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Todos recordamos el terrible incendió que el 15 de abril de 2019 devastó la catedral gótica de Notre Dame, en pleno centro de París. Desde aquel momento, las autoridades francesas se han conjurado para restaurar el templo lo más pronto posible. Algunos de los trabajos de reconstrucción que se llevan a cabo en el edificio están profundizando en el subsuelo, con lo que es inevitable que salgan a la luz algunos elementos hasta ahora inéditos. Es lo que sucedió el pasado 2 de febrero en el cruce del transepto con la nave central, donde los operarios descubrieron un espectacular sarcófago antropomorfo de plomo, posiblemente del siglo XIV, mientras se estaban efectuando unas excavaciones para comprobar la solidez del suelo. Justo en ese espacio se ha instalado un enorme complejo de andamios de unos cien metros de altura que servirán para volver a colocar la aguja de la catedral, que, junto con gran parte del tejado, se vino abajo durante el incendio.

Vista cenital del lugar de la excavación rodeado de andamios.
Foto: INRAP
Enterrado en plomo
El singular sarcófago de plomo, aplastado por el peso de la tierra y las piedras que lo cubrían, apareció entre unas canalizaciones subterráneas para la calefacción que datan del siglo XIX. "El descubrimiento de este sarcófago permitirá conocer mejor las prácticas y los ritos funerarios de la Edad Media", ha declarado Dominique García, presidente del Instituto Nacional de Investigaciones Arqueológicas Preventivas de Francia (INRAP). Aunque en Notre Dame se han hallado en el pasado numerosos enterramientos, este destaca por su excelente estado de conservación.

Panorámica del lugar donde apareció el sarcófago de plomo del siglo XIV.
Foto: INRAP
Para hacer un estudio preliminar se ha introducido en el interior del sarcófago una microcámara endoscópica que ha permitido vislumbrar fragmentos de tejidos, cabellos y sobre todo una almohada de hojas encima de la cabeza.
Para estudiarlo in situ, los arqueólogos, que han realizado en este espacio una excavación preventiva, han introducido en el interior del sarcófago una microcámara endoscópica que ha permitido vislumbrar "fragmentos de tejidos, cabellos y, lo más interesante, una almohada de hojas sobre la cabeza, un fenómeno bastante habitual en el entierro de altos dignatarios de la Iglesia. El hecho de que esos elementos vegetales se hallen aún en el interior demuestra a priori que el estado de conservación del cuerpo es muy bueno", ha explicado Christophe Besnier, responsable de la excavación. Pero ¿quién era este individuo? ¿Fue un clérigo de alto rango y por eso mereció ser enterrado en la catedral? Por el momento la identidad del propietario del ataúd de plomo se desconoce, aunque los investigadores sí creen que casi con total seguridad se trató de un personaje importante.
Esculturas en piedra
Los trabajos arqueológicos en Notre Dame han exhumado asimismo otros elementos interesantes, como por ejemplo un par de manos de piedra delicadamente esculpidas en actitud de orar, así como el busto de un hombre con barba y algunos elementos vegetales esculpidos que aún conservan restos de su pigmentación original. También se han localizado, a pocos metros de la zona donde apareció el sarcófago de plomo, los restos de un antiguo coro alto de piedra decorado con elementos escultóricos. Este coro fue construido hacia 1230 y destruido a principios del siglo XVIII durante unas obras de remodelación del interior del templo.

Detalle de las manos esculpidas encontradas durante los trabajos en Notre Dame.
Foto: INRAP

Restos de esculturas y elementos vegetales con policromía localizados durante los trabajos.
Foto: INRAP
En Notre Dame también se han hallado un par de manos de piedra delicadamente esculpidas en actitud de orar, así como el busto de un hombre con barba y algunos elementos vegetales esculpidos que aún conservan restos de pigmentación.
Está previsto que las excavaciones arqueológicas en Notre Dame finalicen el 25 de marzo ya que es prioritario continuar con la reconstrucción del tejado para que el emblemático edificio pueda ser reabierto al público en 2024, tal como está previsto.
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