Tutankamón

Estamos a punto de emprender un impresionante viaje al más allá, al reino de Osirirs, el dios egipcio del inframundo, de la mano del alma del faraón Tutankamón. ¿Te atreves? Si estás decidido a viajar a ese terrorífico pero fascinante lugar, acompañar al dios solar Re en su barca, luchar contra la malvada serpiente Apofis y afrontar el juicio de las almas puedes hacerlo visitando Tutankamon, la experiencia inmersiva, la nueva propuesta del centro IDEAL Centre d'Arts Digitals de Barcelona. 

Esta innovadora experiencia, que ya triunfó en Madrid y tiene previsto viajar a otras ciudades europeas, permite al visitante realizar algo extraordinario: un periplo en el tiempo y en el espacio, hasta los orígenes del antiguo Egipto, y sentir, entre otras cosas, lo que sintió el afamado egiptólogo británico Howard Carter cuando descubrió la tumba de Tutankamón en el Valle de los Reyes el 4 de noviembre de 1922. Pero vayamos por partes.

un viaje hasta los orígenes

La emocionante aventura empieza con la visita de una sala que contiene piezas funerarias egipcias originales, algunas réplicas de objetos de la tumba de Tutankamón y paneles explicativos (cuyo autor es el reconocido egiptólogo Nacho Ares). Tras ello, y sin más dilación, nos adentraremos en la experiencia inmersiva propiamente dicha en la gran sala de 1.500 metros cuadrados del centro, habilitada para la ocasión, repleta de pequeños asientos cúbicos para acomodar al visitante.

La experiencia inmersiva propiamente dicha tiene lugar en la gran sala de 1.500 metros cuadrados del centro.

Comienza entonces una proyección en 360 grados durante la cual las imágenes y el sonido nos envolverán completamente. Contemplaremos el principio de los tiempos, la creación del mundo y la aparición de los dioses de Egipto. También veremos al dios carnero Khnum, el creador, dando forma a Tutankamón en su torno de alfarero en compañía de la diosa rana Heket. Todo ello mientras nos rodean y se escurren, literalmente entre nuestros pies, escorpiones, lagartos y, por supuesto, escarabajos, como el dios Khepri.

Cuando termina la proyección, nos dirigimos a una pequeña instalación, donde, como si de un fotocall se tratase, podremos nada menos que "fotografiar nuestra alma". Pero no hay de qué asustarse. Nadie va a apresar nuestro espíritu. Simplemente nos sentaremos en una especie de fotomatón y, de repente, ¡aparecerá nuestra cara como si fuésemos un antiguo egipcio o egipcia! Con un código QR podremos capturar la imagen y guardarla como un preciado recuerdo.

inmersión en el "metaverso"

Tras ello, toca sumergirse en el "Metaverso", dos experiencias en las que, en este caso, sí será necesario ponerse unas gafas de realidad virtual. Este ámbito comienza con una reconstrucción de la cámara funeraria de Tutankamón y, a continuación, ¡por fin! llegaremos a la sala donde empezará un nuevo y emocionante viaje. Con nuestras gafas de realidad virtual nos adentraremos en la tumba del faraón niño, en la penumbra, alumbrándonos con una lámpara de aceite que ¡oh sorpresa! aparece cuando alzamos una mano.

En los minutos que dura la experiencia seremos transportados al cielo y sobrevolaremos el Valle de los Reyes, también podremos pasear por la excavación de Howard Carter, penetrar en su tienda, fisgar en sus papeles, observar algunos de los objetos que hace poco que ha descubierto, escuchar la música de su gramófono... ¡Incluso haremos frente a una tormenta de arena!

La experiencia de realidad virtual nos permitirá pasear por la excavación de Howard Carter, penetrar en su tienda y fisgar en sus papeles.

Pero no creamos que la aventura ya ha terminado. Falta todavía la experiencia final, en una sala donde, cómodamente sentados y provistos de auriculares y de otras gafas de realidad virtual, nos fundiremos con el faraón. Nosotros mismos nos convertiremos en el alma de Tutankamón y, observándolo todo con sus ojos, saldremos del oscuro sepulcro para dirigirnos, finalmente, al reino de Osiris para enfrentarnos a la prueba definitiva, el juicio del alma. ¿Saldremos victoriosos? Eso solo lo sabremos cuando termine esta fantástica experiencia sensorial. ¡No te la pierdas!