Abel G.M.
Periodista especializado en historia y paleontología
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Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) han desenterrado nuevos restos de un poblado teotihuacano sepultado durante siglos bajo la actual Ciudad de México. Dicho poblado fue identificado por primera vez en la década de 1960, pero las excavaciones recientes han sacado a la luz elementos arquitectónicos, tres sepulturas con ofrendas fúnebres y grandes cantidades de cerámica.
Este poblado se desarrolló aproximadamente entre los años 450 y 650 d.C., coincidiendo con la segunda mitad del periodo clásico, en el que Teotihuacán y otras ciudades alcanzaron su máximo esplendor. Aunque estaba ubicado en una zona rural, los expertos señalan que probablemente tenía relaciones de intercambio y dependencia con centros teotihuanacos de la orilla occidental del lago Texcoco, un ecosistema lagunar que existió hasta mediados del siglo XX al noroeste del valle de México.

Cráneo Tlatelolco
Cráneo de época mexica hallado en Tlatelolco.
Melitón Tapia / INAH-Conaculta
Los nuevos descubrimientos consisten en una serie de canales que delimitaban las chinampas, una especie de balsas hechas con troncos sobre los que se depositaba tierra y materia biodegradable, creando así una especie de huertos flotantes. Enterrados en los canales, los arqueólogos han encontrado numerosos recipientes de cerámica y una escultura en posición sentada a la que le faltaba la cabeza.
Según los investigadores, el poblado vivía principalmente de la agricultura de subsistencia y de la recolección, pero también era un centro de producción de artesanía de calidad, sobre todo cerámica. Entre los objetos hallados se han encontrado recipientes, estatuillas, artefactos de piedra, ofrendas funerarias y puntas de proyectiles fabricadas con obsidiana y pedernal.

Enterramiento Tlatelolco
Enterramiento de época teotihuacana en Tlatelolco.
Marisol Bautista Roquez
También se han hallado objetos de finales del periodo azteca, datados entre los siglos XV y XVI. A esta época pertenece también el cráneo fragmentado de un hombre: debido a la ausencia de otros huesos, los expertos creen que se trataba de un prisionero de guerra que fue decapitado como sacrificio, pero investigaciones futuras pueden ayudar a aclarar este punto y completar la historia de este poblado cuando ya se encontraba bajo dominio mexica.