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La obtención de imágenes mediante la tomografía computarizada en 3D de cadáveres antiguos es una técnica que ha proporcionado a los expertos una ayuda inestimable en sus investigaciones. Este es el caso de un equipo internacional de investigadores que ha analizado tres momias precolombinas que se conservan en museos europeos desde finales del siglo XIX. Estas momias, contrariamente a las egipcias, que requerían de un laborioso proceso de embalsamado, normalmente se momificaban de manera natural al estar expuestas a una climatología más seca y árida.
Mediante el empleo de esta técnica puntera, los investigadores han logrado descubrir que dos de ellas fueron brutalmente asesinadas. "Los tipos de traumatismo que hemos encontrado no habrían sido identificables si estos restos humanos hubiesen sido meros esqueletos", destaca Andreas G. Nerlich, profesor del departamento de Patología de la Clínica Boegenhausen de Múnich y uno de los autores de un estudio que acaba de publicarse en la revista científica Frontiers in Medicine.
Violencia extrema
Para llevar a cabo su estudio, los investigadores han analizado tres cadáveres: dos varones y una mujer. La primera de las momias masculinas estudiadas es la de un varón que actualmente se conserva en el Museum Anatomicun de la Philipps Universität Marburg (Alemania), y que al parecer murió entre los años 996 y 1147. Según el análisis por radiocarbono se trataría de un hombre de unos veinte años. Los textiles, la cerámica y las herramientas de pesca encontrados junto a su cuerpo sugieren que lo más probable es hubiera vivido en la región de Arica, en el norte de Chile.
Según los investigadores, un asaltante podría haber golpeado a la víctima en la cabeza con todas su fuerzas y un segundo asaltante le apuñaló en la espalda.
El hombre fue enterrado en cuclillas, sus dientes se encontraban sin alinear y presentaba las típicas abrasiones en la boca típicas de las sociedades precolombinas, cuyo alimento básico era el maíz. Los especialistas también encontraron trazas de una grave tuberculosis en sus pulmones, aunque al parecer no murió por eso. La causa de su fallecimiento, según los investigadores, fue un acto de "violencia extrema e intencionada". La teoría es que un asaltante podría haber golpeado a la víctima en la cabeza con todas su fuerzas y un segundo individuo le apuñaló por la espalda. Los expertos concluyen que para "rematarlo", alguno de los dos atacantes le clavó de nuevo un arma blanca cuando aún estaba en pie o arrodillado.

Imagen macroscópica de la momia conservada en Marburgo (Alemania).
Foto: (AM Begerock, R Loynes, OK Peschel, J Verano, R Bianucci, I Martinez Armijo, M González, AG Nerlich)
Un "traumatismo masivo"
Las otras dos momias objeto de estudio fueron las un hombre y una mujer que se conservan en el Musée Jurassien d'Art et d'Histoire (MJAH) en Delémont, Suiza. Y los resultados son sorprendentes puesto que han demostrado que el destino de la segunda momia masculina fue muy parecido al de la del Museo de Marburgo. Este segundo individuo, posiblemente originario de la región de Arequipa, en el sur de Perú, murió a consecuencia de "un traumatismo masivo en la columna cervical". La parte izquierda del cráneo presentaba una gran lesión perforante que podría haber sido provocada por el impacto de una flecha.
La parte izquierda del cráneo de la segunda momia masculina estudiada presentaba una gran lesión perforante que podría haber sido provocada por el impacto de una flecha.

Imagen de las momias de Délemont. A la izquierda se encuentra la mujer y a la derecha, el hombre.
Foto: (AM Begerock, R Loynes, OK Peschel, J Verano, R Bianucci, I Martinez Armijo, M González, AG Nerlich)
Sin embargo la mujer, que falleció entre los años 1224 y 1282, al igual que el hombre, murió por causas naturales, aunque el escaneo de sus huesos ha revelado algunas lesiones, aunque son posmortem, causadas principalmente por las brutales excavaciones que se llevaron a cabo en el siglo XIX en busca de momias precolombinas y de sus ajuares funerarios. Tanto el hombre como la mujer fueron enterrados boca arriba, un hecho que resulta bastante insólito en los enterramientos de las tierras altas de Sudamérica. Ambos personajes vestían ropas tejidas con algodón y pelo de llama.
El futuro de las investigaciones
Andreas G. Nerlich ha hecho hincapié en la importancia de estos estudios poco invasivos para conservar en buenas condiciones los cuerpos que son objeto de análisis científico: "La combinación de tomografías computarizadas modernas con las reconstrucciones en 3D ofrecen una imagen única de los cuerpos que de otro modo no habría sido identificada. Mediante los estudios anteriores se habría destruido la momia mientras que las radiografías sin funciones de reconstrucción tridimensional no podrían haber detectado las características claves del diagnóstico".
Los investigadores enfatizan la importancia de los estudios poco invasivos para conservar en buenas condiciones los cuerpos que son objeto de análisis científico.

Tomografía computarizada 3D del cráneo de la momia masculina de Délémont. Se aprecia el trauma en el lado izquierdo producido por una gran lesión perforante (posiblemente causada por una flecha).
Foto: (AM Begerock, R Loynes, OK Peschel, J Verano, R Bianucci, I Martinez Armijo, M González, AG Nerlich)
El investigador está convencido de que "es importante destacar que el estudio del los restos humanos momificados puede revelar una tasa mucho más alta de trauma, especialmente intencionado, que el estudio de los esqueletos. Hay docenas de momias sudamericanas que podrían beneficiarse de una investigación similar a la que hemos llevado a cabo", concluye.