Actualizado a
· Lectura:
En 1925, el alemán Hugo Obermaier, capellán de la casa de Alba y gran aficionado a la arqueología, estaba pasando unos días en la finca de Guadalperal, en el término municipal de El Gordo, cerca de la localidad cacereña de Peraleda de la Mata, cuando vio un grupo de piedras medio enterradas que llamó su atención. Excavó en el lugar durante años hasta que logró exhumar todo el monumento: un dolmen o conjunto megalítico funerario de entre cuatro y cinco mil años de antigüedad. Las piedras se mantuvieron in situ, pero los objetos que halló durante sus excavaciones fueron trasladados a Berlín.

Dolmen de Guadalperal Picture Alliance
Una imagen nocturna del dolmen de Guadalperal tomada en agosto de 2022.
Addictive Stock / Shotshop / Picture Alliance
Un monumento milenario
Así, durante cuarenta años, el dolmen de Guadalperal estuvo a la vista de todos, hasta que en 1963 se construyó el embalse de Valdecañas y las aguas del Tajo empezaron a inundarlo. En todos estos años, el dolmen había sido vislumbrado en alguna ocasión cuando el nivel del agua descendía, pero nunca había quedado totalmente a la vista, como ocurrió en verano de 2022 y va camino de volver a ocurrir este año, debido a la persistente sequía. Así, ahora se plantea el problema de qué hacer con el dolmen–que algunos medios ya han bautizado como el Stonehenge español–, si documentarlo y dejarlo donde está o trasladar sus piedras a un lugar cercano, pero no inundable.
Una excepcional sequía y el trasvase de aguas ha dejado totalmente a la vista el dolmen de Guadalperal
Del dolmen quedan en la actualidad un centenar de piedras de granito, muchas de pie y algunas caídas. Se puede apreciar aún la forma ovalada de la cámara principal y los restos del corredor de veinte metros que unió la ribera del Tajo con el monumento hace milenios. Un gran menhir esconde un misterio tallado en una de sus caras: lo que parece una serpiente, pero que algunos investigadores, como Ángel Castaño, presidente de la Asociación Cultural Raíces de Peraleda, piensan que podría tratarse de una representación de quince kilómetros del curso del río Tajo, entre dos de sus afluentes, el Gualija y el Ibor. Los estudiosos están convencidos de que este lugar fue un importante centro religioso y económico de la región, al ser uno de los pocos sitios de cruce del Tajo de norte a sur.

Captura de pantalla 2023 04 25 a las 10 59 11
Vista aérea del dolmen de Guadalperal en la que se observa la estructura ovalada del monumento.
Reuters
¿Seguirá bajo las aguas?
Raíces de Peraleda reclama de forma persistente a las autoridades actuaciones para salvar el dolmen, pero el Ministerio de Cultura y la Junta de Extremadura han descartado hasta hoy moverlo, pues los expertos consideran que su traslado supondría una pérdida irreversible. Lo que sí se prevé son algunas actuaciones de emergencia para documentar el yacimiento y proceder a su protección, estabilización y consolidación. En estas actuaciones sobre el monumento participan los mayores especialistas en arqueología megalítica de nuestro país que consideran que el dolmen de Guadalperal es "uno de los mejores ejemplares de entre los más tempranos. Eso explica por qué algunos expertos no dudan en afirmar que podría ser el dolmen más importante de España", como ha afirmado Primitiva Bueno, catedrática de Prehistoriade la Universidad de Alcalá de Henares.
Los expertos descartan por ahora mover el monumento, ya que consideran que su traslado supondría una pérdida irreversible
De todos modos, lo que ahora temen los expertos, y también los vecinos de Peraleda, es el alud de visitas al monumento que ya se está produciendo, puesto que no hay vigilancia in situ y no se puede controlar el flujo de visitantes. Desde Raíces de Peraleda piden que no se acuda al dolmen para preservar su integridad, ya que están convencidos de que la actuación humana puede suponer para el milenario dolmen un peligro mucho mayor que las aguas del embalse.

aerea dolmen
Las imágenes tomadas por satélite muestran la situación del dolmen cubierto por el gua y emergido en las épocas más secas.
Nasa
El dolmen de Guadalperal no es el único monumento milenario sumergido bajo las aguas del embalse. La inundación también sumergió la población romana de Augustóbriga. Sus restos también son visibles cuando el nivel del agua está más bajo y, en este caso, si se decidió "salvar" alguno de sus monumentos, trasladándolos fuera del perímetro inundable. Así, partes de dos templos fueron "reconstridos" en un cerro junto a la carretera.