Abel G.M.
Periodista especializado en historia y paleontología
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Una espada de más de 3.000 años y en perfecto estado de conservación ha sido hallada en un túmulo funerario en Nördlingen, Alemania. Se trata de un descubrimiento excepcional, no solo por la rareza del objeto en cuestión, sino porque según sus descubridores está tan bien conservada que “casi sigue brillando”, a pesar de que fue fabricada en el siglo XIV a.C.
Se trata de una espada de empuñadura octogonal, un tipo de artesanía típica de esta zona durante la Edad del Bronce Medio. Su elaboración es compleja y la calidad de la pieza apunta a que probablemente perteneció a un personaje de alto nivel. De hecho en la tumba fueron enterradas tres personas – un hombre, una mujer y un joven – en rápida sucesión, aunque todavía se desconoce si estaban emparentados.
Una pieza rara y de gran valor
El valor de la espada radica sobre todo en su empuñadura, muy elaborada y perfectamente conservada. Se fabricó fundiendo la empuñadura directamente sobre la hoja – técnica conocida como sobrefundido o fundido superpuesto – y luego realizando la decoración usando punzones. Hay un par de remaches visibles y otro par que se intuye.
Este tipo de espadas son raras y mayoritariamente se encuentran en lo que los expertos creen que son túmulos funerarios, muchos de los cuales fueron abiertos en el siglo XIX. De ser así la espada podría formar parte del ajuar funerario de uno de los individuos enterrados, ya que en la sepultura se encontraron otros objetos de bronce.
Aun así los expertos afirman que era un arma de combate real y no solamente un objeto de prestigio. Su centro de gravedad se encuentra en la parte delantera, por lo que creen que era un espada pensada para acuchillar. A pesar de ello no se han encontrado marcas de golpes ni de desgaste; esto, unido a lo elaborado de su fabricación, hace pensar que no se usaba habitualmente.