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Un equipo de investigadores de la Universidad de Waterloo, la Universidad de Lakehead y la Universidad de Trentha logrado descubrir, mediante el análisis de ADN de los restos óseos, la identidad de uno de los miembros de la expedición perdida de Franklin de 1845. Se trata del suboficial John Gregory, que era ingeniero a bordo de uno de los navíos de la expedición, el HMS Erebus, y que se ha convertido en el primer miembro de la desafortunada expedición en ser identificado positivamente a través del estudio del ADN extraído de las muestras de los dientes y huesos que fueron recuperados de su lugar de enterramiento en el año 2013. Los resultados de este estudio se han publicado en la revista Polar Records.
Atrapados en el hielo
La expedición dirigida por el capitán John Franklin, cuyo objetivo era hallar el esquivo Paso del Noroeste (una ruta marítima que permitiese rodear América por el norte para llegar hasta el Pacífico), puso rumbo hacia el océano Ártico en 1845. Estaba compuesta por 129 marineros que viajaban en dos barcos, el HMS Erebus y el HMS Terror. Tras quedar atrapados en el hielo en el estrecho de Victoria, en abril de 1848, 105 supervivientes abandonaron los navíos en un desesperado intento de fuga. Ninguno sobrevivió. Desde mediados del siglo XIX, se han ido encontrando restos óseos de docenas de miembros de las tripulaciones en la isla del Rey Guillermo, en Nunavut (Canadá), aunque ninguno había podido ser identificado positivamente hasta la fecha. "Ahora sabemos que John Gregory fue uno de los tres miembros de la expedición que murieron en este sitio en particular, ubicado en la bahía del Erebus, en la costa suroeste de la isla Rey Guillermo", afirma Douglas Stenton, profesor adjunto de Antropología en la Universidad de Waterloo.

El HMS Erebus y el HMS Terror rodeados de icebergs. Cromoxilografía de 'El mundo polar', de G. Hartwig. Londres, 1874.
Foto: Cordon Press
Desde mediados del siglo XIX, se han ido encontrando restos óseos de docenas de miembros de las tripulaciones en la isla del Rey Guillermo, en Nunavut (Canadá), aunque ninguno había podido ser identificado positivamente hasta ahora.
Pero ¿cómo ha podido realizarse esta identificación? Pues gracias a las muestras de ADN proporcionadas por el tataranieto de Gregory, Jonathan Gregory, que vive en Port Elizabeth (Sudáfrica). "Que los restos de John Gregory sean los primeros en ser identificados a través del análisis genético es algo increíble para nuestra familia, así como para todos aquellos interesados en la desafortunada expedición de Franklin. Toda la familia Gregory está extremadamente agradecida al equipo de investigación por su dedicación y arduo trabajo, que es fundamental para desbloquear piezas de la historia que han estado congeladas en el tiempo durante tanto tiempo", ha declarado un emocionado Jonathan Gregory. De hecho, los registros genealógicos indicaban una relación paterna directa de cinco generaciones entre John Gregory y su tataranieto. "Fue una suerte que las muestras recolectadas contuvieran material genético bien conservado", comenta Stephen Fratpietro, del laboratorio de PaleoADN de la Universidad de Lakehead, también coautor del estudio.

Reconstrucción del rostro de John Gregory a partir de su cráneo.
Foto: Diana Trepkov. University of Waterloo
Lo que revela el ADN
El ADN de otros 26 miembros de la expedición perdida de Franklin se había podido extraer de los restos encontrados en nueve lugares arqueológicos distintos situados a lo largo de la línea de retirada de los supervivientes en 1848. "El análisis de estos restos también ha arrojado información importante sobre estos individuos, incluida su edad estimada en el momento de la muerte, estatura y salud", explica Anne Keenleyside, profesora de Antropología de la Universidad de Trent y coautora del artículo. "Estamos extremadamente agradecidos a la familia Gregory por compartir su historia familiar con nosotros y por proporcionarnos muestras de ADN en apoyo de nuestra investigación. Nos gustaría alentar a otros descendientes de miembros de la expedición de Franklin a que se comuniquen con nuestro equipo para comprobar si su ADN se puede utilizar para identificar a las otras 26 personas ", ha pedido Stenton.

El HMS Terror atrapado en el hielo. Grabado. Archivos Nacionales de Canadá.
Foto: PD

Los restos de algunos de los miembros de la expedición de Franklin son descubiertos en 1857. Grabado de 'Le Voleur'. París, 4 de mayo de 1877.
Foto: Cordon Press
La última información sobre el paradero de John Gregory conocida por su familia estaba en una carta que este escribió a su esposa Hannah desde Groenlandia el 9 de julio de 1845, antes de que los barcos se adentraran en el Ártico canadiense. Ahora, el descubrimiento de la identidad de los restos ayudará a completar la historia de las víctimas de la expedición de Franklin, según Robert Park, profesor de Antropología de la Universidad de Waterloo y otro de los autores del estudio. "La identificación por ADN prueba, de este modo, que Gregory sobrevivió tres años atrapado en el hielo a bordo del HMS Erebus. Pero murió 75 kilómetros al sur, en la bahía de Erebus", afirma Park.
La identificación por ADN prueba, de este modo, que Gregory sobrevivió tres años atrapado en el hielo a bordo del HMS Erebus. Pero murió 75 kilómetros al sur, en la bahía de Erebus", afirma Robert Park.
Los restos de Gregory y de otros dos expedicionarios fueron hallados por primera vez en 1859 y enterrados en 1879. La tumba fue descubierta de nuevo en 1993, y en 1997 varios de los huesos que se encontraban expuestos por la alteración de la tumba se enterraron en un monumento con una placa conmemorativa. Luego, la tumba fue excavada de nuevo en 2013 y, tras la extracción de las muestras de ADN, todos los restos fueron devueltos a su emplazamiento en 2014 y sobre ellos se dispuso un nuevo monumento conmemorativo más grande.