Se cumplen 20 años desde la invasión de Iraq

La destrucción y saqueo de los tesoros culturales de Iraq durante la guerra

En marzo de 2023 se cumplen 20 años de la invasión de Iraq, la cual supuso la destrucción y el saqueo de buena parte del patrimonio cultural del país.

Saqueo Iraq galería Asiria (Osama Shukir Muhammed Amin FRCP(Glasg))

Saqueo Iraq galería Asiria (Osama Shukir Muhammed Amin FRCP(Glasg))

La galería asiria del Museo de Iraq, reabierto en 2007.

Osama Shukir Muhammed Amin FRCP(Glasg)

El 20 de marzo de 2003, una coalición de países encabezados por Estados Unidos invadió Iraq con el propósito de derrocar al régimen de Sadam Hussein. Una de las consecuencias de aquella invasión fue la destrucción y el saqueo del patrimonio cultural del país, a pesar de las advertencias lanzadas por entes culturales de todo el mundo, que pedían que se asegurase su protección.

Pero proteger dicho patrimonio no fue una prioridad y las fuerzas de ocupación dejaron desprotegidos museos, bibliotecas y yacimientos arqueológicos, a merced de los saqueadores; o fueron en ocasiones responsables directos del saqueo. Decenas de miles de objetos milenarios se perdieron, destruidos o circulando por el mercado negro.

HNG

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Destrucción, saqueo y vandalismo

La ocupación misma se saldó con un gran daño al patrimonio cultural del país. El caos durante la invasión y los enfrentamientos entre las fuerzas de la coalición y del régimen de Hussein causaron daños importantes en numerosos sitios históricos y en los cascos antiguos de las ciudades en las que se produjeron batallas, especialmente a causa de los bombardeos. Por otra parte, el ejército estadounidense levantó bases militares en las ruinas de las antiguas ciudades de Babilonia y de Ur, destruyendo en el proceso zonas de gran valor arqueológico. En Iraq se encuentran algunas de las primeras ciudades conocidas de la historia como Babilonia, Nimrud, Nínive y Ur.

Numerosas bibliotecas y museos perdieron gran parte de sus colecciones, robadas o destruidas.

Una consecuencia directa de este caos fue el saqueo y la destrucción de bibliotecas y museos. Durante la toma de Bagdad, los incendios arrasaron varias bibliotecas incluyendo la Biblioteca Nacional, causando la pérdida de numerosos documentos históricos y la mayoría de la colección de mapas y fotografías. Parte de los archivos pudieron salvarse gracias a que los conservadores, vecinos y algunos imames los pusieron a salvo. Algunos de los edificios, como varias bibliotecas universitarias, quedaron reducidas a cenizas parcial o totalmente.

Después de la destrucción directa vino el saqueo por parte de ladrones. A pesar de las peticiones a nivel internacional para que las fuerzas de ocupación apostaran tropas de vigilancia para prevenirlo, los museos, bibliotecas y sitios arqueológicos quedaron desprotegidos o con una vigilancia mínima formada por guardias reclutados a toda prisa, sin formación y mal equipados. Decenas de miles de objetos históricos desaparecieron y solo una mínima parte de estos han podido ser recuperados.

Saqueo Iraq estatua lamassu (Osama Shukir Muhammed Amin FRCP(Glasg))

Saqueo Iraq estatua lamassu (Osama Shukir Muhammed Amin FRCP(Glasg))

Cabeza de un lamassu, una criatura de la mitología mesopotámica, en el Museo de Iraq. La pieza fue cortada en piezas para transportarla.

Osama Shukir Muhammed Amin FRCP(Glasg)

El papel del mercado negro

Desde los inicios de la ocupación pesó la sospecha de que el saqueo de fondos culturales y yacimientos fuese intencionado para abastecer al mercado negro del coleccionismo de antigüedades. Los libros y manuscritos sufrieron la peor parte, con colecciones enteras que fueron robadas. Ante la magnitud del saqueo, instituciones culturales de los países que habían participado en la invasión, como el British Council y varias bibliotecas del Reino Unido, decidieron enviar parte de sus propios fondos durante la reconstrucción del país tras la caída del régimen de Hussein.

Los objetos que desaparecieron de los museos y bibliotecas a menudo eran los más valiosos y algunas de las piezas más difíciles de transportar, como las estatuas, fueron mutiladas para llevarse las partes más valiosas, como la cabeza. En el caso de algunas tipologías de objetos, como manuscritos, no podía saberse a priori su valor sin el conocimiento de un especialista: esto lleva a pensar que no fue un saqueo aleatorio, sino que los ladrones sabían bien qué buscaban; una sospecha alimentada por el hecho de que usaron equipo especial para decapitar las estatuas.

Los saqueos fueron perpetrados por ladrones a sueldo, contratados para llevarse las piezas más valiosas.

En muchos casos el saqueo fue perpetrado por ladrones a sueldo, contratados para hacerse con las piezas de valor y entregarlas a las personas que luego las sacarían del país para hacerlas entrar en el mercado negro de antigüedades. En algunos yacimientos arqueológicos el saqueo fue a gran escala, con el uso de maquinaria pesada. Ante la magnitud del desastre, el servicio de aduanas de EE.UU. e incluso el FBI tomaron cartas en el asunto y recuperaron unas 5.000 piezas. Aun así, a día de hoy resulta difícil evaluar la magnitud de las pérdidas a nivel cultural que sufrió Iraq durante la invasión.

Saqueo Iraq (Ejército de EEUU)

Saqueo Iraq (Ejército de EEUU)

Algunas piezas recuperadas.

Ejército de EEUU